16 dic 2019

Calés y con talento

En los 70 del pasado siglo surgieron en España unos grupos herederos de la rumba flamenca, todos ellos calés, que más allá de la aburrida canción protesta y la manida "Movida", lograron un éxito arrollador sin apenas promoción, escasas apariciones televisivas pero con una enorme cantidad de talento y, sobre todo, auntenticidad. La gente (la de verdad) los escuchaba, les compraba los cassettes y pagaba por verlos. Ganaron millones pero o los dilapidaron o se los quedó alguien por el camino. Aquí vamos a recordar a algunos de ellos, que han dejado canciones para el recuerdo y una huella notable en nuestra música, ¡Amonó!.
Rumba Tres (1970-actualidad)
Herederos directos de "Los Espontáneos", uno de los primeros grupos de la rumba catalana, cambian a su actual nombre tras firmar por Discos Belter. En este trío se dan dos raras circunstancias: mantienen la formación inicial (José Sardaña y los hermanos Pedro y Juan Capdevila) y obtuvieron un cierto éxito en el extranjero, en países como Alemania, Polonia o Chile. Sus mayores éxitos son "Tu nombre", "Besos" y sobre todo "Perdido amor (Ya no te puedo querer)". Aún en activo, sin ser unos primera línea gozan todavía de un merecido prestigio, sus temas hablan de amores y desamores,  buscan sólo entretener.
Jero, El Vaquilla, Julio y Emilio
Los Chichos (1973-2018)
El dúo formado por los hermanos Emilio y Julio González Gabarre, pronto se convirtió en trío con la llegada de un personaje clave en el flamenco y la rumba moderna: Antonio Jiménez Muñoz, Jero. Jero daría para un celebritis, sólamente decir que nació el populoso barrio vallisoletano de La Victoria y que fallecería en Madrid en 1995, lanzándose al vacío desde una ventana de su casa. Es además, padre del Chaboli, esposo de la Niña Pastori. Es el compositor de algunos geniales clásicos como "Quiero ser libre", "Ni más ni menos" o "Te vas me dejas y me abandonas", lo que hace Los Chichos el grupo clave de una época. Con letras pegadas a la realidad: prostitución, desamores y marginación social, delincuencia... Jero dejó el grupo en 1989 y ya nada volvió a ser lo mismo. Para el recuerdo, discos como "Eso sí tiene guasa" (1975) o "Esto es lo que hay" (1989). Jero creó Jeros, otro grupo de corta y no tan exitosa andadura.
Los Amaya (1969- actualidad)
Familia de la famosa bailaora Carmen Amaya, los hermanos José y Defín, natulares de La Coruña y Oviedo respectivamente, son unos virtuosos de la guitarra, imprescindibles en el género. Saltaron a la fama con una extraordinaria versión rumbera del tema de la película "El bueno, el feo y el malo". Luego vendría  "Caramelos" (1971), una animada canción que en los 80 lograría mayor fama si cabe debido a una campaña publicitaria de cierta bebida alcohólica. Sin embargo es el también cantante Tony Ronald quien les consigue sus mejores contratos con RCA a partir de 1978, logrando su mayor éxito con la genial "Vete", canción que nunca puede faltar toda fiesta o evento que se precie. Aún en activo, es uno de mis grupos flamenco-rumberos favoritos por calidad y estética.
Los Chunguitos (1973- actualidad)
Formado por los hermanos Enrique (1956-1982), Juan (1954) y José (1958) Salazar, deben su nombre a su afición a apedrear trenes (sic) en su infancia, vamos, gente chunga. Su padrino fue nada menos que Ramón Arcusa, que les consigue galas y un contrato con una discográfica. A su enorme fama también ayudó el hecho de que sus temas aparecieran en las películas del famoso cine "quinqui", como "Perros callejeros" (José Antonio de la Loma, 1977) o "Deprisa, deprisa" (Carlos Saura, 1980), películas (sobre todo la segunda) que deberían ser más recordadas.
La muerte de Enrique, compositor y solista marca el fin de la mejor etapa del trío, siendo sustituido Enrique por su primo Manuel hasta 2006, en que forma su propio grupo. Hoy en día Juan y José se dedican más a los realities y a los bolos (hicieron uno en mi pueblo) que al cante, una pena porque canciones como "Me quedo contigo" o la mítica "Dame veneno" (que ya no usan Faemino y Cansado en sus actuaciones) les han hecho pasar justamente a la historia de nuestra música.
Los Calis (1986 - actualidad)
Naturales de la populosa barriada de Vallecas, donde también había rumba (no sólo en Cataluña), llegaron a tener un enorme éxito que el tiempo ha llegado a, casi, sepultar. Su característica diferenciadora era un cierto toque rockero, ya que usaban guitarras eléctricas. En origen fueron un trío formado por tres gitanos que se dedicaban a la venta ambulante, han tenido distintos miembros (los originales fueron los hoy pastores evangelistas Jose Luís Jiménez y Eduardo García, más el que sigue en activo, José Hernandez) y nunca lograron reeditar el éxito de sus primer disco, donde estaba "Heroína", una de esas canciones que marcan una época, por lo que tienen de testimonio de la misma. También "Una paloma blanca" es un tema que no puede faltar en toda fiesta o Nochevieja que se precie, melancólica y con una de esas letras tan típicas de estos grupos a los que sobraba algo que ya no se ve en la música actual, como decía al comienzo: autenticidad.

Bueno, finalmente desearos una muy Feliz Navidad a todos y un próspero 2020.


"El hombre es un ser que busca. Toda su historia lo confirma. También la vida de cada uno de nosotros lo atestigua. Muchos son los campos en que el hombre busca e investiga y luego encuentra y, a veces, después de haber encontrado, comienza de nuevo a buscar. Entre todos estos campos en que el hombre se revela como un ser que busca, hay uno, el más profundo. Es el que entra más íntimamente en la humanidad misma del ser humano. Y es el más vinculado al sentido de toda la vida humana.
El hombre es el ser que busca a Dios."
Juan Pablo II (27 diciembre de 1978)

3 dic 2019

Un año de cine, 2019

Un año más en dacosica somos fieles a nuestra cita con el cine del año aunque esta vez se incluyen películas de las plataformas digitales y filmes estrenados en 2018 pero vistos en 2019. ¿Por qué? porque he visto poco cine en salas, por eso, mirad qué desgracia. Bueno, empezamos.
Spider-man: un nuevo universo (Bob Persichetti)
Sin lugar a dudas una grata sorpresa en el saturado género de los superhéroes que, aprovechando la siempre agradecida animación, dan otra vuelta de tuerca a la consabida historia del trepamuros para empezar de cero y contentar a nuevos y viejos aficionados. Ya era hora de que viéramos un superhéroe en una superproducción animada pues, creo, en imagen real no dejan de resultar un pelín ridículos y pierden la fidelidad (no solo estética) con el cómic original. Aquí los autores urden una compleja y entretenida historia que permite crear un nuevo Spiderman más al gusto de los tiempos (un muchacho de color, con madre latina), una spidergirl de lo más moderna y mantiene al Peter Parker de siempre. Es algo calculista mas la inteligencia, virtuosismo (a veces tan imponente que uno siente que se pierde detalles sobre lo que pasa en pantalla) y emoción de la propuesta no puede por menos que resultar admirable.
Aquaman (James Wan)
Contra todo pronóstico, "Aquaman" ha sido un enorme éxito, lo cual supone un gran espaldarazo para el lánguido universo DC cinematográfico. Poseedora de todas las virtudes del cine de alto presupuesto de Hollywood (efectos visuales, grandes actores secundarios, trama entretenida, imágenes espectaculares) y pocos de sus defectos (algún tópico en el guion y los diálogos, demasiado metraje), Aquaman no es una película con pretensiones, gracias a Dios, "sólo" es entretenimiento de calidad.
Dentro del alto nivel de la producción, destacar a los protagonistas, unos simpáticos Jason Momoa y Amber Heard y dos escenas para el recuerdo: la pelea en un pueblo costero italiano, que no da un respiro, y la escena de lucha y posterior huida, por las profundidades abisales, de unos monstruosos animales anfibios marinos: Lovecraft (a quien se cita al comienzo del film) estaría orgulloso. Si Wan, especialista en cine de terror (Saw), logró el mayor taquillazo de la agotada saga Fast and Furious aquí hace lo mismo con la saga de DC, veremos si lo aprovechan.
Ralph rompe internet (Rich Moore, Phil Johnson)
Rich Moore es, con todo merecimiento, uno de los directores de animación del momento. Formado nada menos que en "Los Simpson", responsable del memorable capítulo del Festival de Cine de Springfield, Moore logró en el primer Ralph alcanzar unas cotas de calidad increíbles, además de hacer un film excelente que combinaba lo clásico con lo moderno y ser un homenaje a la cultura del videojuego realmente emotivo. Y es eso precisamente, emoción, lo que le falta a este Ralph, tan impecable y espectacular como el anterior (o más) pero falto de enjundia, con hallazgos puntuales (el virus de los bajos fondos de internet, el encuentro con otras princesas Disney) pero absolutamente falto de mordiente. Se va desinflando poco a poco y solo su elegante final, terminada la aparatosa exhibición animada, típica de todo film palomitero, logra salvarla. Una lástima porque el personaje principal tenía (y tiene, se avecina secuela) muchas posibilidades. No así Vanellope, una "princesa" Disney que acaba resultado pelín repelente.
Triple frontera (J. C. Chandor)
