14 feb 2014

¡Hipócritas!

Dice la R.A.E. que la hipocresía es el "fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan.", es decir, que lo que implica esta cualidad es una mentira o al menos la ocultación de los verdaderos sentimientos o pensamientos. Esto viene a cuento porque tengo muchos defectos pero uno de los peores es odiar a los hipócritas por lo que tienen de demagogos y, por consiguiente, de gente aficionada a tomarle a uno el pelo.
No creo que el pecado nacional sea la envidia, no creo que seamos peores que otros países en este aspecto, ni tampoco que seamos un país cainita, al menos no más que los demás. El que aquí hubiera una cruenta guerra civil no es algo que nos haga especiales, ver aquí. Pero creo que sí somos el país de la demagogia y la manipulación, porque encima nos las damos de justos, de ir de frente y de decir las verdades del barquero.
En los últimos tiempos uno tiene que aguantar a tipos como el señor Revilla que gastaba a manos llenas y ahora vende recetas para la acabar con la crisis. Gran parte de la paupérrima situación del Racing de Santander, por poner un ejemplo futbolístico, la tiene él que confió en tipos sospechosos que no eran sino lo mismo que él: pura fachada.
Otro ejemplo bastante estomagante (por repetitivo) es el de Javier Bardem, que de vez en cuando viene España a dar lecciones de ética y gestión pública además de saludar a los despedidos de Coca-Cola cuando él vive a todo trapo en otro país, tiene un hijo en una clínica privada (la mejor del mundo) y practica un ERE en sus negocios acogiéndose a una reforma laboral que tan poco le gusta.
No me importa que exista gente que simpatice con ellos, todo es respetable y no me parecen malas personas pero por lo que no paso es por que se sitúen en una posición de superioridad moral, como lo que hizo el entrenador del F.C. Barcelona, "Tata" Martino: a comienzos de temporada dijo que le parecía "una falta de respeto" el dinero gastado por el Real Madrid en fichar a Bale. Ahora que ya empezamos a saber lo que costó Neymar, me pregunto cuando él o el Arzobispo de Barcelona nos van a decir dónde empieza la falta de respeto y dónde no ¿60 millones? ¿70? ¡Jo!, sin estos grandes referentes morales me siento vacío.
Aunque no debería escandalizarme, en un país donde se pide que se bajen los impuestos y a la vez que se mantenga el gasto público; en donde queremos electricidad barata pero no queremos nucleares; en donde no queremos explotar yacimientos de petróleo pero queremos la gasolina barata; en donde los clubs no quieren fútbol a las diez de la noche pero sobreviven del dinero de la TV; en éste país donde se la presunción de inocencia es sólo según para quién nos preguntamos ¿Por qué estamos como estamos? Mi opinión (nada humilde) es que demasiado bien nos va. Se lo dice un hipócrita.

1 comentario:

Mr. X dijo...

¡Hey, que la familia Bardem se retractó luego!... Deberías recoger eso también, Dacosica