1 oct 2010

Esto pinta mal

Sabiamente, durante todo el año apenas he leído periódicos y visto telediarios, sólo alguna tertulia radiofónica me mantenía unido con la actualidad y, la verdad, mejor mantenerse aislado con la que está cayendo que si no...
Empecemos, el miércoles huelga genera. No me quiere repetir, en anteriores entradas, este mismo año me he despachado agusto con sindicatos y patronal pero lo del día 29 clama al cielo. La coacción de los piquetes informativos fue tan descarada, tan lamentable que dio asco. No la sufrí en mis propias carnes, pero para cuando llegué el polígono donde trabajo estaba vacío y no por gusto. Sólo en mi empresa se pudo entrar y el seguimiento de la huelga, al no haber coacciones, fue casi nulo.
No pueden decir lo mismo los madrileños, los andaluces ni los barceloneses. Estos últimos fueron los peor parados no porque no pudieran ir a trabajar (los sindicatos se fueron a putear a Esperanza Aguirre, no al tripartit) sino por los destrozos de los auto proclamados antisistema, hijos de papá que, cansados de tenerlo todo, akupan edificios para tocar los cojones no ya al malvado capitalista sino a los sufridos vecinos con los tambores de los cojones, grafitis de dudoso gusto, apañándose luz y agua gratis... Dentro de unos años, forrados sin dar ni clavo ni pagar los desperfectos, hablarán con sus amigos de aquella juventud inconformista como si hubieran hecho el Mayo parisino. ¡Puag!
El otro tema es de semanas atrás. Es el famoso Pastor Episcopaliano que quería quemar el Corán, un pobre loco, que no sabía donde se metía. Se pensaba que, como los integristas islámicos queman la banderas de su país, él podía hacer lo mismo con sus símbolos, que como dicen en las películas, E.E.U.U. "es un país libre". Pues no, resulta que sale su presidente y dice que eso es "una provocación" y generará "un montón de adhesiones a Al-qaeda". A él le parecía una provocación que se construyera una mezquita cerca de la zona 0, pero su presidente y alguno más le dieron a entender que no.
Bueno, dejando a un lado el estado mental del individuo, y las opiniones de cada uno sobre lo de la mezquita, todas aceptables, lo que verdaderamente me asusta es que el presidente de la nación más poderosa del mundo equipare quemar el Corán con unirse a un grupo terrorista. No señor, lo "lógico" ante una quema del Corán es una quema de la Biblia o de banderas y símbolos, no asesinatos de monjas (¿no os enterasteis?) ni nuevos terroristas. Me remito al título, todo me decepciona.

2 comentarios:

Sil dijo...

No merece la pena decepcionarse por todo dacosica, para qué si no se va a conseguir nada? Por lo menos en lo que planteas en la entrada. El tema de la huelga...yo no la hice y no me encontre ni piquetes ni na de na.Pero vi las noticias y escuche la radio y me parece la-men-ta-ble...si esta gente ejerce su libertad de hacer huelga, ¿por qué no respetan la libertad de los demás de ir a trabajar? es una pregunta que no tiene respuesta, ¿qué piden al gobierno, sindicatos, oposición...cuando su visión de un día de huelga es quemar cosas, romper cristales, insultar, obligar a no trabajar? en fin..
En cuanto al cura que quería quemar el Corán..¿qué ha sido de él? no se ha vuelto a saber nada...¿entrará dentro de los llamados Expedientes X?

Mr. X dijo...

Lo del cureta ese era de mear y no echar gotita... ¿Provocación a Al-Qaeda? ¿Mande? Él sólo estaba ejerciendo su derecho a quemar libros, como en la época de la Alemania Nazi... Si es que ya no se respeta nada, dacosica......

A todo esto, yo hice huelga. Más vale pájaro en casa, que en la parada del autobús con frío esperando un Cabrerobús que no sabes si llegará. si es que ya lo dice Homer J. Simpson: "El transporte público es de perdedores..." Ains!!