17 mar 2017

Los dos sergios

En las últimas semanas, el Real Madrid tanto de baloncesto como fútbol nos tiene a sus aficionados en una montaña rusa de emociones con final feliz, cual masaje erótico, pero que a los que sufrimos con nuestros colores nos resta meses de vida.
Enganchados al talento de los dos sergios, Llull y Ramos, el Madrid sobrevive entre victorias agónicas, triunfos sobre la bocina y éxtasis en el tiempo de descuento... sin embargo cabe preguntarse ¿Por cuánto tiempo? ¿Es el tormento y éxtasis el sino del Madrid? ¿Son vagos o guerreros que nunca se rinden?
Miremos a los banquillos, Pablo Laso por ejemplo ha hecho un equipo invencible, que recuerda al de las mejores épocas con Ferrándiz y Sáinz mas, ¿se podría ganar más? No veo, y ahora trato de contestar, lógico estar al límite de eliminación contra el Andorra en cuartos de final de la Copa del Rey (prórroga y polémica incluidas) aunque sí es más normar sufrir contra Baskonia en su casa (cómo debieron sufrir con la derrota, ¡qué pena!) o contra el Valencia. Creo que uno de los pocos cometidos de un buen coach cuando tiene un plantillón como es el caso es que no se "relajen" y ahí mal. Pero los números cantas: tres Copas del Rey seguidas, tres de las cuatro últimas Ligas, una Euroliga...en fin que poco se le puede discutir, aunque todo buen madridista siempre quiere lo máximo.
Por el otro lado, Zinedine Zidane (ZZ), el genio autista que parece tenerlo todo controlado viviendo sobre el alambre, será su flor, su talento o el de su ayudante en jugadas de estrategia, pero de momento cae de pie. No obstante la relajación, nos costó la Copa, prevé un Champions y un final de Liga movidito cuando los rivales difíciles lleguen y el equipo se vea exigido al límite. Aunque según los "expertos", somos los mejores. Si es así, el porqué de tanta centrada, rematada y gal para ganar en los últimos minutos se me escapa, pues es sufrir innecesariamente.
Bien, de toda la vida nos enseñan que el trabajo duro da recompensas, Anna Pávlova, una de las grandes bailarinas del siglo XX dijo "Nadie puede llegar a la cima armado sólo de talento. Dios da el talento; el trabajo transforma el talento en genio". Y un pintor español de cierto prestigio aseveró "La inspiración existe, pero tiene que pillarte trabajando".
No pienso como el pavisoso de Iniesta que los deportistas profesionales tengan que ser un ejemplo para los niños, me bastaría con que en el deporte ganara siempre el mejor y el que más trabajara. Siempre que fuera el Madrid, claro. En breve saldremos de dudas.
Coda final:
Los dos Jakes” (Jack Nicholson, 1990) es la continuación de la magistral “Chinatown” (Roman Polanski, 1974). En ella vuelve a aparecer el investigador privado Jake Gitties (Nicholson) en una nueva y enrevesada trama en la que se encuentra con otro Jake, interpretado por Harvey Keitel, quien le contrata por un aparente caso de adulterio que se complica hasta acabar en una trama de asesinato. Uno es metódico y profesional aunque se vea superado por las circunstancias. El otro es malvado y retorcido, busca el atajo del crimen para lograr sus propósitos, ¿qué Sergio es cada uno? O son los dos iguales en el fondo…

6 mar 2017

Justicia

¿La figura del jurado es la forma más justa de impartir justicia? ¿Es el color de piel o la cuenta bancaria un factor determinante para un veredicto? ¿Son impermeables a la llamada opinión pública los jueces, fiscales y abogados? y sobre todo ¿Es la justicia igual para todos?
Pues estas y otras muchas preguntas más propone al espectador American Crime Story: the people vs O.J. Simpson creada por , hombre de éxito en esto de la TV quien con un reparto de campanillas, , , , , y basándose en el libro de Jeffrey Toobin "The Run of His Life: The People V. O.J. Simpson", narra el controvertido caso de asesinato por el que fue juzgado el ex-deportista O.J. Simpson.
La serie podría ser una mas de esas "basadas en hechos reales", quedarse con el morbo de la historia (que hay a paladas) y captar fácilmente la atención del espectador. Pues nada de eso, Ryan y sus magníficos guionistas Scott Alexander, Larry Karaszewski; ya expertos en guiones biográficos como lo demuestran las magníficas "Ed Wood" (1994, Tim Burton), "Man on the Moon" (1999) y "El escándalo de Larry Flynn" (1996) ambas de Milos Forman; deciden decantarse por ser lo más fieles que pueden a los hechos que impactaron a todo un país durante varios meses en el llamado "juicio del siglo". 
Cada capítulo cuenta una parte de la historia de manera muy lineal, pero hay flashbacks necesarios para entender el por qué de lo que hacen algunos personajes y varios de ellos están centrados en alguno de ellos en su totalidad. Entre estos últimos destacan el número cinco, "La carta racista", no por casualidad dirigido por el director afroamericano John Singleton y centrado en el abogado defensor Johnnie Cochran (Courtney B. Vance) y el sexto, "Marcia, Marcia, Marcia" escrito por D. V. DeVincentis, en la que la fiscal Marcia Clark (Sarah Paulson) es su única protagonista.
Los pequeños Kardashian
El primero describe la astucia, bordeando la ilegalidad (y desde luego fuera de toda moralidad), del abogado de color, sin duda uno de los artífices principales de que el proceso acabe convirtiéndose en un juicio racial cuando la fiscalía lo llevaba a lo que realmente parece: un caso de asesinato machista. Cochran también tiene un pasado y, de no ser por este detalle, sería el malvado en una historia sin héroes.
El segundo nos muestra a la, en su momento, vapuleada fiscal en sus peores momentos, víctima también de su propia soberbia pero sobre todo de un machismo brutal, el cual la llevó a ser machacada en los medios de comunicación por cosas tan frívolas como su peinado o su proceso de divorcio. Una hora de TV de enorme nivel.
Pero no olvidemos algo, "The People V. O.J. Simpson" no sólo se centra en el juicio, lo cual sería dejar la historia coja: desde su arranque con imágenes de documental de la paliza a Rodney King, las referencias a la importancia la familia y amistades de O.J. (Robert Kardashian, un gran David Schwimmer), los medios de comunicación (desde tertulias televisivas al humorístico Saturday night live) terminando con el inevitable pase de fotos de los protagonistas con sus personajes reales y el "qué fue de..."  hay toda una descripción de la América de la época, dejando un poso de enorme amargura y la demostración palpable de que el tiempo sí ayuda a ver ciertas cosas con la suficiente perspectiva.
Para terminar dejar aquí constancia de el enorme talento de los directores artísticos Jeffrey Mossa  (la serie "Life") y Richard Sherman (la saga "Crepúsculo") que nos devuelven a los años 90 y a la enorme cantidad de premios que se ha llevado la serie: cuatro Emmys y un Globo de Oro entre otros. No engaño, un excelente producto televisivo de diez episodios con casi ningún defecto y muchas y grandes virtudes que tiene una poco común hoy día: invita al espectador a que saque sus propias conclusiones. 
Sarah Paulson ha sido muy premiada por su interpretación de la fiscal Marcia Clark