28 ene 2016

Mi patria es una mujer

Las novelas de espías siempre han sido un filón para el cine y el reconocido escritor (y ex-agente del MI6) David John Moore Cornwell, más conocido como John Le Carré, ha sido objeto de numerosas adaptaciones al cine. Casi todas son excelentes ("El Topo", "El espía que surgió del frío", "El sastre de Panamá"), dado que el material de partida lo es, pero a mí personalmente la que más me gusta es la hoy poco recordada "La casa Rusia" (1990,  Fred Schepisi) muy famosa en su tiempo por ser la primera producción de EE.UU. que se rodó en la entonces URSS.
Barley Scott Blair (Sean Connery), un editor británico que se encuentra en Lisboa, se dedica más a la bebida que a atender a los distribuidores rusos de sus libros. Un día lo aborda un agente del MI6 que le pide que sirva de enlace con una mujer llamada Katya (Michelle Pfeiffer), pues puede proporcionarle unos importantes manuscritos de un disidente ruso que atiende al enigmático nombre de Dante.
Lo primero que llama la atención es la presencia de Connery en un film de espías sin ser James Bond lo cual la hace, de entrada, una propuesta más atractiva. Su personaje es un tipo metido en una trama de la que no desea formar parte, siempre se muestra incómodo y cascarrabias (su imagen envejecida ayuda a ello) y tiene una enorme simpatía por los soviéticos, a los que no ve como unos enemigos sino como personas ingenuas que "sólo quieren ser como nosotros". Pese a que en la trama se deja notar un cierto relajamiento entre los dos bloques antagónicos (es la época de la Perestroika) la historia mantiene que aún existe esa rivalidad máxima entre comunistas/occidentales, pues la desconfianza permanece.
A Blair todo el mundo pretende manejarle, primero el agente británico que apela a su "patriotismo" (un elegante James Fox) luego un visceral agente de la CIA (el taimado Roy Scheider), quien le pone a prueba un fin de semana mediante pruebas como detectores de mentiras y test psicológicos antes de mandarlo a Rusia. Es esta una escena en la que se nota la sorna y desdén con que siempre trata Le Carré a los servicios secretos occidentales, para los que las personas son meros peones sin valor, además de escasamente eficaces: pese a la torpeza demostrada por Blair, (ver escena en la que se le pide que distinga entre agentes y transeúntes en una calle y no acierta ninguno), deciden mandarle a una misión que está abocada al fracaso, crítica de la que tampoco se libran los rusos, pues sus objetivos y medios (el fin lo justifica todo) son los mismos y no dudan en "eliminar" al que les incomoda.
Pfeiffer, Schepisi y Connery durante el rodaje
Fred Schepisi, autor de "Un grito en la oscuridad" (1988), saca un enorme partido a los exteriores, no sólo en Moscú, sino en la Rusia interior, esa que se ve desde trenes y coches, donde con sólo unas pinceladas podemos hacernos una idea de la vida de las personas comunes y corrientes de un país que era entonces un auténtico enigma para occidente. Mención aparte merece la larga y soberbia escena del diálogo entre Blair y Dante (un excelso Klaus María Brandauer) por las calles de San Petersburgo (entonces Leningrado) donde ambos se confiesan. Dante quiere desnudar la auténtica situación militar de su país para lograr así acelerar la apertura del régimen y Blair, conmovido, le confiesa que tal vez no es el hombre que él cree que es. Pese a estar tomada en planos medios o primeros planos de los protagonistas, con un par de panorámicas y algún plano general, Schepisi nos muestra la belleza de la ciudad y el pasado imperial de un país que en realidad empezaba a descomponerse. Como todo buen film de espías, hay en ella un componente de inquietud, pues no sabemos si Dante es quien dice ser ni si sus superiores le están espiando.
Sin embargo, lo mejor del film es la historia de amor entre Connery y Pfeiffer, quien logra ser una convincente rusa de belleza serena y mirada triste, cansada de su vida, que sólo quiere lo mejor para su familia. Blair queda prendado de su sencillez y de su coraje, lo cual lleva irremediablemente a la resolución de la historia. El dilema, como dice el protagonista al final del film, es tan fácil de resolver que no duda ni por un momento entre elegir a su patria o a la mujer que ama.
El final feliz puede resultar inverosímil pero muy gratificante y esperanzador, la música de Jerry Goldsmith, contribuye a dar mayor emotividad si cabe al momento del reencuentro en la melancólica ciudad portuguesa donde empezó todo.

