30 dic 2011

Nos dejaron en 2011

Cuando acaba un año, un tema recurrente de magazines dominicales es recordar los muertos exquisitos del año, este la lista es larga pero me limitaré a comentar los que a un servidor o al mundo le impactaron más.

Steve Jobs (1957-2011) es sin duda el "muerto del año" y el típico ejemplo de que no hay nada como dejar este mundo para que hablen bien de ti. Bueno, no soy quien para hablar pero creo que no es para tanto. Se dice acertadamente que Jobs fue un pionero, un visionario... y sobre todo un extraordinario creador de cosas que en realidad la gente no necesita pero que se mueren por tener. Como se puede ver en el telefilm "Piratas en Silicon Valley" (1999, Martyn Burke) el verdadero genio de Apple era Steve Wozniak, Jobs era un gran director y motivador, alguien que sabía rodearse de gente con talento, lo cual también es un gran talento. Ahora todo el mundo le venera, pero en los 90 parecía acabado y siendo como era un jefe bastante cabroncete sorprende un poco tanta idolatría.
Para mi la muerte más impactante del año, aparte de la de Amy Winehouse, fue la de Marco Simoncelli (1987-2011). No caía muy bien a algunos, era un piloto arriesgado y casi temerario pero me gustaba. Menos me interesaron las continuas imágenes en TV y prensa del trágico accidente, un caso de increíble mala suerte. Sólo con ver su cuerpo inerte sin casco sobre el asfalto teníamos suficiente, no había porqué ensañarse. D.E.P.
Siguiendo con muertes impactantes, la de Muamar el Gadafi (1942-2011) fue bastante terrible. Mi opinión es que no se puede pedir justicia contra sátrapas y dictadores y luego matarlos usando sus propios métodos, claro que yo no vivo en Libia. Y hablando de dictadores, la muerte de El Querido Kim Jong-II (1942-2011) y su indescriptible entierro, momificación incluída causaría risa, si no fuera por el sufrimiento de toda esa pobre gente, víctima de un régimen que dacosica.
Para finalizar, el cine, que ha perdido entre otros a las actrices Jane Russell (1921-2011) y a la mítica Elisabeth Taylor de la que, como en el caso de Amy Winehouse, ya escribí en este mismo blog. Pero quiero recordar aquí a dos grandes directores que fallecieron este año: Sidney Lumet(1925-2011), director de "Doce hombres sin piedad" (1957), "Asesinato en el Orient Express" (1974) y la que probablemente sea una de las mejores películas de juicios, "Veredicto final" (1982). El otro está más olvidado, el británico Ken Russell (1927-2011), al que sólo de le recuerda por ser el primero en mostrar un desnudo (en realidad dos) masculino en cine pero que durante los años 70 tenía muchos fans y sus películas causaban bastante revuelo por su estilo kitsch y bizarro aparte de desnudar a sus actores y actrices (Helen Mirren, Oliver Reed, Glenda Jackson, Kathleen Turner). Sólo he visto de él "Los Demonios" (1971) y "Valentino" (1977), biografía del famoso actor de cine mudo Rodolfo Valentino me gustan aunque le dieron más fama las operas-rock "Tommy" (1975) y "Lisztomanía" (ídem), además de la famosa "La pasión de China Blue" (1984). Al final el hombre seguía muy activo, haciendo programas para la BBC y concursando en el Gran Hermano VIP británico, donde duró sólo cuatro días, tras discutir con una concursante. No estaba hecho para estos malos tiempos el bueno de Ken.

