22 dic 2012

Navidades en familia

"Solo en casa" (1990, Chris Columbus) película que ya es un clásico navideño, que siempre viene a la memoria en estas fechas, lanzó al estrellato a Macaulay Culkin y es considerada la  comedia de mayor recaudación en la historia del cine de EE.UU.
Kevin (Culkin) es el hijo pequeño de la familia Mcalister, mientras todos está enfrascados en los preparativos del viaje y de cena, sus movimientos son seguidos por un falso policía, el delincuente Harry (sensacional Joe Pesci). Durante el día, Kevin debe soportar las burlas de su hermano mayor Buzz, el maltrato de su aborrecible tío Frank (memorable Gerry Bamman) y un castigo de parte de su madre Kate al causar un desastre en la cena. Estas situaciones son motivos suficientes para que Kevin estalle, deseando vivir solo y sea castigado a un rincón de la casa donde está fuera de contacto de la familia. Su deseo finalmente se cumple al día siguiente.
Todo el mundo suele partirse de risa (y con razón) con la última media hora del film, donde Kevin castiga de manera sádica a Harry y a su compañero de fechorías (Daniel Stern); como si se tratara de un número de circo ambos actores representan a la perfección sus papeles de "payaso listo" y "payaso tonto" y reciben sin miramientos un duro castigo que recuerda al Cartoon más clásico y a la comedia muda de golpes y porrazos.
Pero la parte para mi más interesante es el comienzo, como en la magnífica "Regreso al futuro" (1985, Robert Zemeckis) la familia media americana (es decir, occidental) es descrita de forma despiadada, con personajes mezquinos (el ya mencionado tío Frank y su coletilla "si es gratis..."), histéricos (la madre de Kevin, interpretada por la gran Katherine O´Hara) y maltratadores psicológicos (el hermano del protagonista). No es de extrañar que el pobre niño acabe teniendo miedo a una caldera que se enciende sola o del vecino de mirada siniestra.
Tampoco quedan bien parados los cuerpos y fuerzas de seguridad, la forma "despectiva" como es tratada la madre en su desesperado intento por ponerse en contacto con su hijo, el trato por parte de los policías al teléfono ("Rose, la histérica por la línea 5") que comen tranquilamente donuts sin importarle un pimiento la suerte del muchacho. Una muestra más de la poca fe de los estadounidenses en las instituciones y su "defiende lo tuyo" que ha hecho proliferar el nº de armas en ese país, con trágicas consecuencias como hemos visto recientemente.
Esto es gracias al magnífico guión de John Hughes, certero en la descripción de las relaciones familiares que deja espacio para el sentimentalismo en el final, aunque se guarde un as en la manga: el siniestro (y finalmente salvador) personaje del vecino y su pala, quien en la iglesia (estamos ante un film profundamente tradicional) le confiesa a Kevin su sentimiento de culpa por haberse enfadado con su hijo con el que ya no se habla. La reconciliación final no por tópica resulta menos efectiva.
Coda final: no quiero olvidarme de la memorable banda sonora de John Williams, quizás una de las mejores que hizo fuera de sus colaboraciones con Lucas y Spielberg y que le da un toque mágico y navideño al film.

 TÍTULO               Home alone
DURACIÓN
 
100 min.
PAÍS
EE.UU.
DIRECTOR
GUIÓN
John Hughes
MÚSICA
John Williams
FOTOGRAFÍA
Julio Macat en color Deluxe
REPARTO
PRODUCTORA
20th Century Fox
PREMIOS
1990: 2 nominaciones al Oscar: Mejor banda sonora original, canción original
Así se hizo

1 comentario:

Mr. X dijo...

Gran peli, dacosica!!! Si es que, qué importante es la familia, menos cuando te deja abandonaíco en casa. Ahora bien, menuda casa la de los Culkin!!

La conversación con el viejales en la iglesia, con todo lo convencional que quieras, es de las más emotivas que recuerdo de las pelis que veía en aquella época... snif