19 dic 2020

Diciembre, 2021

Bricklin SV1, el vehículo creado por el Doctor M. Marrón, con el que viajé en el tiempo
 Hola a todos, soy Dacosica del futuro y os voy a contar cómo está la cosa en diciembre del año en el que algunos vais a entrar. No os voy a engañar, la cosa no ha mejorado pero mientras os cuento trataré de daros ánimos porque siempre hay que ver el lado bueno de las cosas, si no podemos reírnos un poco... ¿para qué vivir? Bien, empezamos. 

COVID19

Es una foto de 2021, lo prometo
Bueno pues tengo una noticia buena y otra mala. La buena es que el COVID19 está controlado y en unas semanas la OMS va a dar por terminada la pandemia a nivel mundial. La mala es sobre las vacunas. Este es un tema delicado... en fin, debido al corto espacio de tiempo de pruebas, están surgiendo efectos secundarios no deseados. A ver, ¿usted a visto "Indiana Jones y la última cruzada"? ¿sí? ¿recuerda lo que le pasó al malo cuando bebió del cáliz equivocado? Pues resulta que en algunos caso se han producido unos fenómenos en envejecimiento acelerado (e irreversible) que, sin llegar a resultar fatales, son algo...molestos. Nuestro presidente, para dar ejemplo, se puso la vacuna (da igual cuál, todas tenían efectos secundarios parecidos) y ya ven la foto, cómo ha quedado. Eso sí, no pierde el humor: ha pedido el bono social de la electricidad para Moncloa, se irá de vaciones con el IMSERSO y asegura que se ha apuntado en la "Complu" para mayores de 65 años y así terminar la tesina, que dice que tiene que añadirla alguna idea que se dejó fuera. Qué cachondo. Me parto con él. 

Economía Mundial

La economía está muy mal, esto va por ciclos. En realidad está muy mal en España, en general todos los países están saliendo más o menos, creando empleo, pagando deudas a China, pero a nosotros nos está costando un poco. Tener más de cuatro millones de parados es algo jodidillo y cuando se creó la renta mínima... o sea, mejor le dedico un apartado entero a nuestro país, perdón Estado. 

Volviendo al tema decir que lo del "reseteo" y la "nueva normalidad" no está saliendo como se esperaba. Es decir, mucho paro, mucho descontento en forma de disturbios, mayores diferencias sociales, descenso del nivel de vida en los países desarrolados, tensiones migratorias y mayor concentración empresarial que lleva al consumidor a no poder elegir. Sin ir más lejos, en Europa sólo hay ya 6 cías. con las que contratar internet, 6 grandes bancos y 6 empresas de energía, las cuales, han reducido la oferta tanto que ya sólo si estás sin empleo o eres un millonario con una finca particular llena de paneles solares puedes pagar la luz sin tener que quitarte de comer. El aire está más limpio, dónde va a parar, mas ahora importamos energría de las nucleares y térmicas de Marruecos que de vez en cuando cierran el grifo. Dicen que para Navidad o pagamos más o no tendremos luces de Navidad ni calefacción. Seguro que es un farol. Jejeje, "farol", jeje...en fin, perdón. 

Curiosamente, las grandes corporaciones salvo Facebook (a la que EE.UU. trata de dividir por actitudes monopolísticas) siguen viento en popa y ya han superado la crisis aunque ha sido a costa de reducir drásticamente sus número de empleados. Por cierto, a ellos no les afectan las subidas de impuestos. 

¡Qué potita y qué herposa es nuestra bandera!
República Democrática Española.

Sí, por fin somos una república, ya no tenemos Rey, que vive desterrado en la Isla de Cabrera, solo, como un penitente, pescando en una barca en renta, que pertenece a la República. Sus hijas y su mujer viven en Londres, van a un buen colegio y a ella no le falta de nada gracias a que no es aristócrata, si no habría sido reeducada como tantos hijos de Cayetanos y demás, en los CREE (Centros de reeducación especial para españolazos). 

Desgraciadamente, la conspiración de la extrema derecha y la pertinaz sequía, unida a la injerencia de la Presidenta Ayuso desde Madrid D.F., han evitado que la República sea un éxito. Ahora sólo tenemos 6 estados-libres-asociados: Países Catalanes (Cataluña, Valencia y Baleares), Euskalerría (que ahora incluye Navarra, norte de Burgos, Treviño y La Rioja), AndaluZía, GaliZia (han cambiado la nomenclatura, cosas de la "identidad regional"), Reino Astur (Asturias y León) y Castilla, es decir, todo lo demás. Madrid es un D.F. gobernado con mano firme por Jose Luís Nieto, quien roba a los ricos para quedárselo él. No existe la propiedad privada (salvo para el Gobierno, claro) y es un auténtico paraíso socialista. En Castilla gobierna Ayuso, quien ganó las elecciones pese a la llegada fuera de plazo de sacas de voto  por correo (declarado por la Junta Electoral como perfectamente legal) y pese a que perdió por goleada el voto electrónico (1% Ayuso-Franco 99% ). Los castellanos decidieron en que querían ser gobernados por la psicópata madrileña, la de los hospitales y los bajos impuestos. Igual el lema "Vota a Franco" confundió a sus electores. En fin, a ver si con el embargo de alimentos y medicinas que plantea el Gobieno entran en razón.

Retomando el tema económico decía que nuestros enemigos exteriores (e interiores) no nos dejan levantar cabeza, en el país donde sólo un 20% de la población no es funcionario, pensionista, parado, político o inmigr... quicir refugiado, ocurre que, sorprendentemente, no salen las cuentas. No hay dinero para la renta mínima ni para la renta de subsistencia ni para el subsidio de ayuda a la renta de subsistencia. Será por los efectos adversos de la vacuna, creo que el Gobierno contaba con que murieran más ancianos (además de la ley de eutanasia) y así ahorrar en pensiones pero ahora va la gente y se vuelve vieja de repente. Estos políticos son gafes. Ah, casi se me olvida, ahora Canarias es territorio en litigio pero seguro que con el referéndum que se celebrará en febrero bajo auspicio de la ONU y teniendo en cuenta que sólo han llegado 2 millones de marroquíes en los últimos 18 meses, gana la opción de quedarse en España.   

Como para no pillar una pulmonía, ¡pobre Biden!
EE.UU.

Es curioso pero en los Estados Unidos hay separación de poderes y no una democracia popular. Ellos se lo pierden. El caso es que, al final, resultó que sí le había robado las elecciones a Trump y sí, tras varios meses de tiras y aflojas, al final el hombre de la cara naranja volvió a la Casa Blanca. Qué papelon se ahorró Biden, el cual fue invalidado una semana después de sufrir una hipotermia durante el juramento presidencial. Dijeron que tenía "demencia senil", una sorpresa para todos dado que en campaña siempre estuvo lúcido. Papelón que sí montó Kamala Harris, que se ató a la mesa del Despacho Oval. Hicieron falta cien agentes del FBI y media docenas de SEALs para sacarla. 
No me extenderé mucho porque la verdad fue muy entretenido todo el proceso, con la Inteligencia, el FBI y espías chinos infiltrados. Parecía un episodio de Homeland, hasta hubo un intento (fallido) de asesitanto contra el presidente Trump. De momento no ha ocurrido la tan temida guerra civil debido a que los que tienen las armas, el valor para usarlas y las narices de defenderse son los que están con el presidente. Vamos, que en ni Manhattan ni en Hollywood la "revolución" ha pasado de unas tiendas saquedas y un par de incendios de varias manzanas. 
Bardem interpreta a un facista en "Defendamos lo público"
Cine y series

