Estos son todos unos cestos

La temporada bancestística 2012-13 terminó y dacosica es fiel a la cita. Este deporte tan atractivo y emocionante no es ajeno a la crisis pero parece que los que lo dirigen no se dan cuenta y hacen todo lo contrario con el fin de terminar de hundirlo. No es de recibo que, por ejemplo, la ACB dure más que la NBA siendo menos equipos, además para que al final casi siempre gane el que en la liga regular ya era campeón. De temas económicos ni hablo, no habrá ascensos por las condiciones draconianas exigidas a nivel económico y varios históricos como Valladolid y Juventut tienen un futuro muy oscuro. Pero nada cambia, todo seguirá igual...hasta que el tinglado se termine de hundir.

En lo puramente deportivo el Madrid recuperó su lugar en España con un merecido título de Liga, aunque sufriendo más de la cuenta ante el peor Farselona del último lustro: con lesionados, jugadores en bajísima forma, sin afeitar y con una pinta de guarros que da asco, casi nos ganan. Laso, dio una lección de no-dirección en el banquillo con unos tiempos muertos de vergüenza agena que por respeto no voy a comentar. Gracias a Dios, TVE (que fue capaz de conectar en uno de los partidos cuando este ya había comenzado) casi no nos permitió ver las enseñanzas de Laso ni de "Borratajos" Pascual. Una vez más queda demostrado que en deporte de élite el entrenador es un accesorio y los cojones de Felipe Reyes (MVP) y las rachas de Llull, Mirotic, Begic y el recién llegado Darden nos salvaron.

El Madrí pudo haber ganado Copa del Rey y Euroliga, pero la primera se la regaló al conjunto culé tras una jugada lamentapla de rebote tras tiro libre y la segunda se la quitó el Olympiakos a base de karate-press y experiencia. Con todo, lo tuvimos en la mano y deperdiciar 17 ptos de ventaja debería estar penado con cárcel.

Pero no sólo cuecen habas en Europa, a mi la NBA me aburre cada día más y salvo en play-off, no se ve baloncesto de nivel en la temporada. La temporada es una acumulación lastimosa de partidos intrascendentes uno tras otro hasta que acabas deseando que se muera Flanders. Cuando los jugadores están bien exprimidos llegan los play-off y aquel que tiene menos lesionados, gana. Miami ganó por su indudable calidad y con alguna decisión arbitral discutible (sexto partido) a los veteranos pero siempre competitivos San Antonio Spurs de Parker, Tim "eterno" Duncan y Manu Ginobili bien secundados por Danny Green, y una legión de europeos como Spliter, Diaw o De Colo. Y sigue jugando Tracy "por qué eres tan bueno" McGrady. No obstante Miami tiene la mejor plantilla (Allen, Bosch, Wade) y al mejor jugador de la liga: Lebron James. Da igual que tengan un entrenador del montón como Erik Spoelstra y que los Spurs tengan al mejor, Gregg Popovich, la calidad decide. Eso es así.