Morir joven

Este fin de semana ha aparecido muerta en su apartamento de Londres Amy Jade Winehouse, probablemente víctima de una sobredosis. Se une a la trístemente célebre lista de míticas figuras de la música fallecidos a los veitisiete años: Hendrix, Morrison, Cobain y Joplin. La noticia ha causado más tristeza que sorpresa, la intérprete de espléndida voz llevaba más de un mes sin salir de casa tras un desastroso concierto en Belgrado y tenía un historial de excesos con las drogas y el alcohol más largo que la lista de petiones de los indignados. Su caso, aunque recuerde mucho a los anteriores no es exactamente igual, todos ellos eran jóvenes, grandes artistas y parecían insatisfechos con la vida...pero sólo lo parecían y dudo que ninguno quisiera morir.
El caso que más me interesa es el de Janis Joplin (Port Arthur 1943- San Francisco 1970), que desde niña mostró interes por la música, especialmente el blues y el rock. En el instituto se ganó la antipatía de sus compañeros por juntarse con "beatniks" y declararse antiracista. Empezó sus estudios de Bellas Artes y pronto se dedicó a cantar en bares y locales, entonces comienza su afición por el alcohol y más tarde las drogas. Llegó a pesar 39 kgs pero entonces conoció a un tal Peter Leblanc con el que se iba a casar, dejó las drogas y volvió a estudiar. Sin embargo Peter la abandona y desde entonces hasta su muerte quedaría marcada por su inseguridad afectiva y su soledad. Pero la música la salva, junto con su grupo Big Brother and the Holding Company logra un gran éxito en el Festival de Monterrey (1967) actuando junto a Mamas & the Papas, Jimmy Hendrix y Jefferson Airplane. Luego vendría el no menos mítico Woodstock (1969) y una exitosa gira por Europa. Para entonces Janis ya era una adicta a la heroína y al alcohol...para desintoxicarse se va con una amiga a Rio de Janeiro, donde conoce a Daniel Nielhouse con el que viaja a la selva amazónica. De vuelta a San Francisco se ha desenganchado de la heroína y Daniel le propone seguir viajando por el mundo pero ella necesita su música y se queda. No estaba atravesando por un mal momento, símplemente acaba de celebrar con su banda un buen día en el estudio de grabación. Aparece muerta en su casa por sobredosis al día siguiente. Nadie se lo esperaba pues estaba en un buen momento y todos creía que ya no consumía. Al parecer una fuerte borrachera unida a la extrema (y sospechosa) pureza de la droga acaba con ella. La película "La Rosa" (1979, Mark Rydell) está inspirada en su vida.
"En el escenario hago el amor con 25.000 personas, luego me vuelvo a casa sola" (J.J.)