Al hilo de lo anterior, Hollywood ha decidido, por fin, cambiar la temática de sus películas y pensar más en el público nortemaricano medio. Para empezar, a los actores pro-Trump les llueven los proyectos en cine y TV: James Woods hará una biografía sobre los últimos años de Theodore Roosevelt; Kevin Sorbo una serie para Netflix en la que interpreta a un alcalde de un pueblecito de Ohio donde se ocultan una sospechosa familia llegada de N.Y. que (spoiler) en realidad son miembros del partido comunista chino; Kristy Alley será una senadora republicana a la que hacen la vida imposible un activista gay (Kevin Spacey) en el thriller político "Advise & non consent" y, finalmente, Gina Carano protagonizará un remake de "Desaparecido con combate" (ahora desaparecida) ambientado en Afganistán. Se comenta que Chuck Norris hará un cameo pero de momento el actor de oklahoma no se ha pronunciado. Jon Voigh hace papeles secundarios en todas las películas y series mencionadas y es candidato al Emmy y al Oscar. 
En España hay también tres interesantes proyectos: la adaptación a la gran pantalla de "Manual de resistencia" de Pedro Sánchez, dirigida por Alejandro Amenábar; "Qué he hecho yo para merecer un marido facha", próxima película de Almodóvar; y finalmente una serie producida por Movistar + Mediapro y escrita por Carlos Bardem: se trata de "Defendamos lo público", que nos narra las desventuras de una enfermera (Leticia Dolera) a la que obligan a trabajar en el Hospital Zendal de Madrid, donde sufre un sinfin de vejaciones: desde tener que aparcar el BMW en la calle hasta no tener máquina de café, pasando por tener un supervisor de VOX (interpretado con sadismo y deleite por Javier Bardem) y un compañero que le dice piropos (Willy Toledo).
El Gobierno las ha declarado "de interés artístico y patriótico", lo cual quiere decir que tienes que verlas en el cine o pagar cuando se emitan en la TV digital si no quieres enfrentarte a una durísima multa. 
Me parece bien. 
Bueno chicos, os dejo. Por supuesto no me vuelvo a 2021 ni de coña, y como sólo me queda una carga de plutonio (un viaje, una carga) lo voy a aprovechar para irme al mejor año de la historia de España: 1996, el año que ganó Aznar las elecciones. Usaré mis conocimientos para invertir en empresas como Amazon, Google o Facebook, y cuando sea millonario, apostarlo todo a que España ganará el Mundial de 2010. En el momento que llegue el bicho, estaré preparado porque, por supuesto, me llevaré al pasado la única vacuna que funciona. ¿Cuál? pues os daré una pista... no es la Rusa. ¡Salud y suerte! la vais a necesitar. 
¡FELIZ 2021!

P.D.: haced acopio de velas, linternas, infiernillos y (si podéis) generadores de electricidad. No, no es por un apocalipsis zombie o por la caída de un meteorito, a veces las energías renovables y el que a nadie se le corte la luz aunque no pague suponen ciertas molestias a la gente honrada. 

2 dic 2020

Un año de cine, 2020

Un año más, dacosica es fiel a su cita con el séptimo arte y deja aquí unos comentarios sobre las películas del año del virus. Como no podía ser de otra forma solo una pocas, las dos primeras comentadas, fueron visionadas en salas, la explicación sobra. Vamos allá:
 - "Abominable", de Bill Culton y Todd Wilderman
Producción animada Dreamworks ambientada en China, es un agradable film tanto en lo visual como en la historia por más que esta recuerde a otras ya vistas (es una especie de "E.T." pero con un Yeti). En la parte animada es difícil en estos días sorprender al espectador pero lo logra especialmente con los paisajes y, destacando, un uso del color más que estimulante. En lo que a la historia se refiere quizá abuse mucho del factor "mágico" para resolver situaciones aparentemente sin salida mas a su favor está una buena construcción de los personajes, tanto positivos como negativos, sin caer en el tópico. Una película muy recomendable para niños y aceptable para cualquier adulto exigente.
- "Las aventuras del Doctor Dolittle", de Stephen Grahan

Precedida de dos estrenos aplazados y una feroz campaña en contra en las páginas especializadas en críticas cinematográficas, se trata de una obra basada en el personaje creado por Hugh Lofting, y por tanto no es una adaptación, lo cual le permite ser más aventurero.
Film dirigido eminentemente a los más pequeños, doy fe que entretiene y está dirigido e interpretado con dignidad (Banderas, Boadbent, Sheen le ponen empeño) además de contar con un gran acabado y una enorme ligereza. De hecho, da la impresión de ser un film "cortado" en la sala de montaje, sobre todo en la parte del castillo. Sólo echo en falta un poco más de entusiasmo por parte de Robert Downey Jr, que no parece dar lo mejor de sí mismo y que el tono fuera menos almibarado. En compensación la parte cómica casi siempre funciona.
- El faro,
de Robert Eggers
Una gran decepción la que sufrí tras el visionado de esta película que prometía mucho y que, por lo menos hasta la mitad de su metraje, resultaba como mínimo estimulante. Dirigida por un autor de estos que gozan de repente de un gran prestigio en el género fantástico (en este caso por la película "La bruja", que ya no pienso ver) y recurriendo al siempre agradecido blanco y negro, este film de ¿terror? que sólo logra un par de momentos inquietantes, juega más al asco escatológico y al montaje caótico (así esconde un guion que no da para mucho) que al terror psicológico o la intriga. Un tremendo fiasco del que no se salvan ni sus esforzados intérpretes, una William Dafoe pasadísimo y un correcto Robert Pattison, que se ve en un fregao de lucha "de clases", tema de moda en el cine actual, sin mucho sentido. 
- The Gentlemen: los señores de la mafia, de Guy Ritchie
Ritchie es siempre un valor seguro, incluso en sus peores películas ("Revolver", "Rock'n Rolla") sus historias de gangsters de baja estofa que quieren dar un gran golpe, resultan entretenidas. Esta, además, contiene alguna sorpresa argumental, algún giro tan gratuito como ingenioso que la hace más apreciable en comparación a sus últimos trabajos, films dignos pero carentes de chispa como el díptico del Holmes o la adaptación de Aladdin (no he visto su versión de la leyenda artúrica).
Guy Ritchie cuenta con un reparto muy equilibrado, con grandes estrellas y actores desconocidos que con descaro y fuerza hacen que la trama avance con facilidad, hacia territorios conocidos por los que somos fans del cineasta mas, precisamente por ello, realmente resulta una experiencia gozosa, muy ajustada en cuanto a comedia, cadáveres recalcitrantes, acción seca y autorreferencias. 
- Le Mans '66, de James Mangold
Desde su debut con "Heavy" (1995) James Mangold no ha hecho sino superar las espectativas con films de gran calidad, pero viendo "Le Mans '66" uno no puede sino pensar que fueron esas (bajas) espectativas las que hicieron ver con mejores ojos films como "Copland" (1997) o "En la cuerda floja" (2005) y ser condescendiente con "Kate y Leopold" (2001) o "Noche y día" (2010). Yendo al fondo de la cuestión, la pelícual es, como cabía esperar de una superproducción de Hollywood, una gran espectáculo, muy bien rodado, con vibrantes momentos en las carreras e incluso algún acierto dramático (la realción padre-hijo, con todo poco explotada). También está interesante la rivalidad entre Ford y Ferrari, mas siempre queda la sensación de que a la película le falta 'algo', emoción o drama, y no termina de despegar ni siquiera en el dramático final. Una pena, pues se trata de un producto más que digno que pudo ser mucho más. 

