4 nov 2011

Superlópez Fans (así, en plural)

By Mr X
Entre Mortadelos y Filemones, Zipis y Zapes, Rompetechos y Carpantas, hubo una vez un curioso personaje, caricatura del gran héroe americano Superman en su versión más cañí (cuerpo enclenque, narigón y con mostacho), cuyas aventuras hicieron las delicias de este que os escribe en su niñez-adolescencia-y-más-allá. Superlópez, procedente del planeta Chitón, es el simpático extraterrestre venido a nosotros por error que combate las fuerzas del Mal con su superfuerza, su supervelocidad, su supervisión de rayos X… Vamos, poniendo toda la supercarne en el asador para salvar a la Humanidad de los mil y un peligros que la han acechado desde 1979, año de publicación de su primer cómic, titulado precisamente “Las aventuras de Superlópez”. Anteriormente, Superlópez era un pintoresco personaje de viñetas de situaciones cómicas de tan solo unas pocas páginas (tal y como aparece recogido en “La génesis de Superlópez”, volumen nº. 13 de la colección). A partir de entonces, Superlópez ha ido apareciendo cada año ininterrumpidamente hasta nuestros días…, aunque corren malos tiempos para nuestro superhéroe patrio. Para empezar, la colección Fans de Superlópez ha desaparecido, y sus dos últimas aventuras hasta el momento (“El mundo de al lado” y “Elecciones en Kaxim”) han aparecido en otros formatos algo más carillos… ¡Qué crisis esta crisis!

Su autor, Jan, confesaba en una entrevista estar en “números rojos”, y deja en manos de los lectores (compradores) el futuro de su creación más famosa. Mientras, intenta captar nuevos lectores con su flamante nuevo superhéroe, Cederrom… ¡pues que tenga suerte! Responde el bueno de Jan a las voces que aseguran que Superlópez ha perdido fuelle -observación que no puedo sino compartir-, que todo ello es fruto de la nostalgia. Poca capacidad de autocrítica tiene este gran dibujante y mediocre guionista, pues sus primeros volúmenes (“El Supergrupo”, “La Gran Superproducción” -el rodaje de película más delirante de la historia-, “Los alienígenas” -divertida parodia de “La cosa” (1982), de John Carpenter, fenómeno social por aquellos años-, “La semana más larga”, “Al centro de la tierra” -antológicos los cabreos de Luisa Lanas, novieta de la identidad secreta de Superlópez, Juan López, en este número…) son infinitamente superiores en diseño, guión, humor y sentido de la aventura al resto, más preocupados por hacer crítica político-social un tanto burda que por utilizar la gracia y la imaginación. Y ahora paso a hablar de los 3 números que considero más significativos de la saga:

“La caja de Pandora”.- Para muchos, la mejor aventura de Superlópez. Los dioses más importantes de la historia de la Humanidad se unen para resolver el misterio de esa caja que, dicen, esconde un gran secreto. El impresionante diseño de todas esas divinidades, sus monstruos y sus mundos, manteniendo conversaciones triviales mientras le echan un pulso a Superlópez (que le provocará sus identificativos chichones en la cabeza) con el toma y daca por la caja-matrioska en una aventura que se extiende más allá de los límites de la galaxia… Barroquismo sucio, mitología y ciencia-ficción son la explosiva mezcla de esta aventura. Sin duda, la que contiene el final más irónico.
“El Señor de los Chupetes”.- Años antes de que Peter Jackson uniera a Elijah Wood, Viggo Mortensen, Orlando Bloom y unos cuantos enanetes en la aventura del Anillo Único, Jan hizo su propio homenaje a la trilogía fantástica de J.R.R. Tolkien en esta divertida parodia que convierte a Tchupón en, sin duda, el villano más sibilino de toda la saga. El diseño de los mundos de cada uno de los Chupópteros Negros -no me resisto a nombrarlos: Chupamarca, Chupadelpote, Chupardina, Chupechán, Chupechón y Chupechín- es incluso superior al de “La caja de Pandora”, y la descripción de los vicios humanos (desde el tabaco a las máquinas recreativas), muy divertida. ¡Genial!
“Los Cabecicubos”.- Espléndida parodia, realizada al poco tiempo, del mítico golpe de estado del 23-F. Aparecen los personajes secundarios más divertidos de la saga: General Sintacha, Inspector Hólmez, el Jefe (aquí, Primer Hexaedro), todos juntos en esta aventura sobre la intolerancia ante la diversidad, la alienación, el pensamiento único, el deseo de poder y los cubos de Tontik. El ritmo del guión es sencillamente magnífico, muy cinematográfico. Y la realidad que crean los diseños cuadrados es tan divertida como el mundo de los Picapiedra. Sin duda, la mejor muestra de lo que Jan es capaz de hacer: crítica social con imaginación, fantasía y mucho humor. Un cómic espléndido incluso para aquel que no sea seguidor de la serie Superlópez.

3 comentarios:

Dacosica dijo...

Totalment deacuerdo MR X en lo del faltal declive del leonés Jan.
A mi me encanta "La gan Superproducción", lagrimones de risa se me caen al leerlo. Tengo que repasar tus 3 recomendaciones y releer un álbum menor pero muy digno: "Kachabolink blues Rock".

Salú!

El Pera dijo...

Totalmente de acuerdo, Rafa Tejerina.

Obra maestra "La gran superproducción".

P.D.: "Lárgame un cilindrín, fotero...".

Ignacio Javier Ruano Regalado dijo...

Genial entrada recordando viejos tiempos.

Yo tengo en el Gente Menuda que daba el ABC (encuadernado jeje) el de el Supergrupo que es desternillante, la Caja de Pandora genial, y sobre todo el de los chupetes, para mi el mejor de todos

Que buenos tiempos....

Renovarse o morir no queda otra.

Saludos