7 feb 2019

Horror barroco

Lovecraft por Dominique Signoret
Esta vez toca hablar lecturas más literarias, dejando a un lado el comic aunque no del todo, como podrá el lector comprobar al final de la presente reseña. El personaje que hoy nos ocupa es nada menos que Howard Phillips Lovecraft (20 de agosto de 1890, Providence, 15 de marzo de 1937), del que pasaré a comentar alguna lectura reciente pues me parece que de él se ha escrito tanto y tan sesudo que poco puedo aportar.
Dice de él Stephen King que era "el príncipe oscuro y barroco de la historia del horror del siglo XX" y creo que esa es una buena definición del autor de Rhode Island. Escritor denso, para algunos difícil, confieso que mi primer acercamiento a él, "El abismo en el tiempo" (1937) fue fallido y no pude terminar su lectura. Sin embargo hace algunos años leí "En las montañas de la locura" (1931) que ya comenté aquí, lo cual significó mi reenganche a su obra. Paso, sin más, a comentar algunas de sus obras, en su mayoría cuentos que pueden formar, en algún caso, una historia unitaria. 
- La tumba (1917, publicado en 1922) 
Uno de sus primeros relatos y por ello de los más influenciados por sus lecturas clásicas. No muy apreciado por el autor, quizás exista algo de personal en la semblanza del protagonista. Un buen cuento de terror de estilo más clásico comparado con lo que escribiría después.  
- Polaris (1918)
Cuento también de influencia "clásica" por cuanto sus personajes parecen sacados de la mitología griega, tiene diferentes planos narrativos en los que realidad y sueño se entremezclan dando un resultando más inquietante que terrorífico pero no por ello menos interesante. Lograr que una simple estrella dé pavor es algo realmente meritorio.
- La nave blanca (1919)
El mar es siempre un escenario y, a veces, un personaje muy importante en sus relatos. Aquí la mitología y las leyendas del mito de Cthulhu tienen mucha importancia, aunque sea en forma más de cuento fantástico (recuerdos de la infancia) que de relato de horror. Tuvo mucho éxito y recibió buenas críticas en su momento. 
- El viejo terrible (1920)
Interpretada por algunos como un cuento "racista" porque los ladrones que aparecen en el mismo son inmigrantes polacos o italianos, se trata de uno de los más convencionales pues su estilo bien podría ser el de un moderno Stephen King ya que es bastante gráfico en las consecuencias de la violencia. Interesante por el cambio temático que supone. 
- Los gatos de Ulthar (1920)
Casi una leyenda más que un relato de terror, esta pequeña maravilla posee una elegancia y una ambientación de la que es imposible no admirarse. A veces las grandes obras vienen en frascos pequeños. 
- La música de Enrich Zann (1921)
Uno de los relatos de los que más orgulloso se mostraba el autor, logra la difícil misión de resultar musical, pues el sonido de un violín es clave para la trama. No me parece especialmente terrorífico ni entretenido mas tiene la misma virtud que casi todas las obras del autor: es imposible no admirarse de las descripciones y adjetivaciones barrocas que con gran virtuosismo nos deleita. 
- El pantano de la luna (1921)
Perteneciente al llamado "ciclo onírico" del autor, muy cercano a la novela gótica. Aquí la tensión está magníficamente dosificada pese a que desde el principio sabemos el final. Las costumbres, las maldiciones, el choque del hombre urbano contra la naturaleza y los ritos paganos... realmente inquietante y con unas descripciones brillantísimas. 
- Horror en Playa Martin (1922)
Único cuento que escribió con la que fue su fugaz esposa, Sonia Green, cuenta la historia de un extraño monstruo submarino que siembra el pánico en la playa del título. No es de mis favoritos, la verdad, por más que tenga como novedad el hecho de incluir una amenaza que ni es misteriosa ni se esconde de la humanidad sino que tiene una motivación más prosaica: la venganza. Como curiosidad, el enorme parecido que tiene el film "Orca, la ballena asesina" (Michael Anderson, 1977) con dicho relato. 
- Reanimator (1922) 
En realidad se trata de la suma de varios relatos o seis capítulos que forman una truculenta historia protagonizada por el Dr Herbert West, un médico de escasa ética y con nulo respeto por los muertos con los que experimenta un suero que los reanima... con terribles consecuencias. Muy interesante por lo que muestra sobre las traumáticas consecuencias de los horrores de la Primera Guerra Mundial y la ética de ciertas prácticas médicas. 