Las películas de la cuarentena
- "Sonic", de Jeff Fowler
Uno de los pocos films estrenados este año antes de la pandemia y, por tanto, de los que lograron una destacable recaudación en salas. Es, como no podía ser de otra manera, el típico producto para toda la familia que de un lado busca la complicidad del espectador talludito pero aficionado a los videojuegos desde hace décadas y de otro a los más pequeños. El resultado es digno, entretenido, visualmente imaginativo y en lo interpretativo, correcto, con un Jim Carrey felizmente recuperado para las cucamonas y las tonterías. El protagonista resulta simpático, incluso sientes un poco de ternura por este erizo venido de otra dimensión que añora su hogar. Deja abierta la puerta, como no podía ser de otra forma, a una segunda parte.  
"AD Astra" de James Gray
Con muy buenas críticas pero no tan bien recibida por el público, "AD Astra" es una sci-fi de nueva generanción a sumar a otras como "La llegada" (Denis Villeneuve, 2016) o "Interstellar" (Christopher Nolan, 2014). Todas ellas con intención de ofrecer obras reflexibas y a la vez espectaculares. He de decir que conmigo Gray ha acertado, la película se me pasa volando (se le ha reprochado que es aburrida) y, ni que decir tiene, el espectáculo visual es impresioante pese a que apenas hay acción y la trama, bien mirada, es sencilla. Buen hacer de Pitt y Tommy Lee Jones en esta variante de "El corazón de las tinieblas" (Joseph Conrad) espacial que logra conmover, algo importante en un género que siempre acaba resultando "frío". Una pena verla en pantalla pequeña, en cine debe ser impresionante.
"Rocketman" de Dexter Fletcher.
Agradable sorpresa la que me llevo con este film que vi sin demasiadas espectativas. Fletcher, actor desde niño (Lock & StockRevolución, El sueño del mono loco) antes que director, es el gran valedor del éxito de "Bohemian Rhapsody" (Brian Singer) que terminó tras el despido del director americano. Se trata de una biografía dramático-musical de Elton John nada cómoda para con el personaje, sin concesiones sobre su carácter y con unos números musicales perfectamente encajados en la historia (por ejemplo cuando compone "Your song" para su hermano). También ayuda mi desconocimiento sobre la vida del cantante, lo cual la hace menos previsible, además de tener buen ritmo, magnífico vestuario y ambientación. Aunque es Taron Egerton como Elton John el que sostiene la película de manera magnífica, los secundarios como Jamie Bell o Bryce Dallas Howard están perfectos. Espero ver más películas de este actor-director británico, talento tiene de sobra.

Imágenes: DreamWorks, Universal, Regency, Miramax, 20th Fox, Paramount.

20 nov 2020

Tintín, un clásico

 

¿Por qué falta uno?
El clasicismo se bate en retirada en todas las artes. Ya sea por culpa de unas élites caprichosas o por el cada vez menos exigente sistema educativo, los autores "de toda la vida" son mil veces citados pero poco leídos y nunca aplicados. Hoy, más que nunca se lleva el juzgar lo de antaño con los ojos del presente, algo injusto, pero alcanza niveles catastróficos si nos ponemos ya en plan justicieros con antiguos conquistadores, políticos o artistas. Cristóbal Colón, Bernardo Bertolucci, Hernán Cortés, George Washington o Winston Churchill tienen poco o nada que ver entre ellos más ahora son vilipendiados por sus obras y sus discursos debido a que una turba poco educada e híperagitada con vaya usted a saber qué intenciones, les quiere "borrar" de la Historia. 

Todo esto viene a cuento para poder hablar de Tintín, o más bien de su creador, George Prosper Remi, alias Hergé, autor de varias obras que, vistas por gente aburrida, necesitada de justificar su sueldo o simplemente mal de la cabeza, critica su obra, más concretamente la segunda de ellas, su famoso "Tintín en el Congo" que acabó en los tribunales en 2007, aunque la justicia Belga falló en contra de las acusaciones de "racismo y vejaciones" hacia los habitantes del Congo.  Pronto sucederá algo parecido con "Tintín en el país de los soviets", una obra de marcado carácter anticomunista lo cual es, hoy día, un pecado. Qué pena todo. 

Pero de la necesidad haremos virtud y como me he repasado recientemente algún álbum del periodista del tupé rubio, vamos a comentarlos y a disfrutar de ellos...mientras nos dejen.

Tintín en el Congo (1946)

Comentamos la edición que circula hoy día, la de 1946, porque es lo que quiso Hergé, que al fin y al cabo es el padre de la criatura. En ella vemos al ya famoso repotero en África, donde es bien recibido por los nativos además de que se le rifan los periódicos de todo el mundo para que les envíe sus crónicas. 

Muchas cosas hay llamativas en este albúm: la abundacia de acción, donde Milú tiene gran protagonismo; los animales, todos ellos extremadamente agresivos, a los que Tintín no duda en liquidar (es de largo la obra con más disparos, incluso más que cuando viaja a América); los malvados son también muy violentos y desalmados aunque algo torpes. Entre otros ejemplos, Tintín despelleja a un gorila que acaba de matar para ponérselo como traje o hace que una serpiente se coma a sí misma. 

Otros detalles a destacar son, la presencia de un religioso que le ayuda, la muerte de un malvado devorado por hipopótamos (antes se encomienda a Dios) o la trepidante huída final, con avión incluído, que llevará al reportero y su mascota a su siguiente aventura en EE.UU. Un cómic de un dibujo si no tan detallista como luego veremos, sí efectivo, dinámico y bello. 

El secreto del Unicornio (1942-43)

Publicado durante la ocupación alemana, "El secreto del Unicornio" es un álbum muy respetado por crítica y tintinéfilos debido a su elaborada trama, su elegante dibujo (vehículos, edificios, vestuario) y el mayor protagonismo de Haddock, el cual ya había debutado en la serie dos números atrás. 

Sin duda el mejor momento de la historia acontece cuando Haddock le cuenta a Tintín la historia de su antepasado, Sir Francis Haddock, una espectacular historia de piratas, con traiciones y, cómo no, un tesoro. Los dibujos de Hergé están a una altura difícil de igualar y el Unicornio se gana, por derecho propio, el ser un barco mítico en la historia del cómic. 

Personalmente aun gustándome me acaba resultando un poco alargado todo, quizás sea de cara a su resolución en "El tesoro de Rackham el Rojo", y las torpezas de Hernández y Fernández terminan por ser irritantes. Más estimulante me parece la aparición de Néstor, futuro mayordomo de Haddock, el cual tiene una actidud digamos que excesivamente agresiva hacia nuestro héroes. 


Las 7 bolas de cristal (1943-44)

Publicado en la era de esplendor del personaje, donde los viajes eran cada vez más exóticos y las avenuras más enrevesadas, la situación de dominio nazi en Bélgica hace que Hergé opte por una historia de mero entretenimiento, para mí una de las más fascinantes por sus toques "mágicos" cuando no terroríficos. 

Bebe, claramente, de un hecho real, la llamada maldición de Tutankamón aunque trasladada la acción a Perú y la cultura Inca. Deja un montón de interrogantes que luego se resuelven en el siguiente álbum aunque destaca como obra en solitario y por méritos propios dada la riqueza de su dibujo, el estilo línea clara en su mayor momento de gloria. 

Como ya ocuría en obras anteriores, aparecen personajes de otras historias como el General Alcázar, ahora en el exilio tras las aventuras de "La oreja rota" (1937) o Bianca Castafiore de "El cetro de Ottokar" (1939) y lucen espléndidos los vehículos (Opel Olympia p.e.), la mansión de Haddock y la terrorífica momia de Rasca Pacac.

El templo del Sol (1948)

Espectacular resolución del argumento expuesto en "Las 7 bolas de cristal", está ambientado casi totalmente en sudamérica y permite al autor (y sus colavoradores) lucirse en los escenarios, tanto naturales como construidos por el hombre. Una vez más Hergé respeta al máximo el "realismo" de la historia gracias a una vasta documentación sobre culturas, vestimente y costumbres sin descuidar acción trepidante (el tren sin control, p.e.). 

Tintín, Haddock y Milú viajan a Perú en busca de Tornasol, raptado por una secta que aún venera a los dioses Incas. Tras un arduo viaje, son capturados pero un fenómeno astronómico podría salvar sus vidas. Aquí se resuelve todo, algo que me encanta y que hoy día rara vez vemos no solo en tebeos sino también en cine o TV. No creo que se haga para dar "riqueza" a la historia, más bien me parece vagancia pero ese es otro asunto. 

Con el tema clásico de la novela de aventuras de la ciudad perdida, Hergé vuelve a mezclar influencias de todo tipo que dan lugar a un álbum redondo, sin fisuras en la historia y con un colorido y riqueza en el dibujo que ya era lo habitual. Magnifico. Y ojo a la cocaína...


Objetivo: la Luna (1950-52)

No sé si el díptico formado por esta historia que nos ocupa y su continuación, "Aterrizaje en la Luna" son las mejores obras de Hergé mas está claro que son, a día de hoy, las más icónicas: todo el mundo, incluso los que no han leído a Tintín en su vida, conocen estos álbumes y su merchandising asociado es tremendamente exitoso. 

