18 mar 2020

Series "de culto"

En estos momento más que complicados, Dacosica también se une a los cuarentenados con unas sugerencias para olvidarse de la dramática situación y despejar un poco la mente de ese virus venido de oriente. Y lo hacemos recuperando series de veinte (o más) años atrás, tres pequeñas "joyas" que han sobrevivido en la memoria de los más fikis y devotos, perdurando en el paladar del espectador como los buenos vinos ... bueno, en realidad son series bastantes cafres, que se basan en la exageración, lo políticamente incorrecto y algún pasote escatológico tan tronchante como desagradable pero hoy en día están por ahí, en youtube, en dailymotion, para recordar lo viejos que nos hacemos y lo fenomenales que éramos cuando teníamos más pelo y menos dinero. Pura nostalgia. Puro Dacosica.
La pareja basura (BBC, 1991-1995)
Rik Mayall (1958-2014) y Adrian Edmonson (1957) eran una pareja cómica y guionistas que desde los 80 habían tenido cierto éxito en la TV y el teatro. Tuvieron una serie en la BBC llamada "Los jóvenes" (1982-84) de éxito pero su coronación vendría con "Bottom" (aquí en C+ "La pareja basura") una serie en la que continúan con su humor anárquico pero dándole una vuelta de tuerca más con gags escatológicos y físicos, casi de dibujos animados que la hace irresistible.
Mayall es Richie Richard, un salido, pusilánime e histérico, ya no tan joven, que vive en el piso vacío de una tía suya. Por supuesto no trabaja, va viviendo de lo que puede y se apaña (por ejemplo, tiene enganchado ilegalmente el gas). Con él vive, más por interés que por amistad, Eddie Hitler (Edmonson) un auténtico alcohólico e igualmente degenerado aunque sólo un poco más listo y más bruto. Sus aventuras no sólo se ciñen a su mugroso piso, sino también al Pub de su calle o a la tienda de ultramarinos de su casero.
No he visto mas que unos cinco capítulos de esta serie y aseguro que es imposible no reírse con ella. No hay reglas ni límites, no hay moral ni respeto por la integridad física de nadie: todo vale y eso la hace fantástica. Mayall y Edmonson son dos cómicos de primera y al ser los autores del guion creo que el mérito es todo suyo. Ambos aprovecharon el éxito de la serie para prolongarla durante años con una gira teatral repitiendo los papeles. Luego, diferencias entre ellos impidieron el regreso de la serie y la temprana muerte de Mayall lo hace ahora imposible. Contentémonos con su pareja basura y su película Hotel Paraíso, una producto que vi hace años de madrugada en Telemadrid y aún no he olvidado.
El mejor capítulo: T1x3 "Concurso", o cómo echar a tu colega de piso para "consolarte" viendo un concurso de mises. Indescriptible. Ver aquí.
Enano Rojo (BBC, 1988 - en antena)
Esta es la historia de una serie en la que nadie creía, ni siquiera la cadena de televisión que la producía y que, como tantas otras, acabó siendo un éxito inesperado y longevo que ha llegado hasta una tardía temporada de "regreso" que, como era de esperar, no funcionó tan bien.
Decía que era un serie en la que nadie creía porque la BBC envió la producción de la misma a Manchester, donde tiene los proyectos más modestos y minoritarios. Surgida de un programa de radio de la propia cadena, cuenta la historia de la nave Enano Rojo I (mal traducido pues se refiere al fenómeno de las estrellas "enanas rojas") la cual sufre, en su primer capítulo, una fuga radioactiva. Sólo sobrevive David Lister (Craig Charles), un holgazán empleado de último nivel y una gata preñada. Como hiberna miles de años, los gatos evolucionan en un ser semihumano llamado Frankenstein (sic) que resulta ser una especie de James Brown con colmillos. Lister tiene como compañía al ordenador de abordo y a un holograma de su fallecido compañero de habitación, el quisquilloso y estirado Arnold Rimmer (Chris Barrie).
Pese a los espectaculares datos de audiencia que lograba año tras año, la disolución de la sociedad Grant - Nayor (creadores) entre la sexta y séptima temporada pierde fuelle y termina con la escasa coherencia de la serie, reviviendo personajes, metiendo otros... Para mí ya desde la tercera se viene un poco abajo porque el ordenador (Norman Lovett) desaparece por exceso de éxito: Lovett vivía cerca de Manchester y la BBC traslada el rodaje a Londres, lo cual hace renunciar al actor. En España, las autonómicas lo emitieron a comienzos de los 90, gracias a Telemadrid la descubrí, para luego desaparecer hasta la llegada del DVD, primero, y de internet, después.
Es un humor, pese al ambiente de scifi, 100% inglés, mucha ironía, absurdo y juegos de palabras. Eso sí, siempre había algún chiste de humor negro y el bueno de Lister era bastante guarro comiendo.
El mejor capítulo: T1x2 "Ecos del futuro" que marca la línea de la serie y tiene un tramo final realmente descacharrante.  Ver aquí.
Búscate la vida (Fox, 1990-1992)
Sin duda, la más conocida de las tres y, debido quizá a su fugacidad, la más reverenciada. No digo que no sea divertida ni irreverente, mas me parece que su condición "de culto" ha ido en su contra poníendola en un pedestal, a mi juicio excesivo.
Eso no quita para que esta auténtica marcianada creada y protagonizada por el cómico norteamericano Chris Elliott junto a David Mirkin y Adam Resnick me resulte realmente hilarante y alguno de sus episodios merezcan estar entre lo mejor de las telecomedias del siglo XX. El famosísimo capítulo del alienígena vomitón es ya leyenda, incluído el que la Fox, lógicamente, no quisiera emitir esta escatológica parodia de E.T. Sin embargo, a algún jefazo le hizo gracia y siguió adelante. Parte de su éxito se debe sin duda a sus excelentes secundarios: Bob Elliott y Elinor Donahue; como los padres de una serie cualquiera de los 60, siempre en bata, sacados de un film de Lynch por lo extraño, cómico e inquietante; Robin Riker, esposa de su mejor amigo, que lógicamente le odia; y el genial Adrian Doyle-Murray, hermano del mítico Bill Murray, con el comparte un salvaje sarcasmo y su hipertérrito semblante, quien incorpora a Gus, un ex-policía corrupto y sin escrúpulos que sigue a Chris en muchas de sus aventuras.
El carácter naïf del protagonista (recordemos, un repartidos de periódicos treinteañero) hizo que cada vez se necesitaran más locuras por capítulo para hacerlo divertido. Esto hizo que el bueno de Chris empezara a ver visiones, auténticas alucinaciones (ver episodios que tienen la coletilla de 2000) lo cual no siempre era gracioso.
El mejor capítulo: T2 x11 "Vomitón y yo". Pensar que los líquidos que supura un alienígena son comestibles supone ya algo realmente asqueroso. Así que para salirme de la norma recomendaré otro igualmente escatológico pero divertido: "Inspector de sanidad 2000".
Mis mejores deseos para todos.