Pese a que el año pasado salí escaldado de las "películas Netflix" la comodidad de ver cine en casa y el hecho de tratarse de un film de acción (mentira, como luego comprobaría) me llevó a ver esta película de J.C. Chandor y la decepción es mayúscula. Quizás es culpa mía que esperaba más tiros y tensión pero lo que arranca muy bien y promete ser una retorcida versión adulta de "Los mercenarios" (2010, S. Stallone), continua con una agotadora preparación del un "supergolpe" y acaba como un programa de "Planeta Calleja" en la cordillera andina. Hasta los sicarios de los narcos son buenos y no quieren disparar a matar, sólo hay uno que se quiere vengar y es con razón. Un bluff en toda regla del que sólo se salva Ben Affleck, con el personaje más complejo y de mayor enjundia dramática. Una pérdida de tiempo de dos horas.
El parque mágico (Dylan Brown)
Es una pena que un film tan interesante como este haya tenido unos resultados tan pobres en taquilla. Co-producida entre España (Ilionanimation) y EE.UU. (Paramount), es una apuesta fuerte (100 millones de $ de presupuesto) que se notan en la pantalla con una magnífica animación, funcionando fantásticamente en las escenas de acción (de verdad "sientes" que estás en las atracciones del parque) y también en las más dramáticas (son personajes muy expresivos). Con un bonito mensaje sobre la salvaguarda de la ilusión y el equilibrio de esta con la realidad, tiene momentos realmente emotivos y conmovedores gracias a una protagonista con la que se empatiza fácilmente. Quizás, por ponerle un pero, algunos personajes secundarios caigan en el tópico mas no echan a perder un conjunto bien resuelto.
Vengadores: Endgame (Anthony y Joe Russo)
Final de la saga más famosa del universo MARVEL, con despedidas y relevos importantes, "Vengadores: Endgame" supone la aparatosa culminación de un relato que ya empezaba a dar signos de agotamiento. En mi caso, la anterior "Vengadores: Infinity war" (2018, ídem), fue una decepción pues se me hizo larga y tediosa debido a una pesada tendencia a la gradielocuencia que cada vez es mayor en los films de superhéroes así que, quizá por no esperar mucho, ha resultado bastante satisfactoria para mí. Han sabido cerrar bastantes tramas sin caer en el ridículo, se ha logrado dar un final digno a ciertos personajes y se ha ofrecido un espectáculo de primera, con drama por doquier pero esta vez con una gotas de humor que la hacen muchísismo más llevadera. Viendo el final uno no ha podido sino acordarse de esas películas de antaño, con todas las grandes estrellas de Hollywood en películas de catástrofes, grandes y famosos actores hasta en pequeños papeles. Nada nuevo, nada malo.
Brexit (Toby Haynes)
Muy entretenido telefilm sobre la campaña que dio lugar a una de las mayores sorpresas en la historia de la política europea. Tiene a su favor lo candente del tema, su extrema amenidad y el gran trabajo actoral. Toby Haynes, curtido en series británicas clásicas (Doctor Who) y de "vanguardia" (Utopía, Black Mirror) logra que el espectador sienta un escalofrío ante lo que internet en general y las redes sociales en particular pueden hacer con nuestro libre albedrío si caen en manos de desaprensibos. En el debe, que no explique los motivos que llevaron a la convocatoria del referéndum y una lástima que en su tramo final, este apasionante thriller político, no sepa rematar, prefiriendo nadar y guardar la ropa, porque logra retratar perfectamente a una sociedad británica dividida y enfadada con el mundo.  ¿Trump? ¿el independentismo catalán? ¿los populismos? imposible no acordarse de ellos mientras se ve la película. Ojo a la estremecedora escena de la dinámica de grupo, un prodigio que cuenta en pocos minutos mucho más de la sociedad europea que cualquier documental.
Dolor y gloria (Pedro Amodóvar)
Premiada película (e interpretación de Banderas), éxito en taquilla y seria candidata para los próximos Oscar de la Academia, "Dolor y gloria" es la más personal de las películas de Almodóvar ya que, por una vez, no usa a los personajes ni a las tramas para esconderse: Banderas ES Almodóvar y todo lo que le sucede en los últimos años. Una película hermosa por momentos, emotiva a veces (Julieta Serrano protagoniza las mejores escenas) pero algo deslabazada. No es, para mí, su mejor cinta aunque sí se aleja de horrores como "Los abrazos rotos" (2009) o "Los amantes pasajeros" (2013). Aunque vuelva a su particular "universo", este Almodovar desde la excelente "La mala educación" (2004) parece haber cambiado, es más seco, más sutil y austero en las formas (no así en los argumentos). A mí me gusta aunque por el camino haya perdido espontaneidad, será que como el director que interpreta Banderas, la edad le ha cambiado.
"Joker" (Todd Philips)
Resulta difícil hablar de esta película sin pensar en todo lo malsano que rodea la sociedad actual (no hay más que ver nuestra España) así que sólo por ello me parece un film más que estimable: no es agradable, no hace concesiones y su protagonista es un perturbado.
Luego cada cual saca sus conclusiones, que si es una película contra las élites (aunque esté hecha desde las élites), que si es una crítica a los gobiernos que dejan tirados a los más desfavorecidos, que si se carga todo el origen del Batman...
A mí personalmente lo que más me ha gustado ha sido el humor. Todd Philips, especialista en el género, deja gotas de un negrísimo humor que siempre ha acompañado al personaje a lo largo de su andadura cinematográfica (más que en el cómic) además de hacer serio hincapié en que se trata de un tipo totalmente trastornado. Me encanta que la causa de dicho trastorno resulte ser su propia madre, algo tremendamente audaz en los tiempos que corren y, finalmente, constatar la tremenda similitud del film con "Taxi driver" y "El rey de la comedia", ambas de Scorsese, la presencia de De Niro no es en absoluto casual.
Yo soy Dolemite (Craig Brewer)
Otra película Netflix, esta vez a mayor gloria de un Eddy Murphy, en este caso productor, supongo empeñado en demostrar que es un actor serio. El producto tiene todos los ingredientes para resultar estimulante: biopic de un personaje "marginal" pero famoso, estética de los 70, combinación de comedia y drama. Además cuenta con los guionistas Scott Alexander y Larry Karaszweski, es decir, "Ed Wood" (Tim Burton, 1994), "Man on the moon" (Milos Forman, 1999) y otras películas de trama semejante.
Por ello es un film de "actor" y de "guionistas" más que de director (el para mí bastante mediocre Craig Brewer) y ese es precisamente el hándicap del film: la falta de brío narrativo y la puesta en escena convencional. Si a eso le añadimos un humor muy localista y la escasez de momentos dramáticos que den hondura a la trama queda un film tan ameno como plano, con muchos tópicos (el amigo gay, el guionista con ínfulas, los blancos estúpidos) y fácilmente olvidable. Una pena porque con estos mimbres y un personaje así pordría haber sido una gran película. Sólo una cosa me sorprendió gratamente: Wesley Snipes: una lástima que su personaje no tenga más metraje, es lo más diverido.
Puñales por la espalda (Rian Johnson)
Rian Johnson será muchas cosas pero un director convencional, no. Tras salir escaldado por la mala acogida (entre los fans) de "Star Wars: los últimos Jedi" (2017) decide embarcarse en este curiosísimo film de intriga, típico "quién lo hizo", con un reparto de lo más heterogéneo y un montón de sugerencias a lo largo de un metraje que se pasa volando. Basado en un guion propio pero que parece sacado de una novela de Agatha Chistie pasada por el filtro de Manckiewicz (los juguetes antiguos, las máscaras, la mansión y el personaje de Plummer recuerdan inevitablemente a "La huella"), Johnson ofrece un film muy personal, que habla de muchos temas y, en mi opinión, es más efectivo cuando es sutil pues los momentos paródicos sólo funcionan a veces. Una película que incluye claro mensaje anti-Trump, discutible cuando interfiere en la trama, la cual resulta fascinante sobre todo al inicio.
Tiene baches y algún personaje absolutamente esquemático pero es tremendamente honesta: la escena en que la maravillosa Ana de Armas (auténtica protagonista) mira un episodio de "Se ha escrito un crimen" dice mucho sobre ella. Un film que pronto se convertirá en una cult movie.

Imágenes: Marvel Studios, DC, Disney, HBO, El Deseo, NETFLIX, Filmation Entertainment.