19 may 2013

No hay maldición...

...que cien años dure. Eso es así. Hasta el Atlético es capaz de romper una maldición el peor día posible y hacer que un gran entrenador parezca el gafe del siglo. Pero queridos amigos, de eso hablaré (si me quieren escuchar) otro día y me despacharé a gusto.
Hoy voy a largar sobre maldiciones balompédicas, (creo que esa es la única razón por la que se puede perder contra el Patético de Madrid) que siempre da aroma a leyenda aunque no sea más que una puñetera y maldita casualidad.
El pobre Benfica de Lisboa, al que cada día se parece más el Madrid por cierto, se topó la flor de Rafa Benítez y su Chelsea, equipo de fútbol mediocre (como su entrenador) pero con enorme suerte y perdió en el descuento la Europa League. Y se volvió a hablar de Béla Guttmann, entrenador ya fallecido que lanzó su "maldición" sobre el club portugués cuando este decidió no renovarle. Bien es cierto que si uno se lee su frase entera, ésta no se ha cumplido del todo, pues sus malos deseos se extendieron al fútbol portugués y varios equipos de este país han ganado numerosos títulos europeos desde entonces. Pero el Benfica no.
Nostante,  a todo hay quien gane y Sudamérica, tierra mágica y lejana hay un equipo colombiano llamado América de Cali al que la palabra gafado se le queda corta. Es (redoble de tambor) "la madición del garabato".
Conocida así popularmente por toda Colombia y en algunos sectores de América y el mundo, es en referencia a la indudable mala suerte del club para las finales de Copa libertadores, la Xampions de allí.  La leyenda relata sobre un tal Benjamín Urrea que por el año 1948 se habría negado rotundamente a la inclusión del club en la Liga Profesional, este sostenía que el club debería seguir en la Liga Aficionada ya que nunca seria campeón y eran muy malos.
Después de largas discusiones, al fin se llego a la conclusión que el América seria un club Profesional le gustara a quien le gustara, al ver esto Benjamín Urrea lanza una maldición que sería recordada por las generaciones del fútbol colombiano:
Bejamín Urrea
Que lo vuelvan profesional, que hagan del América lo que quieran, pero juro por mi Dios que nunca serán campeones… Lo que consiguió fue que el resto de los socios se partieran de risa, pero por casualidad o dotes mágicas, el América entró en una sequía total de títulos a partir de entonces. Esto hizo que en 1978 un grupo de socios y el mismo Urrea decidieran llevar a cabo un rito de exorcismo
Su efecto tuvo que esperar hasta 1979, cuando el América consiguió el título del campeonato colombiano y Urrea necesitó que un agente de policía lo protegiera de los hinchas que lo celebraban.
Pero la maldición no termina ahí, a pesar que el América de Cali lograría un total de 13 títulos, siendo el segundo club con mas títulos en Colombia,  llegaría en 1985 a la Final de la Copa libertadores, que perdería en el partido de desempate en los penalties por 5-4.
Al siguiente año el América de Cali llegaría nuevamente a la Final, Copa libertadores de 1986, esta vez perdió claramente los dos partidos, no hubo opción.
Llegaba 1987, parecía que la tercera final seria para el conjunto del América de Cali ya que su rival, Peñarol de Montevideo no era tan difícil como el River Plate del año anterior.
La ida, disputada en Colombia, culminó con victoria para los locales por dos goles a cero. La revancha se disputó en el Estadio Centenario de Montevideo, al América le bastaba con un empate para ser campeón. Cuando parecía que se encaminaba al título (1-1), llegó el segundo tanto para Peñarol que todavía lo dejaba con vida.
El desempate se disputó en el Estadio Nacional de Chile y nuevamente a los colombianos les valía con un empate para de una vez por todas ser los campeones. El encuentro finalizó con empate en los 90 minutos, por lo que se requirió de tiempo extra. Si el América mantenía el cero a cero durante el tiempo extra se convertía en campeón. El partido estaba acabado, todo era alegría en Cali, el equipo se iba a consagrar campeón tras haber caído en dos finales pero… Sí, otra vez, aunque les parezca mentira en el minuto 120, cuando todos en Colombia lo festejaban, apareció Diego Aguirre para escribir una de las tantas páginas de gloria del Club Atlético Peñarol. Nadie podía creerlo, pero el América había perdido otra final de la Copa Libertadores, pero esta fue la más increíble de todas.

Llegó el año 1996 y una nueva oportunidad para el equipo caleño. En esta oportunidad se volvían a enfrentar a River Plate. Ya era la cuarta final que disputaban y adivinen lo que pasó.
Algunos piensan que es una maldición, otros que simplemente el destino, pero lo cierto que el equipo colombiano no ha roto el maleficio en la Copa Libertadores. Sobre todo esto tengo mi opinión y es que el fútbol gusta tanto por cosas como esta, es casi el único deporte en el que el mejor no gana siempre. Por eso gusta tanto.
Ver otras maldiciones AQUÍ.

2 comentarios:

El Pera dijo...

No olvidemos tampoco que el Benfica perdió por penalties la final de la Copa de Europa de 1988 frente a un PSV ramplón (que eliminó, pletórico de suerte y fortuna, al Real Madrid) incapaz de ganar ni uno solo de sus últimos cinco partidos en el Torneo.

Pero es verdad que lo del América es peor. No me sabía la historia y me parece dramática... Pobres. Si le pasa algo así al Madrid me da un ataque.

Me quedo también con el demencial sistema de competición de la Libertadores (¿Ganas 3-2 en el global de 180 minutos y todavía tienes que jugar más? ¿Noventa minutos más, sigues ganando el global y todavía tienes que seguir con una prórroga? ¿Te empatan a tres el global en la prórroga y te quedas sin título? De locos. Ni esto es baloncesto ni una final de fútbol debería ser un playoff...

Mr. X dijo...

Fúbol es fúbol...... y no hay más que decir