Esta primera parte es más árida por lo que tiene intriga y, sobre todo, de explicación científica, ya que el autor trató de ser lo más fiel a la realidad, algo que, en cierta forma, logró anticipándose a futuras misiones a nuestro único satélite.

Sin embargo no se trata de una obra menor, antes al contrario abunda la acción, algún toque humorístico y el suspense bien creado ante los continuos casos de sabotaje que sufre el proyecto. Un álbum excelente e imprescindible para disfrutar del siguiente. 

Aterrizaje en la Luna (1952-53)

El mítico cohete X-FLR6, basado a su vez en el V-2, logra aterrizar en La Luna tras un accidentado viaje, con Haddock poniendo en peligro la misión por su afición al whisky.

Muy realista en prácticamente todos los detalles del viaje (recordemos que todavía el hombre no sólo no había viajado al satélite sino que aún  no había estado en el espacio), tiene un momento dramático en la vuelta que está entre lo mejor de toda la obra de Hergé: el torturado personaje de Wolff y su sacrificio es algo nunca visto en las historias del personaje, aunque el heroísmo y la generosidad hacia los demás siempre son valores resaltados por el autor a lo largo de los años.

Poco más que decir sobre esta magnífica obra, que más que leer se disfruta, mirando embelesado los paisajes lunares que un periodista belga, antes que nadie, pisó y recorrió junto a sus colegas y su mascota, el primer perro con traje de astronauta. 

Todas la imágenes son propiedad de Editorial Casterman. 

3 nov 2020

Brutos, sucios, malos

El Wimblendon F.C., saludando a la afición 
No nos engañemos: los malos resultan atractivos. Y si encima tienen éxito, más, solo hay que ver a nuestro presidente y su gobierno, mayor panda de mentirosos, hipócritas, traidores y déspotas no ha existido en la moderna democracia pero ahí está y cuentan (pese a la que está cayendo) con las simpatías de más de la mitad de la población. 

Así pues, combinando nostalgia y fascinación por los deportistas de carácter, dacosica le dedica esta entrada a cinco equipos de fútbol que, siendo justos, lograron justos triunfos debido a su esfuerzo y su calidad innata aderezado todo ello, eso sí, con un gusto por el "juego al límite" (eufemismo para no llamarles leñeros) que les hizo difícilmente superable. 

Estudiantes de la Plata, reyes de sudámerica y de las encerronas. 

Aunque se le considera siempre como un equipo por debajo de los llamados "Cinco Grandes" del fútbol argentino, Estudiantes de la Plata tiene un palmarés comparable a cualquiera de ellos, de hecho, sólo Independiente y Boca Juniors tienen más Libertadores que él. La mayoría de sus triunfos se cimentaron con la confección de un equipo que, a finales de los 60 y comienzos de los 70, logaría tres entorchados sudamericanos, una Copa Interamericana (1969) y una Intercontinental (1968) amén de distintos trofeos locales. Dicho esto, también se ganó una cierta fama de equipo "canchero" y duro, que no dudaba en pinchar con alfileres (sic) a los rivales y, por supuesto, eran bastantes expeditivos tratando de detener el juego del rival.

El momento "cumbre" de su juego y el que a la postre significaría el comienzo de su declive, sería la Copa Intercontinental jugada en 1969. Estudiantes llegó al partido disputado en la "Bombonera" (más grande que su estadio Jorge Luís Hirschi) tras perder 3-0 en la ida frente al Milan, los platenses se pusieron en modo macarra e híperventilado. El resultado fue 2-1 para los argentinos, el título para los italianos que también se llevaron de regalo una buena andanada de codazos, patadas y golpes que, entre otras cosas, dejaron inconsciente al delantero del Milan, Néstor Combin. La dictadura argentina, avergonzada del papelón internacional, (fue televisado a todo el mundo) metió en la cárcel a tres futbolistas del Estudiantes por desórdenes públicos. En fin, una pena porque en aquél equipo destacaban varios jugadores de gran calidad, como Juan Ramón Verón, o Carlos Salvador Bilardo, luego brillante entrenador que haría a Argentina campeona del Mundo y a Estudiantes campeón Nacional desde el banquillo. 

Tras unos años 90 poco destacados, en 2006 ya ganaron el título nacional con un joven entrenador llamado Diego Pablo Simeone, que les devolvió ese carácter competitivo y ganador.  Estudiantes volvió a ganar la Libertadores (con Verón hijo como figura) en 2009 aunque ya sin llegar a ser el equipo dominador que fue por aquellos años gloriosos de Conigliaro, Bilardo y cía. 

                     Los "carniceros" del Granada C.F.
Unas líneas más arriba les he contado que un jugador del Milan fue agredido por un jugador de Estudiantes de la Plata, no dije su nombre porque reaparece en la historia: Ramón Alberto Aguirre Suárez. Tras la sanción por pisarle la cara y romperle el pómulo al bueno de Combin, el astuto presidente del Granada C.F., Cándido Gómez Álvarez, se lo trajo a España y formó con el paraguayo Pedro Fernández la pareja de centrales más terrorífica del fútbol español. 

El Granada logró, en la primera mitad de los 70, dos sextos puestos y el "pichichi" de la liga gracias a su delantero Porta. Jugaban, al parecer, bien al fútbol y lograron derrotar, en la temporada 71/72, en "Los Cármenes" a Athletic, Barcelona y Real Madrid. A sus éxitos también contribuye la durísima pareja de centrales a los que se uniría el centrocampista defensivo uruguayo Montero Castillo, otro segador de piernas que sembró el pánico entre los delanteros rivales.

Siempre dados a asustar al rival, yendo al límite y con la habitual permisividad arbitral de la época, Fernández, Aguirre Suárez y Montero Castillo hicieron del Granada un club temido. Mas todo cambió con la brutal entrada de Fernández al madridista Amancio, que le costó una sanción ejemplar y supuso el principio del fin de sus años dorados.

Hoy el Granada vive otra época de éxito, también basada en la intensidad y el arrojo pero siempre dentro de la legalidad. Que les vaya bien por Europa y siempre que no jueguen contra el Madrid o el Pucela.

   El Lazio de las pistolas

Los años setenta fueron una época convulsa en el mundo e Italia no fue una excepción. Terrorismo de izquierdas y derechas, inseguridad ciudadana, inestabilidad política...y claro, el fútbol no es ajeno a estos temas.

El Lazio juntó en la primera mitad de los 70 un gran equipo en el que destacaban el trío de defensas: Wilson-Martini-Petrelli, el portero Pulici y el goleador, jugador polémico, provocador y pendenciero llamado Giorgio Chinaglia. Había dos facciones completamente enfrentadas, hasta el punto de ir armados y no compartir vestuario (salvo en los partidos, porque no les quedó más remedio), donde los "moderados" (Wilson, Pulici) eran de derechas y los otros eran algo más que de derechas, aficionados a llevar siempre encima un arma de fuego. Pero en el campo era otra cosa, una conjunción armoniosa y milagrosa de entrega, calidad y esfuerzo les hicieron acreedores del título de campeones del Scudetto en la temporada 1973-74; quizás se odiaran entre ellos pero en el campo el que rival que tocara a un compañero, que se preparara. Todo ello era posible gracias a Tommaso Maestrelli, el entrenador, un padre para el problemático Chinaglia y conocido como don Tommaso por todos, que le respetaban enormemente. Mas al año siguiente todo empezó a derrumbarse, Maestrelli enfermó y dejó el equipo; al año siguiente, Chinaglia se va al Cosmos de Pelé, y en 1976, sólo un mes después de la muerte de su querido Maestrelli, fallece durante un atraco, aún no aclarado, Re Cecconi, uno de los pocos jugadores que nunca iba armado el cual, ironías de la vida, moría de un disparo. 

Pero ahí queda su memoria, el primer título para el equipo romano, siempre enfrentado a la Roma (entonces el equipo de "izquierdas"), siempre provocador, castigado un año sin jugar competiciones Europeas por agredir a un árbitro en un partido de la Copa de la UEFA, que nunca le perdía la cara a un rival y que encima, dicen, jugaba bien al fútbol. Una pena no haberlos visto en la Copa de Europa contra el Bayern de Beckenbauer, el Farsa de Cruyff o el Leeds United, otro equipo duro de verdad.  

