Los James Bond olvidados

Dentro del mediático regreso del "fenómeno Bond" al cine por su 50º aniversario, dacosica, en su afán de originalidad y defensor de cauas perdidas rompe una lanza en favor de los dos James Bond más olvidados: Geoge Lazenby y Timothy Dalton.
Tras la marcha temporal de Connery, el actor australiano George Lazenby toma el relevo, aquí se asocia a un mafioso -con cuya bella hija (Diana Rigg) se llega a casar-, para unir sus fuerzas en la lucha conta la malvada organización Spectra, liderada por el malvado Stavro Blofeld (Telly Savalas). Rodada en Portugal y en los alpes suizos, y dirigida por el debutante Peter Hunt "007 al servicio de su majestad" (1969) vista hoy tiene un gran problema que se llama Austin Powers. Y me explico.
La saga protagonizada por Mike Myers más que parodiar los films de Bond, parodia este film y resulta difícil no dejar escapar una sonrisa cuando Telly Savalas, vestido cual Dr Maligno amenaza con aniquilar a la humanidad, menos aún cuando ve al bueno de Lazenby ataviado de esta guisa. Una pena porque la película no es mala, el nuevo Bond sin ser Connery no es tan mal actor como se dijo, viste su indescriptible vestuario con estilo (era modelo) y le aporta vulnerabilidad además de buen humor: en la escena previa a los créditos suelta un sarcástico "esto no le habría pasado al otro tipo".

Por lo demás es una película con buenas escenas de acción, rodadas con un estilo moderno, con un montaje basado en planos muy cortos, donde destacan la escena del circuito de bobsleigh y la imitadísima persecución por la nieve (ver "Origen" o incluso otro film-bondiano "Sólo para sus ojos"). No es una película perfecta, el guión es confuso y hay baches de ritmo imperdonables pero el final compensa todo: Bond se casa con su amada y justo cuando salen de la ceremonia, ella es asesinada, la frase final del protagonista, abrazando el cuerpo sin vida de su mujer "tenemos todo el tiempo del mundo", deja paso a la canción de Louis Amstrong de idéntico título que es una de las mejores de la serie.
La primera película de Bond que recuerdo es "007 alta tensión" (John Glen, 1987) primera aparición de Timothy Dalton cuya espectacular primera escena sucedía en...el Peñón de Gibraltar (!). Es un film menor de la serie, no hay duda, aunque sea un Bond "serio" y con poco humor parece más una película de aventuras para todos los públicos, eso sí bastante aparatosa. Me gusta mucho la escena de la persecución a Bond en un país del "telón de acero" donde el Aston Martin muestra todos sus recursos y otra abordo de un avión Hércules. Como nota anecdótica destacar que aquí (como en "Rambo III") los afganos ayudan al protagonista contra los soviéticos. A la salida del cine recuerdo que mi padre espetó un "no está mal pero Connery era mejor" que resume la fría acogida del sucesor del ya por entonces muy cascado Roger Moore.

Su siguiente film "Licencia para matar" (1989, John Glen) es un caso único en la saga: Bond queda relevado y actúa por su cuenta contra el malvado traficante que casi mata a su colega de la CIA Félix Leiter (personaje habitual en la saga), contando con la ayuda de la guapísima Carey Lowell (luego señora de Richard Gere) y mostrándose especialmente expeditivo, cuando no sádico y fuera de control.
Dalton, actor de formación teatral y habitual de obras de Shakespeare trata de darle un poco de profundidad y oscuridad a su personaje. Lástima que el malvado de la función Robert Davi, no resulte muy inquietante: no olvidemos que era uno de los hermanos Fratelli de "Los Goonies" y eso resta credibilidad. Es una buena película pero no tuvo mucho éxito y precipitó el fin de Bond...hasta la llegada de Remilton Steele, perdón, Pierce Brosnan.