Título original The Russia House            
Año 1990
Duración 123 min.
Director                
Guión Tom Stoppard según la novela de John Le Carré
Música Jerry Goldsmith
Fotografía Ian Baker
Reparto Michelle Pfeiffer, Sean Connery, James Fox, John Mahoney, Roy Scheider, Klaus Maria Brandauer, David Threlfall, Ken Russell, JT Walsh, Michael Kitchen
Productora MGM

14 ene 2016

The Sandman

Por Doyle

Antes de nada, quisiera agradecer a mi querido primo, la oportunidad de escribir unas líneas en su fantástico blog, el cual, y no es una exageración, me tiene enganchadísimo. A continuación, quisiera igualmente disculparme ante vosotros, por lo que es sin duda, mi primer artículo de opinión, espero no resultaros pesado ni demasiado petulante. 
Me gustaría hablaros del que quizás sea el mejor comic de los 90, y eso ya es decir mucho, ya que hay verdaderas obras de arte publicadas durante esa década, pero esta sin duda, destaca sobremanera. El comic en cuestión se llama The Sandman del Sr. Neil Gaiman, serie de inmenso éxito que obtuvo 7 premios Eisner (3 a la mejor serie regular y 4 al de mejor guionista). Su número #19 (El Sueño de una Noche de Verano) llegó a ganar el Word Fantasy Award en 1991 a la mejor historia corta de ficción, siendo la primera vez en su historia que lo ganaba un cómic (casi nada).  Su autor Neil Gaiman es británico pero reside desde hace algunos años en Estados Unidos. Se ha casado 2 veces y tiene 4 hijos, suele escribir de noche a altas horas de la madrugada, vive en una  gran mansión a las afueras de Mineápolis en el estado de Minnesota y está siempre llena de gatos. Le encantan las tortillas y el sushi y en sus ratos libres practica la apicultura.

Neil Gaiman, siempre vestido de riguroso negro
Después del abrumante éxito de la serie, decidió dar el salto y dedicarse casi por completo a la literatura. Su obra más aclamada como novelista se llama “American Gods” (2000) que ganó los premios Hugo, Nebula y Bram Stoker. También ha escrito guiones para series de TV como "Babylon 5" y el "Doctor Who" y para el cine, como el de “Beowulf” (2007, Robert Zemeckis), y dos de sus novelas han sido llevadas al cine “Stardust” (1999,  Matthew Vaughn) y "Coraline" (2003, Henry Selick) esta última de temática infantil y con bastante éxito. 
The Sandman comenzó a publicarse en 1988 y finalizó en 1996, aunque posteriormente Gaiman ha ido publicando diversos especiales (todos ellos también muy recomendables). Tampoco hay que olvidar The Dreaming y Lucifer, colecciones posteriores que narraban historias sobre sus personajes secundarios, aunque estas, todo hay que decirlo, ya no estaban guionizadas por su creador (aunque sí producidas y supervisadas personalmente por él).
La historia trata básicamente sobre su protagonista Morfeo y la relación que éste mantiene con sus seis hermanos. Todos ellos se basan en conceptos básicos de la mitología y la literatura pero modelados bajo el singular prisma de su autor y dibujados por un extenso elenco de artistas (algunos mejores que otros como ya comprobaréis).
Se trata de una obra de no muy fácil digestión, a ratos es muy filosófica (o incluso metafísica) y a
ratos es pura aventura; aun así, viviréis en distintas épocas, conoceréis a los siete Eternos, y os  enamoraréis de la riqueza y la variedad de sus personajes.


Uno de mis personajes favoritos, el cuervo Matthew
Preferiría no desvelaros mucho más de su argumento porque es mejor que lo vayáis descubriendo por vosotros mismos, sólo deciros que el primer tomo "Preludios y Nocturnos" flojea un poquito y sea el más denso de leer, quizás por ser el primero de todos y contar con un aún inexperto Gaiman. Pero luego, podéis creerme, mejora ¡y de qué manera!.  Como curiosidades, debéis saber que en su primera edición española, no llegó a publicarse este primer tomo (spanish is different), empezando la serie en su segundo arco argumental "La Casa de Muñecas" que es donde este servidor comenzó a leerla sin saberlo (bendita ignorancia). Así que, si empezáis y se os hace durillo, pasad al segundo sin remordimientos. 
También conviene destacar el inesperado éxito de ventas que tuvo y aún tiene, entre el público femenino, algo bastante raro en el mundillo del cómic anglosajón, muy al contrario del manga y el anime japonés tan de moda en este nuevo siglo (algo que jamás entenderé, por otra parte).
The Sandman es una obra maestra en forma de pequeñas historias, la capacidad de su creador Neil Gaiman, para reinventar y reinterpretar los mitos y leyendas de la antigüedad y contar fascinantes historias es increíble. Coge lo necesario, lo mete bien dentro de su propio imaginario para después representarlo de forma casi poética; pero sin recursos literarios facilones o añadidos innecesarios. 
Debo confesaros que la he leído un par de veces pero de eso hace ya 8 o 9 años, con esto quiero deciros que escribo esta reseña desde el más lejano recuerdo, pero ésta es una novela gráfica que una vez terminada, te atrapa y difícilmente se olvida; y esto sólo ocurre con las grandes obras, las que dejan en ti una huella imborrable. Al rememorar ciertas partes, sientes la extraña pero reconfortante sensación de que ya perteneces irremediablemente al extraño mundo del Sueño. 