                      El Athletic de Clemente.

A Javier Clemente se le recuerda especialmente por dos cosas: hacer una selección rocosa, que acabó como todas y crear el último Athletic campeón de Liga y Copa, lo cual no es poco. Personalmente me parece un personaje altamente rencoroso, no sé si por ser un futbolista frustrado, debido a una grave lesión, por su carácter o por haber creado un personaje ad hoc de cara su oficio. Declarado antimadridista, enfrentado con una parte de la prensa por la cual yo tampoco siento mucho afecto y líder de la cruzada contra los vendehumos del fúbol "arte", se ha pasado no pocas veces de frenada en sus declaraciones, faltando al respeto hasta a gente enferma o con minusvalías (como en el caso del periodista J.J. Santos) lo cual me termina de convencer que no es mejor que a los que critica. 

Pero estamos hablando de fútbol y ahí el de Baracaldo tiene mucho de qué presumir. Es verdad que en aquella época, sin apenas extranjeros y con un reglamento que no defendía demasiado el fútbol de toque, su Athletic lo tenía más fácil, mas es justo reconocer que ganar dos ligas seguidas y una Copa del Rey al Madrid y a un poderoso y millonario F.C. Barcelona, tiene su mérito. 

Es cierto que de entonces se le recuerda, más que por sus éxitos, por las polémicas con Menotti, "es un bluff que vive de desprecios y metáforas" llegó a decir de él, y por la famosa patada de Goicoechea a Maradona a quien rompió el tobillo, en una acción que no mereció ni amarilla, mas ya digo que era un equipo sin fisuras, no exento de talento (Sarabia, Argote, De Andrés, Urquiaga, Dani, Zubizarreta...), que sin tener un gran goleador sabía sacar sus partidos adelante con el esfuerzo del grupo y que era ultracompetitivo. 

Tras el éxito viene, inevitable, el declive, su enfrentamiento con Sarabia termina con él fuera del equipo y aunque volvió años después ya nada era igual. Quedan para la historia sus logros y sus exabruptos. 

Wimblendon F.C., the Crazy Gang.

Terminamos con un equipo inglés, que en lo de brutos, le ganan a cualquiera. De cuando en vez se producen "milagros" en esto del fútbol, que es lo que le da interés, y el pez chico se come al grande. El Liverpool se plantó en la final de la FA Cup de 1988 como campeón de liga y claro favorito ante el modesto Wimbendon, un equipo que encaja perfectamente con el perfil que estamos "estudiando" aquí: aguerridos, cuando no violentos, esforzados y con una pizca de talento. En este caso, muy poco. 
La final, que ya pintaba incómoda por el rival, se le fue poniendo cada vez más cuesta arriba para los Reds hasta que el delantero norirlandés (de padre ecuatoriano) Lawrie Sánchez anotaba el 0-1 al borde del descanso. La segunda parte fue un monólogo del Pool que desperdició un penalty, atajado por David Beasant, y al que anularon un gol obra de Peter Beardsley. La llamada "Crazy Gang" hacía historia. 

Y no era casualidad su nombre, muy dados a las bromas, su presidente decía que los únicos hooligans del club eran los futbolistas, jugadores tan heterodoxos como Eric Young, que jugaba con una diadema en la frente para proteger una cicatriz; como el agresivo Dennis Wise, poseedor de una fina zurda y muy mala leche; el elegante y malogrado Laurie Cunningham, que jugaría aquel día su último partido en Inglaterra, justo antes de volver a España; y el mítico, malencarado y terrible Vinnie Jones, hoy actor, siempre macarra y auténtico líder en la cancha. Marrullero, editó un vídeo con recomendaciones para "parar" a los delanteros, Jones dijo antes del partido una frase para la historia "el Liverpool nunca caminará solo, pero después de jugar contra el Wimblendon, nunca caminará."
Su juego era el típico inglés, poco elaborado y nada vistoso, mas su sexto puesto en liga aquél año demuestra que no sólo eran ganas y patadas. 

Al año siguiente, al no poder jugar en Europa por la sanción a los clubes ingleses tras la tragedia de Heysel, su directiva decidió vender a sus jugadores más destacados, de los cuales solo Wise, en el Chelsea, hizo algo reseñable. Poco a poco fueron bajando de categoría hasta que hace unos 15 años, el club desapareció. Ha sido refundado, se mueve entre las categorías más humildes del balompié inglés, pero su leyenda y su único éxito, sigue siendo recordado.

Nota final: Me he permitido tomar el título de esta comedia italiana del gran Ettore Scola para la entrada, aunque los protagonistas de dicho film son peores personas que algunos futbolistas que aquí aparecen. 

Referencias:

https://memoriasdelfutbol.com/lazio-pistolas/#Un_vestuario_lleno_de_gangsters

https://odioeternoalfutbolmoderno.es/la-crazy-gang

18 oct 2020

Libros infantiles

En contra de lo que se pueda pensar, la literatura para los niños o también llamada "infantil" tiene, por lo general, una calidad alta pues tiene que superar no sólo el dictamen de quien compra (padres o familiares)  sino también el que en lo lee. Quiero decir que ha de gustar tanto a unos como a otros siendo las motivaciones de ambos bien distintas. Por añadidura, las ilustraciones suelen ser claves tanto para llamar la atención del que compra como para darse a entender al que aún no domina completamente la bella práctica de la lectura.

Así pues, vamos a repasar unas obras que van entre lo clásico y lo moderno, muy distintas e igualmente interesantes de cara a incentivar no sólo la lectura, sino también estimular otras facultades de los niños ¿Lo consiguen? Yo aquí doy mi opinión, pero mejor pregunten a los chavales, ellos casi siempre son sinceros.

El monstruo de los colores, Anna Llenas, Ed. Flamboyant.

Probablemente uno de los libros infantiles más famosos de los últimos años, no hay biblioteca, guardería o colegio que no cuente con, por lo menos, un ejemplar del mismo o de su continuación "El monstruo de los colores va al cole".

Es un libro para niños muy pequeños, vaya eso por delante, pero sobre todo orientado no tanto a mostrar una enseñanza o a entretener como a explicar y controlar las emociones de los niños. En este aspecto, la verdad es que no es algo que me convezca demasiado por más que psicólogos y pedagogos lo tengan en un pedestal. Ni siquiera el hecho de estar protagonizado por un monstruo es algo ya original ni transgresor. 

Los dibujos son pretendidamente infantiles, poco elavorados y simplones, otra manía que no comparto pero de la que este cuento no es el único ejemplo. De todas formas sí reconozco que su éxito es incuestionable aunque no sé si es imputable más a los adultos, que nos empeñamos en ensalzalo, o a los niños a los que (¿realmente?) les gusta. 

¡Cómo el Grinch robó la Navidad!, Dr Seuss, Ed. Beascoa.

Probablemente uno de los cuentos infantiles más famosos, El Grinch es un personaje que ya ha pasado al imaginario colectivo no sólo de los niños de EE.UU., sino de todo el planeta, gracias al memorable cortometraje de Tex Avery, primero, y a las distintas adaptaciones cinematográficas después.

Dr. Seuss es uno de los autores de libros infantiles más queridos en su país y, pese a no ser un gran dibujante, ilustra con acierto sus obras, como es el caso de este Grinch, personaje amargado, siniestro y feo, que no sólo odia la Navidad, sino a todo el mundo. Víctima de una mala experiencia infantil (los traumas en la infancia, buen tema este), el Grinch vive solo en la montaña con su perro Max, al que maltrata y desprecia pero que servirá como cooperador necesario para robar, no sólo los regalos de la ciudad de Villaquien, sino también su decoración. Obra llena de humor e ironía, que hace que sintamos simpatía por el "malo", es una crítica hacia el materialismo pero también hacia aquellos que critican a los que celebran la fiesta Navideña, pues los felices y afectuosos quienes dan un ejemplo generosidad y perdón demostrando que el protagonista los había juzgado mal. 

Desde el punto de vista educativo o moral, es un libro perfecto. Como entretenimiento, delicioso, y su texto en forma de rima, lo convierten también en divertido e ideal para leerlo a los chavales, por más que muchos dobles sentidos y bromas se pierdan en la traducción, cosa que no me parece grave pues es excelente. Muy recomendable el corto de Chuck Jones, una verdadera obra maestra con un siniestro Grinch y narración de Boris Carloff. 

