19 abr 2014

Ocana u Ocaña

Ocaña en primer plano, a la izquierda J. M. Fuente
La vida de Jesús Luis Ocaña Pernía, (Cuenca, 1945 - Mont-de-Marsan, 1994) es la de un deportista marcado casi tanto por la fatalidad como por el éxito, sobre la bicicleta y en su vida personal.
Ocaña emigró con su familia siendo un niño a Francia, allí se formó como ciclista y comenzó a mostrar que era un fenómeno ya desde su época amateur donde logra el Gran Premio de las Naciones, prueba que también ganaría como profesional en 1971. Debuta como profesional 1968 y ese mismo año es campeón de España en ruta. Aunque corre para un equipo español (el Fagor), los franceses ven en él un nuevo ídolo ya que fue formado por preparadores galos y lo fichan para el equipo BIC, mientras en España todo el mundo se ilusiona con el "nuevo Eddy Merckx", ya que gana dos etapas de la Vuelta a España, la Midi Libre y la Vuelta Andalucía entre otras. En esta época le llaman en Francia Ocana y aquí Ocaña, como Dios manda.
En 1970, gana la Vuelta a España y al año siguiente es el gran favorito para desbancar al "Caníbal" en el Tour. Ocaña le saca más de siete minutos al belga antes de la etapa 14ª entre Revel-Luchon, pero en el descenso del Col de Mente se desata una espectacular tormenta de barro, granizo y agua que deja la carretera impracticable. Se cayeron los dos en la misma curva, primero pasó Merckx y no chocó contra ninguno de los mojones de hormigón que bordeaban la carretera, mientras que Ocaña se empotraba de lleno contra uno de ellos. Trató de incorporarse, pero el holandés Zoetemelk no tuvo tiempo de frenar cuando se encontró una mancha amarilla en medio de la carretera. Lo remató, ya no intentó levantarse más. Esa etapa la ganó el español J. M. Fuente, pero nadie se dio cuenta, ni siquiera los miles de españoles que se concentraban desde el Portillon hasta la meta de Luchon, con pancartas para un Ocaña que no llegaba. Lo pagaron con el pobre Eddy, tan afectado como ellos, al que insultaron, escupieron y apedrearon. Al día siguiente Merckx no se puso el jersey de líder, gesto de caballero.
Dos años después Ocaña se toma su revancha, gana con facilidad el Tour (y seis etapas) y saca un porrón de minutos al segundo...aunque Merckx no participa. La mala suerte volvió a hacer acto de presencia pero sólo fue un susto: sufrió una caída en las primeras etapas al cruzarse un perro. Por fortuna salió ileso. Ese 1973 es su año triunfal: Semana Catalana, Dauphiné Libéré (por tercera vez), Vuelta al País Vasco, Volta a Cataluña...en el Campeonato del Mundo celebrado en Barcelona llega a la última vuelta formando un grupo con Merckx, el también belga Maertens y el italiano Gimondi. Ocaña sólo pudo terminar tercero, Merckx cuarto y el astuto italiano se aprovecha de la indecisión de ambos para ser campeón. El resto de su carrera es una curva descendente en la que destaca un segundo puesto en la Vuelta '76.
Ocaña, Merckx y Poulidor
Luego se dedicó a participar en pruebas automovilísticas de velocidad y sus vinos, pero tampoco le acompañó ahí la suerte. Un grave accidente en 1979 casi le cuesta la vida y sus negocios vinícolas no funcionaron como esperaba. En los 80 Ocaña da su apoyo al partido de Jean Marie Le Pen, de extrema derecha y se muestra muy crítico con el gobierno francés. Nunca llegó a sentirse cómodo como francés, pues no nació allí, ni como español, pues aquí no gozó de las mismas simpatías del público como Bahamontes, Fuente o Perico Delgado, pese a ser uno de los pocos (junto a Induráin) que ganó la prueba por etapas más importante del mundo. El mejor ejemplo de la fugacidad de su fama fue que en Miranda de Ebro pusieron su nombre a un puente ferroviario, puente que ha sido derribado y con él su recuerdo.
En 1994, acuciado por las deudas, en proceso de divorcio y con una enfermedad hepática, Luis Ocaña se quita la vida de un disparo en su casa de Mont-de-Marsan.
No obstante, el gobierno (socialista) español tuvo el buen detalle de concederle la Real Orden del Mérito Deportivo (a título póstumo) en 2008. Un acto de justicia para un grandísimo campeón que mereció mejor suerte en todos los aspectos.

4 comentarios:

Sil dijo...

Nunca dejas de sorprenderme!!!no imaginaba de q sería esta entrada y gratamente he descubierto a un gran deportista olvidado x muchos. Una vez más GRACIAS!

Sil dijo...

Por cierto me encanta la foto de los jovenzuelos Mateo y Woody!!

Mr. X dijo...

Qué fuete lo de Ocaña...

Ese señor no era fatalista ni bohémico, Dacosica; sencillamente, era gafe.

Ignacio Javier Ruano Regalado dijo...

Curioso e interesante la vida del señor Ocaña......lo que me mola es que les dio pal pelo a los franceses.....jeje

Yo es que soy de Indurain, Indurain, Indurain, Indurain, Indurain, INDURAIN!!!

PD: La foto del Mateo y Woody mola, de que serie o pelicula es?