8 oct 2010

Un adiós y dos premios

Dos noticias cinematográficas han centrado la atención en las dos últimas semanas: el doble premio (guión y dirección) recibido por Álex de la Iglesia en Venecia por "Balada triste de trompeta" y la luctuosa noticia de la muerte de una de las últimas leyendas del cine de Hollywood, Tony Curtis.
Nuestro flamante presidente de la Academia de cien Español es de lo poco salvable del cine patrio. Los que siguen este blog (pocos pero fieles) sabrán de mi poco aprecio al cine español actual, básicamente desde los años 90. Sin embargo hay algunos cineastas que consiguen que pague por verlos, aunque últimamente anden en baja forma (Amenábar, Almodóvar, Medem) y el bilbaíno es uno de ellos. A ello se une la simpatía que me inspira por su discurso en la última ceremonia de los Goya (donde les daba una cariñosa colleja a los de la ceja) y un vídeo en youtube donde, hablando de su más reciente film, explicaba que en él quería mostrar cómo en este país siempre "estamos enfadados simepre con alguien, el vecino, el de la tienda de abajo y básicamente al que le vaya bien". Somos un país de odios. Ya es hora de que nos dejemos de envidias y nos olvidemos de rencores pasados, viene a decir el director. No en balde la primera escena de la película transcurre durante la Guerra Civil (Fran Perea hace de soldado Nacional, ¡puf!) y es clave para entender todo lo posterior. Esto promete, pues el tono de comedia negra y la época en la que sucede (tardofranquismo-transición) es el mismo que en la excelente "Muertos de risa"(1999) donde el cineasta contaba no sólo la vida de dos cómicos que se adian y se necesitan, sino también una certera radiografía de un país primitivo, violento, rancio, casposo y resentido pese a la imagen de modernidad que tratamos de ofrecer al mundo. Un país roto, que quiere progresar, donde hay buenas intenciones y sentimientos pero sin reconciliación posible (no hay mas que ver el final). Estoy deseando verla.
Y Tony Curtis...qué decir sin repetirse. Me limitaré a comentar que era algo más que un actor de comedia, ahí esta "El estrangulador de Boston" (1966) y que quizá acabó siendo un poco víctima del personaje que él mismo había creado: vividor simpático, coleccionista de mujeres y nunca se tomaba demasiado en serio a sí mismo. Genial comediante, siempre era el galán de la pareja (Jack Lemon o Jerry Lewis eran su contrapunto patoso) secundario de lujo ("Espartaco", "Los Vikingos", "El espejo roto") caía bien, merecedor de mayores reconocimientos y siempre risueño.
Para los que no se quieren quedar en las películas de siempre, dos films excelentes y algo olvidados de Curtis: "La carrera del siglo" (Blake Edwards) y la de la foto, "No hagan olas" (1967, Alexander Mackendrick) junto a la malograda esposa de Polanski, la bellísima Sharon Tate. Una comedia que trata temas como el culto al cuerpo, muy de moda hoy en día.

Nota: Tony Curtis cedería su voz para la terrorífica película de Polanski "La semilla del diablo" un año después.

2 comentarios:

Mr. X dijo...

¿La voz de Satán en la "Semilla del Diablo"... era de Tony Curtis? A esto se le llama acabar con el mito...

Mmmm, "Balada triste de trompeta", ¿eh? ¿Será la obra maestra definitiva de Álex de la Iglesia? El tiempo y Tomás Fernández Valentí nos lo dirán, daco.

Por cierto, que la chica de la peli es Carolina Bang, mujerona que le ha hecho perder sus 35 kgs. y su permanente cara de pocos amigos. ¿Por qué lo llaman búsqueda de creatividad cuando quieren decir sexo? Se acabó "El pequeño Mussolini". Álex de la "Benigniglesia" ha llegado. ¿Cómo están ustedeeeeees...?

Sil dijo...

Bien dice Alex de la Iglesia cuando dice que "estamos enfadados siempre con alguien, el vecino, el de la tienda de abajo y básicamente al que le vaya bien", a ver si esta peli hace algo por cambiarlo...aunque..a mi no me llama demasiado, sorry!