Doctor De Soto, dentista de animales, William Steig, Ed. Blackie Books.

El Doctor De Soto es un respetado dentista que se encuentra ante el caso más difícil de su carrera: un zorro tiene un terrible dolor de muelas y le pide ayuda. De Soto se mueve entre el deber de ayudar a los demás (se trata además de un médico) y el afán de conservación pues el zorro, durante la difícil maniobra de extracción de la muela, podría comérselo. 

De un estilo sutil y con unas muy clásicas ilustraciones a cargo del propio autor, se trata de un libro no solo con moraleja y ejemplarizante, sino también entretenido y hasta con un punto de suspense de cara su resolución. Un ejemplo magnífico de que la inteligencia es simpre la mejor arma en situaciones difíciles en las que se puede ayudar a los desmás y la vez ser precavido. 

El autor, William Steig (1907-2003), fue también un exitoso autor norteamericano de libros infantiles, cuyo mayor éxito fue "Shrek!" (1990), obra que logró una enorme repercusión con sus adaptaciones cinematográficas. 

Detective Culete, Troll, Ed. Beascoa.

Japón siempre ha producido mucho material de entretenimiento infantil, más aquí solo llegaban videojuegos, comics (el manga no es sólo para adultos y adolescentes, también piensan en los más peques) y sobre todo series de TV. Si estas últimas tenían éxito, a lo mejor alguien se atrevía a editar un cuento a rebufo de su éxito pero es rarísimo. 

Por eso siempre es una feliz noticia el que llegue a nuestro país un título como "El detective Culete", obra de un equipo que se hace llamar Troll (sic) formado por la ilustradora y guionista Yôko Tanaka y el también ilustrador y guionista Masahide Fukasawa, que hacen un delicioso trabajo tanto en las aventuras detectivescas de su protagonista como en las magníficas ilustraciones, infantiles en la forma pero llenas de detalles en segundo plano y colorido.

El libro no es solo un relato, el lector también tiene que seguir resolver enigmas para adivinar quién es el culpable (ladrón, secuestrador, estafador): hay laberintos, juegos estilo "¿Dónde está Wally?" y acertijos. De momento sólo se han editado dos obras en España: "El detective Culete" y "El detective Culete: En busca del diamante de colores" pero en su país de origen ya hay hasta una serie animada. Esperamos con impaciencia más Culete por aquí. 

El único reparo que se le puede poner es que es algo escatológico (como se puede ver, su protagonista tiene cara de culo y su mejor arma es... tirarse pedos) mas es algo que hoy día ya tiene poca importancia. Más que recomandable para niños desde 4 años.

Nota: todas las imágenes y sus derechos pertencen a los autores y editores originales. 

28 sept 2020

Ciclismo sin fuste


El "Zor" en Italia era "Gemeaz", un equipazo

Tras el sorprendente triunfo del esloveno Pogaçar en el Tour a uno le apetece recordar batallitas y buscar en el baúl de los recuerdos de un deporte muy maltratado en las últimas décadas por el gran público, abandonado ahora por las instituciones (hay que recordar que en 2006 en España había ¡15 equipos! profesionales, la mayoría con dinero público) y los patrocinadores y muy necesitado de nuevas estrellas como Pogaçar, Evenepoel o Bernal, quienes deben darnos espectáculo y alegrías en los próximos años. También estaría fetén que no se doparan y aunque todos sabemos que es un deporte "cabeza de turco" da la sensación de que no aprenden. 

Así que hoy vamos a divertirnos un poco recordando el lado más modesto, humilde, curioso y cutre de los equipos ciclistas, unos grupos deportivos con una idiosincrasia muy particular por su absoluta dependencia de patrocinadores, mecenas y grandes vueltas, que es donde se mueve realmente el dinero de los premios. Ahí vamos:

El madiot hay que reconocer que era bonito

El equipo de la cantante, De Kova Lejeune

En ciclismo hay patrocinios de todo tipo, desde marcas de ropa hasta pruebas de embarazo, pasando por cerillas incluso tapicerías (Ton Ton Tapis) pero lo que nunca hemos vuelto a ver es el caso de este extraño equipo francés de corta existencia (sólo compitió en la temporada 1973), cuya mecenas era una cantante llamada Miriam de Kova... ¿no les suena? Lógico, porque no vendió ni un disco. El resultado lo pagaron los ciclistas, que se quedaron sin cobrar parte de sus sueldos y el equipo desapareció en agosto de ese mismo año, sin siquiera acabar la temporada. Bueno, tampoco nos vamos a ensañar con los chicos, que sólo ganaron dos carreras menores en todo el año. De donde no hay...

Paul con sus chicos, en los primeros y mejores tiempos

En nombre del veganismo, Lynda McCartney Racing Team

Tras el fallecimiento de la mujer del beatle Paul McCartney, la empresa fundada por ella misma, Lynda McCartney Foods, especializada en comida vegetariana y vegana, buscó en cliclismo publicidad. Fue proyecto tan modesto como heterodoxo, pues obligaban a los ciclistas a llevar una dieta vegetariana. Hasta aquí todo bien, era un equipo de tres al cuarto, que sólo corría en Gran Bretaña con corredores de la tierra, en cuatro años sólo participó en una gran ronda (Giro 2000') con resultados poco destacables mas en 2001 llegó el desastre. Desde el año anterior, el ex-ciclista Julian Clark quiso que el Lynda compitiera internacionalmente pero para ello hace falta pasta. El día de la presentación de la temporada saca un madiot con dos nuevos sponsors: Jaguar y Jacob's Creek. Todo ok salvo porque ninguna de las dos marcas dieron permiso para ello. La UCI descubrió, además, que no tenían avales y que ni siquiera Lynda McCartney Foods había puesto un duro, sólo autorizaba a Clark a usar su nombre para buscar patrocinadores. La policía buscó a Clark para "aclarar" el entuerto y se lo encontró en un psiquiátrico bajo tratamiento. Corredores como Iñígo Cuesta, Martín Perdiguero, Juan Carlos Domínguez o un joven Bradley Wiggins se quedaron compuestos y sin equipo. Un día le preguntaron a Perdiguero cómo era capaz ser vegetariano siendo ciclista y contestó "fácil, no me pagaban, no tenía dinero para carne".


El timo del equipo ciclista, CHCS-Ciemar

Por desgracia, y como hemos visto en los casos anteriores, la picaresca y la falta de formalidad están a la orden del día, por lo menos hasta hace bien poco, en el mundo del ciclismo. En España no faltan equipos (Tulip, Wigarma) que terminaron su corta y azarosa existencia como el rosario de la aurora por culpa de los impagos y la poca seriedad de algunos gestores, rara vez de los patrocinadores, que muchas veces son tan timados como los ciclistas. En el caso que nos ocupa, un equipo ciclista español pero patrocinado por una entidad bancaria costarricense, la estafa no fue pequeña. Según se puede leer en un la desaparecida publicación ciclista "Meta2", a los corredores se les pagó dos meses con cheques aplazados, lo cual no se descubrió hasta marzo, lo que llevó a la inmediata desaparición del equipo en abril. Esta fugacísima estancia en el pelotón profesional termina con la carrera de algún veterano (Enrique Aja), el cambio a otra modalidad de otro (Jokin Mújica, se pasa al ciclocrós) o el regreso al campo amateur, como es el caso de un joven Abraham Olano, el cual, en ese mismo año 1992, termina la temporada en el Lotus-Festina e inmediatamente comienza una exitosa carrera con su posterior fichaje por CLAS. Aunque esa es, obviamente, otra historia.  