Los 7 Eternos (de izda. a dcha.): Delirio, Muerte, Destrucción, Sueño, Destino, Deseo y Desespero
Como soy de la opinión de que la cultura y el arte deberían ser gratuitos y deben compartirse, aquí os dejo un link para que, si os pica la curiosidad (pues esa es mi humilde intención), os la descarguéis.
Y ya para finalizar termino con esta reflexión: ¿Por qué debéis leer The Sandman? 
Porque es fantasía, es gótica, oscura y terrorífica pero también es mágica, dulce y onírica. Y porque sencillamente, nunca habéis leído ni leeréis una novela gráfica como esta.
Cómo os envidio; sí, es cierto, cómo envidio el hecho de que entréis y descubráis el mundo de The Sandman por primera vez.

7 ene 2016

El final de Beni

Rafa Benítez es historia (con minúsculas) del Real Madrid, el mismo presidente que le firmó por tres temporadas y le acababa de ratificar hacía menos de una semana le da puerta. Todo muy coherente con la actual situación de la sección de fútbol (¡que no le pase al basket!) del antaño glorioso Real Madrid.
No me gusta repetirme, y menos ser un cuñao del tipo yoyalodije pero ya lo dije en este mismo blog en marzo del año pasado. Era algo que todo el mundo veía venir, no ha sido sorpresa. Benítez se ha cavado él solo su tumba, al ser incapaz de ser "colega" de los endiosados jugadores ni "látigo" como le pedíamos un, cada vez más, numeroso sector de la afición. Su alineación contra el Far$a provocó una derrota histórica (otra más) y no quiso o se atrevió a cambiar las cosas. Florentino Pérez ha vuelto a dar carta blanca a los jugadores porque, creo, ha visto que Benítez no ha sido lo que esperaba, aún así él también pagará los fracasos deportivos tarde o temprano.
Pero que los árboles no nos dejen ver el bosque y que el ejemplo ajeno nos sirva de referente (ver aquí) : los culpables son unos jugadores que ya se han crecido hasta límites insospechados y que viven de éxitos pasados que cada día quedan más olvidados por las victorias del eterno rival. No hablo de James e Isco, patéticos futbolistas sobrevalorados que han hecho el ridículo aquí y aquí. Hablo del núcleo duro de la plantilla formado por Ramos y su millonaria renovación; Pepe una rata traidora; Marcelo, que discutió a su entrenador desde las redes sociales y el presunto extorsionador y conductor sin carnet Karim Benzema. Cr7 está a sus cosas y en vez de liderar la plantilla o ser ejemplo de profesionalidad ha decidido optar por el sálvese quien pueda, le considero culpable por inacción. Traspasar ya.
A la espera de que lleguen tiempos mejores, con un presidente firme, un entrenador valiente y unos jugadores con media neurona seguiremos animando a esta panda de sinvergüenzas porque, mal que nos pese, son nuestros sinvergüenzas. Suerte, Zizou, la vas a necesitar.

Coda: como es evidente que necesitamos una regeneración, y soy muy dado a la fantasía y ciencia ficción, aquí van mis fichajes para la próxima temporada...o el mercado invernal.
- Altas: Lewandowski (Bayern), Shaw (Manchester United), Hummels (Borussia Dortmund).
- Bajas: Benzema, Isco, Pepe, Arbeloa, Marcelo.
- Vuelven tras cesión: Asensio (Español), Vallejo (Zaragoza), Lucas Silva (O. Marsella)
- Transferibles: Ramos, James, Kroos, Cr7.
Entrenador: José Mourinho.
Presidente: Rafa Nadal. Si no quiere, Jose María Aznar.