24 dic 2011

John McClane y Hans Gruber

La Navidad ha dado un montón de películas memorables para el cine pero pocas tan heterodoxas y espectaculares como "Jungla de cristal" (John McTiernan, 1988). Primero de los trillers de acción que dominarían la década de los 90, basado en la novela de Roderick Thorp, "Die Hard" es una espectacular conjunción de numerosos talentos, empezando por su director. John McTiernan fue un prometedor director venido del mundo publicitario que tras el éxito de "Depredador" (1987) rodó algunos interesantes films como La caza del Octubre Rojo (1990) o "El guerrero nº13" (1998) hasta que un caso de escuchas ilegales le llevó a la cárcel.
Junto a él aparecen en los créditos el talentoso director de fotografía Jan de Bont, el productor de la saga "Matrix" Joel Silver y el autor de su banda sonora, Michel Kamen.
Pero lo que hace de este film una película por encima de los actioners al uso es su reparto y sus magníficas interpretaciones: Bruce Willis resulta creíble y carismático, nunca hubo un héroe más humano y machacado; Alan Rickman es Hans, un elegante y refinado malvado, capaz de hablar de moda masculina con alguien antes de pegarle un tiro a bocajarro; el ex-bailarín del Bolshoi Alexander Godunov, como Karl, el terrorista profesional que quiere vengar la muerte de hermano; Reginald Veljohnson, la conexión exterior del protagonista y el único policía que no es retratado como un incompetente; Bonnie Bedelia, la valiente esposa del protagonista, inteligente y decidida. A esto hay que añadir el divertido (con momentos de humor negro) retrato que se hace de los policías (el siempre magnífico Paul Gleason, los presuntuosos agentes del FBI Johnson y Johnson), de los confiados terroristas, que creían tenerlo todo controlado y la crítica al sensacionalismo televisivo. En resumen, un peliculón que ha tenido tres continuaciones, la mejor para mi fue la tercera, también dirigida por McTiernan.
TÍTULO ORIGINAL
Die hard

DURACIÓN
131 min.
DIRECTOR

John McTiernan
GUIÓN

Jeb Stuart, Steven E. de Souza (Novela: Roderick Thorp)
MÚSICA
Michael Kamen

FOTOGRAFÍA
Jan De Bont
REPARTO
Bruce Willis, Bonnie Bedelia, Alan Rickman, Alexander Godunov, Reginald Veljohnson, Paul Gleason, William Atherton, Hart Bochner
PRODUCTORA

20th Century Fox
PREMIOS
4 nominaciones al Oscar: Efectos de sonido, sonido, efectos visuales, montajeGÉNEROAcción. Thriller

15 dic 2011

El noble arte

No se si es por hacerme mayor, por buscar nuevas cosas o por la crisis pero con el paso de los años cada vez me gusta más el boxeo. Los deportes de contacto, donde generalmente los protagonistas acaban seriamente dañados y tienen fama de violentos suelen tener fama de nobles: es el caso del rugby, sus aficionados hablan de "un deporte de bestias, jugado por caballeros" o el boxeo, también llamado "el noble arte". Creo en la libertad, en que cada uno (respetando lo que piensen los demás) se divierta como quiera y a la vez entiendo que una corrida de toros o un combate de boxeo puedan a horrorizar al más pintado. Eso va con el carácter.
Pero me estoy aficionando al boxeo, no tanto porque lo entienda, como por lo que implica: desde el gimnasio (tengo una idea muy cinematográfica de este lugar), pasando por el pesaje hasta el combate y todo lo que le rodea: el ring iluminado mientras todo lo demás está en penumbra, las presentaciones, el elegante (y valiente) árbitro, el pomposo presentador, la chica sexy enseñando la tabla del nº de round, los preparadores en las esquinas...y el ceremonial final "ganador por puntos y por unanimidad..." y el júbilo o desaprobación del público que abarrota esos míticos escenarios que son el Madison Square Garden de N.Y. , el Cesar´s Palace en Las Vegas o el Luna Park en Buenos Aires. En fin, este año nos dejó el gran Joe Frazier, un boxeador de esos capaces de tragarse todos los golpes del mundo y nunca rendirse, como Rocky. Y hemos sido testigos da la confirmación del "fenómeno Pacquiao" un filipino con ojos de loco, cantante en ratos libres (sic), conocido como "Pac-Man", el único que planta cara a los mexicanos, para mi los boxeadores más duros y valientes del mundo. Los pesos medios están hoy en día animando el decaído mundo del cuadrilátero: Margarito, Mosley, Cotto, Bradley, Márquez y a la espera del prometedor hijo de Julio César Chavez.
Pero en los pesos pesados, la cosa está un poco triste, dominados por los gemelos ucranianos Wladimir y Vitali Klitschko, occidente ha cedido a los países del este su hegemonía y las moles europeas se imponen a los boxeadores de color. Lejos quedan los tiempos de Tyson, Lewis, Foreman o Holyfield (vuelve para disputarle el título a Povetkin con ¡49 años!). Y Alí o Clay para los más veteranos...esos eran otros tiempos, otra sociedad donde los posters de las habitaciones de los niños y adolescentes eran de boxeadores y este deporte tenía casi tanta afición en España como el fútbol y muy por encima de baloncesto o motociclismo. Su época pasó pero hay esperanza, quizás con la crisis la juventud regrese a los gimnasios y surjan nuevos Legrá, Urtain, Carrasco...o simplemente Poli Díaz. Como dijo aquel torero "más cornás da el hambre".