2 mar 2020

Faemino y Cansado. 17 veces

No sé si habré escrito alguna vez sobre "Faemino y Cansado" en este blog, pero si no ha sido así, mal por mi parte, porque son sin duda mis cómicos predilectos. Recientemente han estrenado su nuevo espectáculo "17 veces" (2020) y, como siempre, el Teatro Carrión de Valladolid ha sido obligado lugar de paso, con dos funciones colgando el cartel de no hay billetes y un público completamente entregado.
No me voy a detener mucho en presentarlos porque son de sobra conocidos: surgidos en el efervescente Madrid de los 80, compartían con otros humoristas como Pedro Reyes actuaciones espontáneas en el parque de El Retiro para luego pasar a las salas de fiestas y la TV(E). Según la wiki su primera aparición en la pequela pantalla fue en "La bola de cristal" pero es en el subvalorado programa infantil "Cajón desastre" donde empiezan a hacerse famosos. Sus gags absurdos mezclan lo cotidiano con la cultura, especialmente temas cinematográficos, históricos (la antigua Roma es todo un filón), novelescos e incluso del comic (ese Hombre Opaco, cuyo superpoder es no dejar pasar la luz através de él).
A comienzos de los 90, algún genio de TVE al que nunca estaremos suficientemente agradecidos, les dio un programa al que titularon con el absurdo nombre "El orgullo del tercer mundo" y ahí nació un mito (gracias a mi padrino César por re-descubrirlos para mí). El programa se dividía en varias partes que, más o menos, conservan desde entonces en las actuaciones en directo. Primero una presentación más o menos larga; luego unos gags que los acercarían al humor más típico si no fuera por su caracter surrealista y absurdo aunque fueran recurrentes el del psicólogo (Javier Cansado) y su paciente (Carlos Faemino) o el de el personaje de El gran Mimón, un mimo (Faemino) cuyas aventuras eran traducidas para el público por parte de Cansado. En algún momento Cansado daba paso a un vídeo de una antigua actución de ambos en Cajón desastre seguramente para aprovechar el archivo de TVE y llegar a los 30 minutos que normalmente duraba el show y hasta había consejos para la vida diaria que, con la famosa frase de "Yo leo a Kierkegaard" se solucionaba todo. Y finalmente el plato fuerte, Arroyito y Pozuelón, dos cuenta-chistes, que entraban con la sintonía del "Dame veneno" de los Chunguitos dando rienda suelta a su sabiduría de bar, a su precuñadismo (cuando no existía la expresión) y a su chulería inofensiva. Memorables hasta cuando ponian muechas para los títulos de crédito.
Sin embargo, en pleno apogeo de fama dejaron la tele, aunque no los vídeos y DVDs de skeches, para seguir con las actuaciones en directo. Aunque cada uno ha tenido proyectos por su cuenta, siempre vuelven (17 veces, ya lo reconocen) y he tenido la suerte de reencontralos de nuevo gracias a un regalo Navideño. Los Reyes Magos sí saben.
El espectáculo tiene tres partes. Primero, una larga presentación que se come media hora, aproximadamente, con ellos hablando de sus cosas, de su vida, de sus problemas y todo ello llevado al extremo, al extremo, pero dejando gotas de un nivel cultural que hoy día escasea no solo dentro del mundo del humor. 
Luego Faemino "baja" intencionadamente las revoluciones con una breve intervención. Me quiero detener aquí porque decía antes que sus comentarios, aunque ensayados, suenan muy reales: realmente ha pegado un bajon físico y de agilidad mental en los últimos años, lo cual no afecta al show que sigue siendo inspiradísmo por mas que a mí me deje un poco de mal cuerpo.
Esperando a los artistas
Luego Cansado nos presenta a Arroyito y Pozuelón, con una actuación que dura aproximadamente la mitad del espectáculo. Ya no suena "Dame veneno", ni llevan esas americanas de gusto exquisito, pero son ellos. Esta vez supieron mezclar con habilidad su experiencia en un safari africano con un encuentro con Usain Bolt. Un no parar de reir donde Faemino pone el desbarre y Cansado la cordura, no perdiendo el hilo de la enrevesada historia en ningún momento. 
Por favor, que no se retiren nunca. 

Aquí más de Faemino y Cansado, seleccionado.