El equipo en su presentación en Valladolid y su corredor neozelandés A.J. Mortimor

Pagaron la novatada, Xerox-Filadelfia Lasers

Los 80 son sin duda los años del "boom" del ciclismo en América: ciclistas como el mejicano Raúl Alcalá, los colombianos Parra, Herrera o Rincón y los norteamericanos Andrew Hampsten y el mítico Greg Lemond. Y con ellos sus equipos: Varta (luego Café de Colombia), Ryalcao Postobón, Pony Malta o el famoso Seven-Eleven. Pero también hubo en esa época un modestísimo equipo, los Philadelphia Lasers, que se atrevió a competir en Europa cuando aquello era una aventura. Los Lasers eran un equipo destacado en la tierra de Ronald Reagan y ya tenían experiencia en grandes rondas: con el apoyo de la fábrica de bicis italiana Motta, participaron en el Giro del 84 con el nombre de Gianni Motta-Línea MD. La federación estadounidense de ciclismo trató de enviar al Seven-Eleven a la ronda española de 1985 pero entonces se corría en abril y al empezar justo después el Giro (que años después ganaría el propio Hampsten) prefirieron enviar a los "buenos" a la ronda italiana y estos chicos, gracias al patrocinio de Xerox, tuvieron su oportunidad. La novedad estaba en que tenían directora, Robin Morton, una mujer muy respetada en su país y que dirigía equipos desde 1983 pero que aquí no resultó bienvenida por ser... mujer. Al parecer en Italia ya sufrió boicot por parte de sus compañeros de profesión y aquí apenas tuvo relación con ellos. Su equipo, además, no dio un buen rendimiento y en la etapa 11 se retiraba el útimo corredor que quedaba en carrera, para regocijo de algún periodista y director. Ese año, sólo el luxemburgués Claude Michely logró apuntar alguna victoria para el equipo, aunque fuera nada menos que los nacionales en ruta y ciclo-cross.

No podían lucir la publicidad, todo muy lógico

Víctimas de la hipocresía, Unibet 

A veces uno no entiende según qué cosas pasan en este deporte o, mejor dicho, comprende por qué van tan mal. Es el caso del equipo Unibet.com, equipo que estaba patrocinado por una casa de apuestas sueca (aunque su licencia fue belga hasta su último año en activo, que pasó a ser sueca). Este equipo no pasó de la categoría continental y pese a tener grandes corredores como Rigoberto Urán o el contrarrelojista Gustav Larsson, y ser extremadamente competitivo allí donde le dejaron correr, jamás fue invitado a una gran vuelta o a carreras como la París-Niza. Incluso en algunas pruebas tuvo que participar acultando la publicidad para que les invitaran. Evidentemente así es imposible, y los suecos se cansaron, viendo como a equipos como La Française des Jeux se les permitía correr pese a ser la compañía fracesa pública que controla todas las apuestas y loterías del país o al Lotto belga, que hace lo propio en el suyo. En fin, el chovinismo galo. 

Enlaces:

- https://aiheciclismo.blogspot.com/2017/09/50-anos-de-equipos-ciclistas-en-espana.html

- https://twitter.com/gzlz11/status/1222972864716005376

- https://www.pressreader.com/spain/ciclismo-a-fondo/20180822/281908773996083

3 sept 2020

Viviendo un simulacro de vida


 "El problema es que supones demasiadas cosas... supones que aún hay algo donde ya no hay nada, supones que tienes vida, cuando en realidad, solo vendes trozos de la de otros y pedazos que se han perdido de la tuya" (Michael Wincott en Días Extraños).

Kathryn Bigelow se embarcó a mediados de los 90 y gracias al apoyo económico de su ya entonces ex-pareja, el director, productor y aquí también guionista James Cameron, en este ambicioso proyecto a medio camino entre la ciencia-ficción y el cine negro con acción al estilo de su directora: sin concesiones, trepidante, brutal. 

Lenny (Ralph Finnes), es una especie de traficante de sensaciones, vende, como dice Philo Gant (Michael Wincott) pedazos de la vida de otros, es un poco fullero (en una escena trata de vender un supuesto Rolex auténtico e inmediatamente vemos que tiene su maletín lleno de esos relojes) y arrastra un pasado tormentoso del que poco a poco sabemos más. Se mueve por los bajos fondos de Los Ángeles, estamos en los últimos días de 1999 y la ciudad es un auténtico campo de batalla, con ejército y polícía desbordados tratando de evitar el pillaje y el crimen. En este aspecto resulta un film realmente profético, no hay más que ver los EE.UU. hoy día por más que ciertos incidentes, acaecidos mientras escribían la historia, inspiraran a Bigelow y Cameron1.

Pero, por suerte, lo que cuenta no es sólo eso. En el film vemos deambular, más que moverse, al protagonista. Lenny va poco a poco hundiéndose no tanto por una serie de sucesos que van poniendo en peligro su propia vida como por su obsesión por tratar de recuperar a la que fuera su novia Faith (Juliette Lewis), que ahora es cantante y mantiene una tormentosa relación con Gant. Pese a las continuas humillaciones, él sigue tras de ella en lo que podemos ver claramente un ejemplo de relación "tóxica". A su lado, su amigo del alma y ex-policía como Lenny, el cínico Max (un magnífico Tom Sizemore) y la única persona que le dice a la cara las verdades y lo que no quiere oir, además de tratar de ayudarle pese a su precaria situación personal (la vida de los suburbios está muy bien descrita), Mace, una enérgica Angela Basset. 

También hay un crimen, de ahí lo que comentaba antes del cine negro, cometido por dos violentos policías (Vincent D'Onofrio y William Fitchner), que da pie a las escenas de acción más vigorosas del film, con lluvia de balas, carreras ineterminables y puñetazos como explosiones. Eso es puro Bigelow, lo que más recuerda a la magistral "Le llaman Bodhi" (1991) y lo que hace que sus 139 minutos pasen volando. 


No obstante lo más llamativo del film son las escenas de cámara subjetiva, que almacenadas en discos, son objeto de compra y venta por parte de Lenny, dando momentos memorables desde el inicio, con un fallido atraco hasta el final con el descubrimiento del asesinato del rapero Jeriko One (Glenn Plummer) y todos sus acompañantes salvo la pobre Iris (Brigitte Bako), contratada por Lenny para que grabe todo,  la cual tampoco correrá mejor suerte. El virtuosismo técnico de esas escenas es tal, que consigue que el espectador quede embelesado como los propios consumidores de esos clips (en especial nuestro protagonista) mas la directora hábilmente no duda en interrumpir el visionado de dichas escenas para dejarnos clara la falsedad de esas sensaciones, lo ridículos que están los que "se conectan" y el efecto pernicioso de las mismas pues les alejan de la realidad, como bien advierten varios personajes a Lenny durante todo el metraje. Bigelow y Cameron son dos personas aficionadas a los deportes de riesgo, a la actividad física, no me extraña que vieran en lo que era el comienzo de la llamada "realidad virtual" un mal que se cernía sobre la sociedad moderna encerrada en sí misma, contenta con una vida simulada y que vive por delegación en las experiencias de otros. Probablemente este sea el tema mejor tratado por la directora.  

Una película con una excelente y ecléctica banda sonora donde caben desde el rock progresivo, el hip hop, o hasta Peter Gabriel en los elegantes títulos de crédito finales. Un placer visual gracias a la fotografía de Mathew F. Leonetti que tiene en su multitudinaria escena final, con miles de extras, el punto culminante.

Finalmente destacar la labor interpretativa de todos los actores, especialmente Finnes, que pasa del patetismo al valor no sin cierta elegancia hortera, su mirada triste y limpia es lo mejor del film. Igualmente destacado es el resto del reparto, el siempre malvado Wincott, el sádico D'Onofrio, la vehemente Basset, el irónico Sizemore y la esforzada Bako, quien saca todo el partido su hágil físico de esta actriz y bailarina. 


Título original
Strange Days
Año
1995
Duración
139 min.
País
Estados Unidos
Dirección
Guion
Jay Cocks, según una historia de James Cameron
Música
Graeme Revell
Fotografía
Matthew F. Leonetti
Reparto

Productora 

 2020Th Fox     Lightstrom Entertainment, 20th Fox

(1) El apaleamiento a Rodney King y los posteriores altercados en L.A. 


Imágenes y vídeo 20th Fox.

