19 oct 2013

La historia de Greg Louganis

Las vidas de algunas personas son para contarlas, y en algunos pocos casos, uno no puede por menos que pensar que son "de película" o como les gusta decir a los americanos "bigger than life". Son historias que es mejor contarlas tal cual, como son, sin aditivos pues la grandeza y el espíritu de lucha de quienes las protagonizan no necesitan de adjetivos ya que su mejor adorno es la verdad.
Greg Louganis, abandonado muy niño, fue adoptado por una familia de origen griego, aunque sus orígenes biológicos son samoanos y suecos, y desde muy joven demostró unas grandes habilidades para la natación (pese a ser asmático), en concreto para los saltos. Tanto es así que con sólo dieciséis años logró la medalla de plata en los JJ.OO. de Montreal 1976.
No obstante, su gran afición era la interpretación, así que en 1978 se matricula en teatro en la Universidad de Miami y más tarde viaja a la de California, donde estudiará arte dramático. Tras ser oro en los juegos Panamericanos de 1979, Moscú era la gran cita en la que confirmar lo que muchos intuían: que era el mejor saltador de trampolín del mundo. Pero Louganis se vio perjudicado por el boicot que EE.UU. hizo a las olimpiadas de Moscú en 1980 y se tuvo que conformar con ser campeón del Mundo en 1982 tanto en trampolín como en plataforma por delante de los soviéticos. En los juegos de 1984, en Los Ángeles, se saca la espina y logra por fin oro olímpico en las dos modalidades.
Para entonces, Greg es ya una estrella mediática, hace publicidad, es un ejemplo para la juventud y el mejor saltador de todos los tiempos. Pero él quiere más, y en Seúl 88, ya siendo un "veterano" de veintiocho años, Louganis logra otra vez doblete de oros. La victoria no fue nada fácil pues en la ronda previa se golpea la cabeza contra el trampolín, abriéndose una brecha y sangrando de manera más efectista que verdaderamente grave.  El sentido abrazo con su entrenador, Ron O’Brien, tras lograr el triunfo escondía algo más que la emoción por la victoria: seis meses antes de las olimpiadas a Louganis le detectan que es portador del virus VIH.  Ambos deciden callar, no olvidemos que entonces el SIDA es una enfermedad poco conocida y generalmente asociada a la homosexualidad, cuestión que tampoco quiso hacer pública mientras competía.
Tras su retirada, sigue siendo una personalidad querida y admirada, hace sus pinitos en cine y TV pero en 1986 ya reconoció que tuvo "problemas con el alcohol y las drogas" y durante siete años mantiene silencio sobre su vida personal, incluida una violación que padeció años atrás...hasta que lo cuenta todo en su autobiografía "Breaking the surface". La reacción fue muy variada pero en general mala. Sus patrocinadores, salvo la marca de bañadores Speedo, le abandonan, se le critica el incidente con la sangre en la piscina (pese al desmentido cualquier peligro de contagio por los expertos) y decide abandonar el país y trasladarse a Australia.
Allí trata de volver a empezar, sigue con su vida sana, se aficiona al Yoga y se enamora asesor jurídico, Johnny Chaillot, con el que se va a vivir. Poco a poco su vida se vuelve a tranquilizar y así llegamos a nuestros días...Pero ¿qué es de Greg Louganis?
Pues sencillo, volvió a la natación, desde hace varios años se encarga de entrenar a las jóvenes promesas trampolín americano, trabaja para la federación de natación de su país y aunque ha empezado a desarrollar la enfermedad, su aspecto y salud, gracias a los avances médicos, son excelentes. Como notas más frívolas decir que es profesor de la versión americana del concurso ése en el varios famosos saltan desde un trampolín, su vida fue llevada a la pantalla en un telefilm interpretado por Mario López titulado como su autobiografía, es miembro de una asociación de ayuda en enfermos de SIDA y pese a las peticiones de varias asociaciones, se ha negado a ser portavoz de la causa gay aunque aparezca en manifestaciones y actos públicos del movimiento homosexual: "Sería un error considerarme como un modelo", dijo recientemente. Y anteayer, se casó.
Quien quiera seguirle en twiter descubrirá que no le falta sentido del humor, pues su frase de presentación es "si usted estaba buscando al tipo que se golpeó la cabeza con el trampolín en las Olimpiadas de 1988, lo ha encontrado". Cuando sonríes, el mundo sonríe contigo.

2 comentarios:

Mr. X dijo...

Dacosica, que yo el telefilm ese le he visto!!!!! Recuerdo que tenía un novio que le daba mala vida (al estilo Ike Turner, para entendernos).

Pero vamos, que si dices que le va bien, pues me alegro ;)

Sil dijo...

Q sean muy felices!es lo único q puedo decir...no sabia quien era...aunque gracias daco x presentarnos a gente interesante!