23 sept 2015

El rey de los bolos

Algún día habrá que tomarse más en serio la irregular pero muy interesante carrera cinematográfica de los hermanos Bobby (Cumberland, 1958)  y Peter Farrelly (Phoenixville 1956), auténticos impulsores de un género a (re)ivindicar como es la comedia escatológica  moderna. No exagero, ya en el antiguo teatro griego de Aristófanes, un adelantado a su tiempo que "inventó" para su obra "Las nubes"(400 a. C.) el gesto del dedo corazón extendido con intención de ofender, el humor zafio estaba más que descubierto.
Pero a lo que iba, "Vaya par de idiotas" (1996) dirigida por los hermanos Farrelly, más conocidos por su exitoso debú, "Dos tontos muy tontos" (1994) o su siguiente filme, "Algo pasa con Mary" (1998) es, a mi parecer, una de las mejores comedias realizadas en los 90 y hoy día un clásico de culto, especialmente en EE.UU. donde son más dados a este tipo de humor.
La película fue un rotundísmo fracaso de taquilla y, aunque los directores lo achacan a ser estrenada en plenos JJ.OO. de Atlanta, si uno ve los quince primeros minutos del film lo comprende: es una historia muy negra, demasiado dura como para tomarse la a broma (lo que le pasa al ingenuo protagonista es tremendo) y demasiado cómica como para tomársela en serio.
Después el protagonista, Roy Mudson (un gran Woody Harrelson) quien ha visto truncada su prometedora carrera como jugador de bolos tras conocer Ern McCracken (un colosal Bill Murray), descubre en Ishmael (Randy Quaid), un amish algo simplón, un talento en potencia. Mudsen e Ishmael comienzan entonces un viaje hacia Reno (Nevada), donde se disputa un un campeonato de bolos con un premio millonario que puede arreglar la vida del primero y salvar la granja del hermano del segundo.
La película ocupa casi todo su metraje en este viaje, es una road movie, que recorre hermosos paisajes de la América más auténtica (y también más paleta). En el viaje se les une Claudia  (atractiva Vanessa Angel) una "buscona" con la que logran timar a los incautos que aceptan sus apuestas. Entonces llega la parte más dramática del film, pues también es una película que habla de perdedores y segundas oportunidades. Mudson regresa accidentalmente a su pueblo para comprobar que poco queda de su juventud gloriosa y confesar que se siente avergonzado de haberle fallado a su difunto padre, hecho que queda mostrado con singular crudeza cuando este arroja al barro el reloj que éste le regaló al dejar su hogar. Una escena que viene precedida por uno de los escasos momentos de termura del film, cuando el protagonista le pregunta a Claudia si está bien y ella le miente acariciando su escaso pelo.
Cuando por fin llegan a Reno con mucho dinero y ganas de triunfar reaparece McCraken, ahora un célebre jugador. Tipo sin escrúpulos, ni moral, un cabrón integral pero con gracia, cuyo intérprete lleva el personaje a su terreno (improvisó casi todos sus diálogos) y se hace dueño de la función. Éste se mofa de Mudson, descubre que Claudia es ex-amante suya y entonces todo se tuerce: un ex novio de Claudia aparece,  se marcha con ella y con todo el dinero, Ishmael se rompe la mano al tratar de partirle la cara Ern...incluso Mudson empieza a tener "visiones" y volverse paranoico.
Cuando todo parece perdido Mudson decide presentarse al torneo pese a tener una mano de goma ya que la presencia de McCracken le motiva: un indescriptible vídeo le hace decidirse a darle una lección. No descubriré el brillantísimo final al lector por si no la ha visto, en especial la memorable partida de bolos final con un Murray desatado en plan troll, pero es sencillamente colosal.
El desafortunado título español, que invocaba más al anterior film de sus directores, esconde una historia de redención (Mudson es un estafador con conciencia), de un realismo sucio (indescriptible esa mugrosa y repelente casera de Roy), y una exhibición del enorme talento de Murray en una interpretación de autor que crea un personaje mefistofélico, que consigue ser tan repulsivo como fasciante y divertido.

Título original Kingpin
Duración   114 minutos
Director,
Guión Peter Farrelly, Bobby Farrelly
Música Freddy Johnston
Fotografía Mark Irwin
Reparto Woody Harrelson, Randy Quaid, Vanessa Angel, Bill Murray, Chris Elliott, William Jordan, Richard Tyson, Lin Shaye, Zen Gesner, Prudence Wright Holmes, Rob Moran.
Productora Rysher Entertainment / Motion Picture Corporation of America (MPCA) / Metro-Goldwyn-Mayer (MGM)

1 sept 2015

Haktualidaz

Campo de refugiados en Yarmuken, Siria
En Dacosica nos gustaría estar todo el día comentando lo que sucede en el mundo, pero no siempre podemos. A veces es por falta de tiempo, otras por vagancia, el caso es que nos dejamos cosas en el tintero. Bien, vamos a ver si nos ponemos al día o al menos dejamos constancia de lo que sucede desde nuestro punto de vista no porque sea especialmente original sino porque creemos que los blogs sirven de excelentes notarios de lo que sucede sin la perspectiva que da el tiempo. Lo digo porque estaba releyendo una cosa que escribí ahora hace un año, pidiendo la dimisión de Pablo Laso y resulta que la temporada siguiente lo ganamos todo. Nostradamus me llaman.
Crisis de los refugiados
Las noticias está en todos los medios de comunicación, las imágenes hablan por sí solas, las cifras son escalofriantes: según ACNUR (agencia de la ONU para ayuda al refugiado) más de 300.000 refugiados en Europa. Las fronteras de Turquía, las aguas del Mar Egeo y las fronteras de Grecia, Macedonia y Serbia son los lugares por los que llegan en su mayoría viniendo de la guerra en Siria. Por el Mediterráneo vienen, además de Sirios, eritreos, somalíes, sudaneses y de otros países africanos. Muchos huyen del Estado Islámico, quien ya avisó hace más de un año de que su objetivo era colapsar los servicios sociales de Europa. De momento no les va mal, estas gentes, que no vienen en busca de trabajo o de un futuro mejor sino simplemente para salvar el pellejo, estuvieron antes en El Líbano (país con mayor índice de refugiados per cápita del mundo) y Turquía, pero estos países no están capacitados para captar tal cantidad de refugiados. Además, surgieron problemas de convivencia e inseguridad a los ya añadidos de asistencia sanitaria o alimentaria.
La solución no la encuentra nadie, esto se parece a la guerra de los Balcanes, donde la cifra de refugiados fue parecida aunque entonces se encontró una solución y entre todos los países europeos se hicieron cargo. Esperemos que esto funcione también ahora aunque tiene mala pinta porque la guerra se expande y no parece tener fin.
Bolsa de Tokio
China ¿un cuento chino?
La cosa empezó a comienzos de verano cuando la agencia norteamericana Reuters publicó una encuesta sobre producción de manufacturas, la cual mostró quela economía China empezaba a dar síntomas de debilidad. Luego han venido tres devaluaciones del yuan consecutivas y el hundimiento de las bolsas del mundo, arrastradas por la bolsa de Shanghai y finalmente la tragedia de la explosión química en Tianjin. Llama la atención que esto se produzca justo cuando se considera a China un rival económico de EE.UU. El capitalismo económico que emprendió Deng Xiao Ping a finales del pasado siglo parece que empieza a hacer aguas no tanto porque el país no sea una democracia como por el hecho de que no es una economía transparente: sus datos económicos no son fiables y, por su opacidad a lo extranjero, puede pasarle factura. El tiempo dirá.
"¿Y qué tal por Suiza?"
El pesebre catalán
Lo peor de la deriva nacionalista no es el ridículo que hacen algunos, ni lo pusilánime que está siendo el gobierno central, ni el daño que le están haciendo a Cataluña y al resto de España, no. Lo peor es que una vez más era algo que se veía venir porque en distintos lugares y en nombre de otros "valores" se ha hecho lo mismo con resultados catastróficos.
Primero un partido se hace con el poder con la idea de "cambiar todo" y empieza a intentar alienar a su población usando la educación, el odio a lo extranjero y buscando culpables a los males que ellos no pueden resolver. Cuando todo el mundo se da cuenta de que son un desastre, ellos ya han generado una red de "pesebres" de los que dependen una gran cantidad de adeptos, han captado incluso a intelectuales de prestigio que les criticaban tapándoles la boca con un buen sueldo de por vida en un puesto intrascendente. Entonces es cuando ya es tarde, todo el mundo vive de una subvención, tiene un negocio que trabaja para el gobierno, pertenece a una asociación que depende del dinero público, recibe un subsidio o es funcionario. Quizá no son la mayoría pero ya entonces la corrupción campa a sus anchas y la oposición es riculizada y marginada en los medios de comunicación con lo que es casi imposible que pierdan unas elecciones. No voy a poner como ejemplo al fascismo (como hizo Felipe González), vale con mirar a México, Argentina, Venezuela, Rusia o, sin ir más lejos, Andalucía o el País Vasco.