25 ago 2020

Los libros son para el verano

 Quizás las bicicletas sean, como escribía, Fernán-Gómez, para el verano, pero la lectura también. Se supone que estamos más desocupados y tal pero la realidad es que no es raro encontrarse en trenes, autobuses, playas y piscinas a personas siguiendo el hábito de la lectura. No sé si será sano, mas no se pierde, por lo menos en los que tenemos una edad. No creo que los jóvenes no lean, es que a su edad yo leía poco e imagino que el resto también, ¿o no? en la vida hay muchas cosas más importantes que leer.

Bien, tras esta introducción, sólo dos cosas: los cambios realizados por bloger sin pedirme permiso me parecen una mierda, no me gusta cómo quedan ahora los textos; y segundo, vamos con un repaso a las lecturas de un servidor que les acompaña fielmente desde hace casi doce años. Y que sean muchos más. 

"La conjura de los necios", de John Kennedy Toole (1980).

La historia de este libro es de sobra conocida, en realidad más que el propio texto por lo que uno lee por ahí así que aquí dejo un enlace por si interesa. En cuanto a la trama decir que me parece absolutamente genial: su protagonista, Ignatius Reilly es, a día de hoy, un personaje incorporado a la cultura popular con total justicia. No resulta especialmente agradable ni en lo físico ni en su carácter (pusilánime, maleducado y petulante) pero es imposible no identificarse con él en algún momento. Tampoco tienen desperdicio los seres que pululan por la Nueva Orleans de mediados de los sesenta: la madre de Ignatius, el patrullero Mancuso (una buena persona castigada por la fatalidad), la señora Battaglia (amiga de la madre), Jones (un negro obligado a trabajar en un tugurio de los barrios bajos) y un personaje que sólo aparece al final pero con el que mantiene una intensa correspondecia: Myrna Minkoff, una especie de pareja o enemiga con la que mantiene una rara relación de fascianción y rechazo. 

El libro es verdad que o te atrapa o acabas odiándolo, no tanto por el protagonista sino por las curiosas situaciones que se dan en la trama, siempre relacionadas con Ignatius. A mí lo que más me ha gustado, aparte del personaje de Jones, un tipo al que todo el mundo insulta y minusvalora siendo en realidad el más listo de la trama, es todo lo relacionado con la presencia de Ignatius en la fábrica de pantalones. Su dueño, el señor Levy, un tipo despistado y vividor, harto de todo y su insoportable esposa, la cual acabará teniendo su merecido, una de tantas ricas que cree estar salvado a los humildes cuando en realidad está curando su mala conciencia a base de fastidiar a los demás, son personajes interesantísimos y catalizadores de la trama. También son memorables los intentos de revolución en la fábrica por parte del protagonista y, sobre todo, la fiesta de creación del partido político de su invención: Partido por la Paz. La premisa es que si, como acaba de descubrir, hay homosexuales en la marina, si todos los gays se alistan en el ejército, la paz reinará en el mundo (sic), ya que está preocupado por una posible guerra nuclear. Toda la celebración es tronchante, empezando por el anfitrión, Dorian, un gay del barrio francés, que le ofrece su casa para la presentación y terminando por las tres lesbianas que le atacan. 

Obra de gran actualidad, uno se encuentra en cualquier medio de comunicación a algún mamarrach@ semejante a Myrna, la cual en sus cartas nos lleva a recordar a toda esa asquerosa élite progresista que nos dirige y nos atosiga con sus propuestas ecológicas o de "forma de vida". Toole, como todo genio, era un visionario. Un libro que hay que leer, no garantizo que guste, pero sí que no dejará indiferente y así poder compararlo con la obra con la que muchos críticos cotejan: "Don Quijote de la Mancha", ¿es Ignatius un Alonso Quijano americano del siglo XX? 

Por último, sobre su fallida adaptación cinematográfica decir dos cosas: primero, creo que quedaría muy bien en la gran pantalla (no en serie, por favor) y segundo, el mejor Ignatius habría sido John Candy. Aquí, en "Mejor solo que mal acompañado" (1987, John Hughes) vestía como el personaje de Toole y parecía el mismísimo Ignatius en persona, además de ser un gran actor. Oportunidad perdida. 

"Frankenstein o el moderno Prometeo" de Mary Shelley (1818)

Primero de todo tengo que confesar que no me he leído la versión original del libro (que la edición de bolsillo suele andar por las 300 páginas) sino una de esas versiones reducidas para lectores juveniles. Así que mi valoración de la obra, muy positiva por cierto, es discutible. Doy por hecho que la historia me parece que ha sido ya tantas veces adaptada al cine que cualquiera conoce más o menos su trama mas me ha sorprendido cómo muchos detalles de la misma suelen desaparecer al pasar a la gran/pequeña pantalla, porque igual no resutan "cinematográficos". Y es que el monstruo creado por el doctor Víctor Frankenstein ha "devorado" su propia obra, casi como ocurre en la propia historia con su creador, lo cual no deja de ser inquietante. 

Para empezar se trata de una novela gótica, más interesada en la tragedia (romanticismo exacerbado) que en el terror, por más que los sucesos truculentos no falten. La verdad es que el bueno de Víctor acaba resultando más un gafe que un loco, pues todo le sale al revés y encima su creación le sale vengatival. Es aquí cuando llega el momento de hablar de una de las partes más discutidas de la obra: el proceso de toma de conciencia del monstruo de su propia existencia, el rechazo de la sociedad, su odio vengativo para con su creador y, sobre todo, la idea de que se infringe más dolor dañando lo que alguien ama que a quien odiamos. Así resulta difícil empatizar con el personaje que además tiene una muy ridícula e inverosímil forma de aprender a hablar y "culturizarse", llegando incluso a convertirse en un tipo con inquietudes intelectuales (?). 

Mas como decía es un libro que me ha gustado, me ha sorprendido (insisto) que pese a la cantidad de veces que lo hemos visto adaptado, la mayoría resultan ser escasamente fiel a lo escrito por Shelley, por lo menos en la letra. Todas las circunstancias familiares, amorosas, del doctor (que debería siempre interpretarse por un personaje joven), acaban siendo el grueso de la trama, resultando (el monstruo) una amenaza inquietante, primero, implacable después. Un libro romántico hasta el extremo, que bordea el ridículo a veces, pero cuya vehemencia lo hace irrepetible y hermoso.  

"Miguel Strogoff "de Julio Verne, 1876

Uno de los mayores éxitos de su ya de por sí exitoso autor, una obra muy querida por el propio Verne, "Miguel Strogoff" es, junto con la no menos exitosa "20.000 leguas de viaje submarino", uno de sus libros de mayor talante aventurero, sino la que más. 

Aquí Verne se aleja de su habitual pasión por la ciencia, su capacidad visionaria para los inventos futuros (automóvil, submarino, cohetes) y se centra en ofrecer una novela de aventuras con romance, mucho drama y toques históricos. Como todas las obras del autor nacido en Nantes, la documentación es excepcional y pese a no haber pisado nunca el país, Verne nos lleva, con todo detalle, primero a Moscú y luego en un largo y tortuoso viaje por Siberia hasta la bella ciudad de Irkutsk, que resiste al asedio de los Tártaros, comandados por el cruel Feofar Kan. Hay un traidor, Ivan Ogareff, que trata de hacerse pasar por nuestro valeroso héroe; una tierna pero vehemente heroína (Nadia), todo dulzura y estoicismo y una madre no menos sufridora, Marta. Menos interesantes, aunque sirvan como contrapunto humorístico, son la pareja de periodistas franco-británica, unos Hernández y Fernández más bien petulantes aunque, como siempre en Verne, sobrados de valor. 

Strogoff es un héroe en el sentido total de la palabra: honesto, nunca abusa de su fuerza si no es necesario, elegante, callado, preocupado por los demás... y fiel al Zar. Está claro que Verne vela por la, entonces muy fuerte, alianza franco-rusa, pues él, como Hergé, es un señor que casi siempre se pone del lado de los grandes imperios y contra las revoluciones, algo que personalmente aprecio.  

Obra que se lee mucho más fácilmente que otras del autor porque, de un lado evita las prolijas explicaciones científicas y, de otro, apuesta por la épica y la aventura desde el principio. Una novela con mayúsculas que aunque se la suela etiquetar de literatura "ligera" o "juvenil" no escatima en momentos crueles y penosos. Escrita en la edad de oro del género, todo un clásico imperecedero.