1 jun 2018

CCC

La verdad es que envidio mucho a los catalanes por tener el placer de ser los únicos españoles que pudieron ver en abierto (y en un canal financiado con dinero de todos) la enorme hazaña lograda por el Real Madrid el fin de semana del 18 al 20 de mayo pasado. Menuda exhibición de coraje, cojones como casas (CCC) e inteligencia que hicieron los blancos en Belgrado.
Primero se cargaron aun CSKA millonario que encima empezó metiendo 30 puntos en el primer cuarto; luego, remontada a base de triples y, finalmente, una defensa para enmarcar, basándose en un quinteto (Doncic, Causeur, Taylor, Reyes, Ayón) que les asfixió defensivamente en el tercer cuarto.
Y luego en la final contra el todopoderoso Fenerbahce de Obradovic, un señor que tiene (tenía) las mismas Copas de Europa que el Madrid. Un partido en el que casi siempre se fue por delante y el cual Laso, todo hay que decirlo, ganó la batalla táctica. Los apuros finales se terminaron con un milagroso rebote de Thompkins (¡qué jugador!) tras fallar Causeur dos tiros libres.
Reconozco que he pedido la cabeza (cabezón) de Laso muchas veces y creo que con razón: llevábamos perdidos los cuatro últimos títulos disputados incluida la última Copa del Rey  ante un Barcelona en ruinas. Pero esta Final Four él ha sido un factor decisivo. Bueno, él y los jugadores que se sobrepusieron a las bajas durante meses de Llull, Ayón o el todavía inédito Kuzmic, añadido a la desgracia personal de Thompkins (su madre estuvo gravemente enferma toda la temporada y falleció justo después de la final). Si encima ganamos la liga, como parece que va a suceder, cerramos un año para mí a la altura del último triplete dadas las dificultades. Lo dicho, CCC.
85 - Real Madrid (21+17+25+22): Causeur (17), Doncic (15), Reyes (6), Campazzo, Ayón (4) -equipo inicial-, Randolph (3), Rudy (5), Carroll (9), Tavares (8), Llull (5), Thompkins (10) y Taylor (3).
80 - Fenerbahce (17+23+15+25): Wanamaker (14), Guduric, Kalinic (7), Vesely (3), Duverioglu (8) -equipo inicial-, Thompson, Melli (28), Sloukas (7), Nunnally, Muhammed (7) y Datome (6).
Árbitros: Luigi Lamonica (ITA), Borys Ryzhyk (UKR) y Olegs Latisevs (LET). Llull y Doncic eliminados por cinco personales.
Y en fútbol se cerró el círculo: campeones por 13ª vez, tercera consecutiva y primera vez que un club gana la Copa de Europa en las secciones de fútbol y baloncesto. en la misma temporada. 
Fue una temporada de sensacines fuertes, parecida a la primera de Zidane, con una desastrosa liga, regalada en enero. Lo mismo pasó con la Copa del Rey, tirada a la basura en un partido incomprensible ante el Leganés en casa, con una de las alineaciones más suicidas que recuerdo.
Así las cosas entrábamos en un terreno conocido ya por el madridista del S. XXI: la temporada al todo o nada de la Champions. Así pues los sucesivos sorteos nos fueron poniendo por delante siempre a los peores rivales posibles, es decir, PSG, Juventus y Bayern.
Todo el mundo nos menospreció, los entendidos (Segurola, Menotti, Valdano, Relaño, Robinson), los rivales, los antis ... y todos quedaron retratados. Al PSG lo derrotamos muy sufridamente en el Bernabéu para luego hacer un partido primoroso en París. En Turín nueva exhibición, 0-3, que parecía que sentenciaba pero no, en casa la liamos y un penalti (clarísimo) en el último minuto nos salvó. He aquí una de las constantes de la temporada, vivir en el alambre y salir victoriosos. Mientras en Liga seguíamos haciendo el ridículo (terminamos a 17 ptos. del Farsa) en Europa continuaban las gestas: victoria en Múnich y, con gran sufrimiento, se eliminó al Bayern plantándonos en Kiev ante un inesperado rival como era el Liverpool.
Como contra el Atlético en años anteriores, eran el equipo simpático y hasta para algunos favorito. A Klopp hay que reconocerle su capacidad para sacar lo máximo de un grupo de futbolistas no excelsos y llevarlos hasta donde pudo. Con Salah a por el Balón de Oro y siendo muy peligrosos por alto, a los ingleses les condenó la lesión de su estrella, el escaso talento de su mediocampo (salvo Milner) y un portero que tuvo su peor noche.
Sin embargo no hay que caer en el fácil análisis de que los fallos ajenos nos dieron el triunfo: Benzemá estuvo listo y Bale tiró de lejos porque cualquiera que hubiera visto la eliminatoria Roma- Liverpool sabría que el equipo inglés tenía un portero inseguro. 
Me alegré mucho por Bale al ver el segundo gol, probablemente una de las mayores maravillas jamás vistas en una final continental, tapando bocas y demostrando lo que es: un supercrack mundial. Sé que tiene pie y medio fuera del equipo y no me gustaron sus declaraciones al fin de partido pidiendo minutos por más que no le falte razón, pero cuánto voy a echar de menos sus interminables galopadas, sus disparos contundentes y su nunca valorado esfuerzo defensivo. Adiós Gareth, diste más de lo que nos merecíamos.
Mas volviendo al partido creo que fuimos mejores durante al menos 60 minutos por más que a Antic o Menotti les dé rabia. Da igual, somos tan buenos que no necesitamos que nos digan lo evidente, tenemos la mejor plantilla y poniendo CCC es muy difícil que perdamos.
Real Madrid, 3: (Benzema y Bale (2))
Keylor Navas, Carvajal (Nacho, m.37), Varane, Sergio Ramos, Marcelo, Casemiro, Kroos, Modric, Isco (Bale, m.61), Cristiano Ronaldo y Benzema (Marco Asensio, m.89).
Liverpool,1: (Mané)
Karius; Alexander-Arnold, Lovren, Van Dijk, Robertson; Henderson, Milner (Emre Can, m.83), Wijnaldum; Salah (Lallana, m.30), Firmino y Mané.
Goles: 1-0, m.50: Benzema. 1-1, m.55: Mané. 2-1, m.63: Bale. 3-1, m.83: Bale.
Árbitro: Milorad Mazic (SRB). Amonestó a Mané (82) por el Liverpool. Incidencias: final de la Liga de Campeones 2017/18, disputada en el Olímpico de Kiev ante la presencia de 60.000 espectadores.
Coda: de La Diva CR7 hablaré próximamente, se merece un celebritis.