- La llamada de Cthulhu (1926, publicado en 1928)
Casi con total seguridad el relato largo (novelette que dirían entonces) más importante y conocido del autor, no tanto por lo que cuenta, que también, como por la infinidad de líneas argumentales que deja abiertas, las cuales serían aprovechadas por otros autores (sus amigo Robert E. Howard y Clack Ashton Smith) que seguirían con los llamados mitos de Cthulhu. El tema de la secta y los pantanos es la parte que a mí, personalmente, más me gusta. Luego el "horror cósmico"... no tanto. 
- El color que cayó del cielo (1927)
Otro de los relatos favoritos del autor y, para mí, el mejor. Sólo hay que ver la enorme influencia en cine y literatura fantástica que ha tenido la historia de una especie de meteorito (que en realidad no lo es) el cual se precipita cerca de una granja para desgracia de sus habitantes y de todo la región. Todo en él es perfecto pero me quedo con la aproximación que hace el protagonista a la (desolada) zona donde sucedió todo y su inquietante reflexión final. Estremecedor. 
- Historia del Necromicón (1927)
El Necromicón es un libro que aparece de forma intermitente en los relatos del autor, lo cual le permite aquí crear una historia cronológica del mismo. Como el propio Lovecraft aclaró en varias ocasiones, tal libro no existe (pese a que muchos frikis se empeñen en lo contrario) y es sólo un ardid literario que, dado el éxito, funcionó muy bien. ¿Una de las primeras fake news de la historia?
- El horror de Dunwich (1928)
Estamos ante otro de los relatos mayores del autor de Provicence. Cuenta la inquietante historia de una familia entregada a un culto extraño en el que la hija, una albina, acaba engendrando un monstruoso ser que provoca todo tipo de horrores en la localidad del título. De sus más aterradores relatos, es quizá el tono periodístico del mismo lo que le da un "realismo" ciertamente desasosegante. Aquí también aparece el Necromicón, clave para el desenlace. 
- El clérigo malvado (1933)
Quizá una historia menor dentro de la prolífica obra del autor mas es un nada despreciable ejercicio de estilo, con un giro final realmente sorprendente. Que en una historia de fantasmas tan convencional logre sorprenderme no tiene precio. 
Para completar este este texto voy a hacer un breve comentario sobre la obra de Alan Moore y Jacen Burrows "Providence" (2016-17) la cual también termina por estar unida a otra obra del guionista británico, "Neonomicón"(2010) también ilustrado por Burrows y que es una personal visión del universo lovecraftiano por parte del autor de Northampton.
Comenzando por el más antiguo, en palabras de Moore a la revista Wired, no era más que un trabajo alimenticio en el que trataba de explotar la sexualidad sólo sugerida por Lovecraft en sus obras, ofreciendo un comic bastante bestia (con escena de violación, como no podía ser de otra manera) que dejaba la puerta abierta a una continuación.
"El color que cayó del cielo" es uno de los muchos relatos referidos en "Providence"
Moore volvió a contar con el excelente dibujo de Burrows para una trilogía titulada Providence, una precuela de la obra anterior, ambientada en la época en la que vivió el autor (de hecho, el propio Lovecraft es un personaje secundario, aunque importante) y que no es sino un compendio de casi toda su obra como si fuera protagonizada por un personaje (un periodista homosexual llamado Robert Black) el cual tiene la desgracia de, mientras se documenta para una novela, "vivir" varias de las historias del autor de Providence. Dividido en tres lujosos volúmenes, cada uno con el título de una obra del escritor homenajeado (¿fusilado?): El miedo que acecha, El abismo en el tiempo, Lo innombrable, acaba resultando agotador por las referencias a la obra, por los excesos (cada vez mayores según se acerca el final) y por lo enrevesado de la trama. Mas se trata de una obra destacable por el impecable dibujo de Burrows (Lovecraft debe ser un festín para cualquier ilustrador por su capacidad de descripción); el suspense de la historia y lo terrorífico de algunos pasajes. Lástima que Moore se cargue una de las principales virtudes de Howard Phillips, la sugerencia, en su afán de pasmar al lector. No pasa nada, es una obra muy estimable pese a todo, aunque da la sensación de serlo más gracias a Lovecraft que a Moore.

No hay comentarios: