27 jul 2013

Bodas de cine

El cine siempre ha buscado en los eventos sociales material para sus películas, bien sea para ambientar en ellos una escena o todo el film. Pocos acontecimientos tan universales como una boda para reunir un montón de especímenes de lo más variado y además buscar elementos de fricción que bien acaben en drama, o bien terminen en comedia. Mi predilección está por esta última porque hay que reconocer las bodas, si se miran con frialdad y espíritu crítico resultan algo ridículas por artificiosas aunque en el fondo a (casi)todos nos gusten, seamos invitados o protagonistas.
Como decía hay películas que sólo le dedican una pequeña parte del metraje a la boda pero pocas escenas hay tan memorables como los casi treinta minutos de la boda de Connie Corleone para definir unos personajes, una familia y una sociedad en un momento determinado. Francis Ford Coppola comienza su film con "Yo creo en Ámerica" de manera memorable y de ahí para arriba. La foto de familia en la que Michael coloca a su entonces novia Kay Adams sirve para enmarcar la épica tragedia que sólo acaba de comenzar.
Buscando solteras en la boda...teniendo a una al lado
Otras veces, la mayoría, la boda aparece al final del film como culminación a la felicidad de los protas. A veces todo acaba bien, tras no pocas vicisitudes ("Resacón en Las Vegas  1&2") y otras veces también...aunque no se celebre, como en el encantador pastelón "Sweet home Alabama", en el que Reese Whitherspoon (Greta Wolfcastle en Los Simpson) dejaba plantado nada menos que a Patrick Dempsey. Otras veces no acaba tan bien y resulta un matrimonio de lo más fugaz, como le pasa a James Bond en "007: Al servicio secreto de su Majestad" (1968, Peter Hunt).
Dentro de las películas cuyo metraje es casi exclusivamente la ceremonia y celebración en sí, lo interesante ocurre cuando surgen conflictos: "El banquete de boda", (1993, Ang Lee) en la que el novio es homosexual, "Un día de boda" (Clare Kilner, 2005) en la que una chica contrata a un gigoló para dar celos al novio, "Planes de boda" (Adam Shankman, 2001) en la que una organizadora de bodas se enamora del novio de una de ellas. Aunque mis favoritas son "La boda de mi mejor amigo" (1998, P. J. Hogan) y "Cuatro bodas y un funeral" (1994, Mike Newell).
Fiestas pre-boda cantarinas
De la primera destaco la mala leche que destila la protagonista de Julia Roberts, personaje realmente mezquino y egoísta pero que al estar interpretado por una actriz de su carisma, resulta simpática para el espectador. Julianne (la Roberts) recibe la noticia de que su mejor amigo (y ex-novio, nota importante) Michael (Dermot Mulroney) va a casarse con Kimberly (Cameron Díaz). A partir de entonces descubre que está enamorada de él y, junto a su mejor amigo George (Rupert Everett), decide evitar la boda a toda costa. Everett y Cameron se erigen en dueños de la función gracias a su bis cómica con momentos memorables como éste y éste.
"Cuatro bodas y un funeral" condensa lo mejor del humor británico, tan hilarante como sangrante y con momentos dramáticos que la hacen más realista. Aquí la pareja protagonista es la única que no se casa al final. Personalmente, la guapa Andie MacDowell es una auténtica revienta bodas nada simpática, ¡pobre Cara de pato! Los mejores momentos acurren en las ceremonias religiosas (Rowan Atkinson) y los discursos de los padrinos. Con el punto justo de romanticismo, comedia y drama, exaltación de la amistad, amores secretos y respeto a los demás (pareja de amigos homosexuales tratada con normalidad, como debe ser) es una película estupenda.
Pero cuando más lucen las bodas son en los filmes corales, el maestro Robert Altman lo borda en "Un día de boda" (1978) diseccionando la familia americana como antes hizo con el mundo de la música country en "Nashville" (1977) y luego haría con la moda en "Pret a porter" (1994).
Y hablando de gays, también hay bodas homosexuales, claro, como en la española "Reinas"(2005, Manuel Gómez Pereira) o "Sexo en Nueva York 2"(2010, Michael Patrick King). Los nuevos tiempos mandan. Otro día si eso hablo de bodas exóticas como "La boda del monzón" (Mira Nair, 2001), pero sólo si eso.

1 comentario:

Mr. X dijo...

De todas las que has elegido, me quedo con la de Robert Altman, que es genial. Cara de pato es lo mejor de Cuatro bodas y un funeral. Recuerda: "No estés tennnnnnnso..." Jijiji

Lo de hablar de la peli de Mira Nair, tú mismo..... ¡¡¡que menudo drama!!!