9 dic 2011

Cine 2011 (segunda parte)

Para terminar con el cine visto este año vamos con los films "serios". Pero antes, sólo unas pinceladas para las películas palomiteras de este verano: "Super 8" (J.J. Abrams) tenía ante si muchas expectativas y a mi me decepcionó un poco, esperaba más del creador de "Perdidos" y de Spielberg. No es ni mucho menos mala, pero le falta algo: si quieres hacer una peli como las de los ochenta y no logras conectar con los que lo vivimos, has fracasado. Quien espere ver los nuevos Goonies lo lleva crudo, aunque el espectáculo está garantizado. "Resacón 2" (Todd Phillips), me encantó, risas mil, da lo que promete, insuperable Ken Jeong, aunque con la primera me reí más aún. Si le pongo un pero es su ridículo final, pero nadie es perfecto. "Paul" (Gregg Mottola), no me convence, esa mezcla del humor ingler de los protagonistas, Simon Pegg y Nick Frost, humor friki y acción en la Ámerica profunda no funciona. El alienígena hace gracia. Pasable, siendo generosos. Triste imagen de Sigourney Weaber, cómo se presta a estos papeles que más que recuperarla la terminan de hundir. Y ahora, los platos fuertes:
"Medianoche en París" de Woody Allen: con Allen últimamente uno no sabe con qué se va a encontrar: una obra maestra ("El sueño de Casandra", 2007) o un bodrio Pene-Bardem-Barcelona. Y esta vez salió buena, una comedia de original planteamiento -un escritor de vacaciones en París que por las noches tiene curiosos encuentros con...cuanto menos se sepa, mejor- de momentos divertidos y románticos aderezados, como siempre, con unos actores en estado de gracia (por destacar a algunos, Adrian Brody, Kathy Bates, Kurt Fuller, Marion Cotillard y el prota, Owen Wilson). Aunque también reflexione sobre si verdaderamente, cualquier tiempo pasado fue mejor, es un film ligero, agradable como madame Sarkozy. Salí del cine con una sonrisa que me acompaña cada vez que recuerdo esta película ambientada en la que, quizás sea la más bella ciudad del mundo.
"Un dios salvaje" de Roman Polanski: como ya comenté en este mismo blog hace unos meses, Polanski está en el mejor momento de su carrera. Da igual como le va en su vida personal, el hace unas películas que hablan de los temas que le interesan y, con ello, acaba hablando de los tiempos que vivimos. Adaptando la pieza teatral de la muy de moda Yasmina Reza, Polanski habla de la estupidez humana, de lo tontos que son/somos los adultos hoy en día y todo con una sutilidad (al principio) y un tono despiadado (al final) que no deja indiferente. Muy graciosa (impagable esa vomitona de cierto personaje sobre un libro de arte...¿una metáfora?) con diálogos punzantes, que puede ser divertida pero también da que pensar.
"Un método peligroso" de David Cronenberg: el director canadiense David Cronenberg sigue su curiosa metamorfosis -como la del protagonista de su película "La mosca" (1986) pero al revés- de dirigir delirios como "Videodrome" (1983) o "El almuerzo desnudo" (1991) hasta films como "Una historia de violencia" (2005) para culminar en un film tan preciso y a la vez tan emocionante como este. La historia del tratamiento de una paciente por un psicólogo seguidor de Freud, con el propio Sigmund como testigo, ambientada en la Viena de al primera parte del siglo XX, resulta apasionante. Luce unas bellas imágenes y una cuidada ambientación fruto de un gran esfuerzo: la película necesitó de un coproducción entre varios países y casi cuatro años para lograr la financiación necesaria, la crisis, ya se sabe. Los actores están espléndidos: Viggo Mortensen, Michael Fassbender (actor del año), Vincent Cassel y una magnífica Keira Knightley en un personaje dificilísimo. Freud y su interpretación de los sueños, el sexo, la frustración y el amor. Casi nada. Apasionante.
Aquí dejo una recomendable crítica de Tomás Fernandez-Valentí.
Cronenberg Vs. Eduado Punset: curiosa entrevista.
P.D. pregunta Mr X ¿cómo salen los niños de la cueva al final de "Super 8"? Premio para el que lo sepa.

2 dic 2011

Cine 2011 (primera parte)

Como cada año, dacosica sigue fiel a su cita con el cine estrenado en nuestras pantallas este año. En esta primera parte, hablaremos de tres adaptaciones de comics, que vaya por delante, me parecen de lo mejor del año. Del resto del cine hablaremos como decían Tip y Coll del Gobierno: la semana que viene. "Thor" (2011) de Kenneth Branagh: la elección del director británico resultó ser una sorpresa mayúscula en todo el mundo del cine. Especializado en adaptaciones shakesperianas y british comedies, Branagh parecía la última opción para llevar a la pantalla el personaje de Marvel, a su vez basado en la mitología nórdica. Pero el director de "Mary Shelley's Frankenstein" (1994) salió airoso y con un guión que sabe mantener equilibrar su estilo kitsch y algún toque cómico resulta un solvente espectáculo. Seguro se esperaba más de las escenas "familiares" entre Odín (Anthony Hopkins) y sus dos hijos, el malvado Loki (Tom Hiddleston) y el protagonista Thor (Chris Hemsworth ) pues es donde Branagh podría sacar su talento. Tampoco saca mucho partido de René Russo ni Natalie Portman pero en cambio el film tiene ritmo, es entretenido y hasta didáctico en su explicación sobe Asgard. "Capitán América, el primer Vengador" (2011) de Joe Johnston: algún día se valorará en su justa medida a Joe Johnston, primero ayudante de Spielberg y luego director de excelentes films de aventuras como "Rocketeer" (1991), "Jumanji" (1995) u "Océanos de fuego" (2004) y que aquí ofrece el entretenimiento del año. Una sólida producción, un guión equilibrado, un malo inquietante (Cráneo Rojo-Hugo Weaving) ciertos toques románticos -ese romance truncado en los últimos minutos del film- y, los tiempos mandan, un cariñoso y respetuoso toque paródico hacia el personaje, hacen de "El Capitán América" una atípica adaptación del tebeo, al gusto vintage, que nos devuelve al superhéroe puro, estilo "Superman" (1977, Richard Donner) que quizás se necesite en estos duros tiempos.
"Las aventuras de Tintín. El secreto de El Unicornio" (2011) de Steven Spielberg:
La frialdad con la que fue recibida "Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal" (2009) parece que Spielberg tenía una cuenta pendiente con el género de aventuras además de con uno de sus personajes favoritos: Tintin. Utilizando la animación digital y 3D, el director de Cincinnati nos ofrece su propia visión del personaje, ahora con más libertad pues no está supeditado al que, en mi opinión, se cargó el último Indiana Jones (George Lucas). Los puristas pondrán el grito en el cielo pues hay detalles poco cercanos al cómic, como los momentos de lucha, unas escenas de acción tan vibrantes como aparatosas y un guión que se toma algunas "licencias" con respecto al original, pero la verdad es que la película se hace corta y logra producto que será más apreciado cuenta menos edad se tenga. A ver sin prejuicios.