Los bastardos de Tarantino

Ya tenía yo ganas de hablar de "Malditos Bastardos" de Quentin Tarantino. Me parece, vaya por delante, que sin ser lo mejor que ha hecho el director de Knoxville, está muy por encima de "Kill Bill" y "Death Proof ".

La historia está ambientada, como ya imagino todos saben, en la Francia ocupada durante la II Guerra Mundial. En ella se cuenta las andanzas de un grupo de cazanazis capitaneados por el teniente Angelo (Brad Pitt) y paralelamente, las de un nazi cazajudíos (Christoph Waltz), un hombre tan refinado como expeditivo. Creo que Tarantino recupera el mejor pulso volviendo, precisamente, a lo que mejor hizo en "Pulp Fiction" (1994):

• Momentos de humor bárbaro y sangriento (aunque a veces se pasa, como con el papel del brutal Eli Roth)
• Descubrimiento de actores desconocidos (los estupendos Mélanie Laurent y Christoph Waltz)
• Argumento con giros inesperados (la escena del bar con los alemanes borrachos)
• Situaciones llenas de tensión, donde el espectador no sabe cómo acabará todo.
• Utilización de temas de otras películas como banda sonora (especialmente del spaguetti western)

Pero lo que más me ha gustado es el uso de la ucrología (crear una realidad alternativa) jugando con personajes reales e imaginarios y atreviéndose a cambiar la historia. Mi escritor favorito, Phillip K. Dick, ya usaba esta técnica, e imaginó en "El hombre en el castillo" unos EE.UU derrotados por Japón y Alemania. No cuento más por respeto a los que no la han visto, sería una pena perderse este festín de cine cuyos únicos defectos son una duración excesiva (153 minutos), algún fallo de guión (esos nazis tan listos toda la peli y tan tontos al final) y algún golpe de chulería, como la última frase del film. Ah, y por supuesto no faltan los pies femeninos (en este caso el pie de la elegante y cada día mejor actriz Diana Kruger). Fijaciones de Quentin.