¡Alarma!

En esta semana a ocurrido de todo: una hecatombe futbolística, una pérdida irreparable para el cine, unas drásticas medidas económicas, país vecino de abajo en plan desafiante y de remate un caos aéreo por una huelga salvaje.
No soy masoquista, así que de lo primero no hablaré, el disgusto pasó y todos me dicen que esto es muy largo, les haré caso. De lo segundo pues mostrar mi tristeza además de constatar el enorme número de fans que tenía este pedazo de cómico. Sobre lo tercero pues, a fuerza de ser simplista, es más de lo mismo, a pagar los que gana menos y a vender "las joyas de la familia" (privatizar loterías, vender edificios del Estado, etc.). Sobre la monarquía absolutista que tenemos como vecino y que nuestro gobierno no quiere enfadar pues nada, la nueva marcha verde fracasó debido al bajo seguimiento.
Pero esto me sirve para enlazar con el último tema: la huelga de los pilotos. No quiero decir aquí cosas elementales y repetidas hasta la náusea estos días, así que apuntaré dos ideas nada más:
- El que se decretara el estado de alarma (art. 116 de la Constitución) recurriendo ¡al ejército! es un síntoma inequívoco de que este gobierno está superado por todas partes. ¿De verdad lo sabían y se les fue de las manos?
- El resultado ha sido lamentable en términos económicos y de imagen para España: todos perdemos, controladores, gobierno, sector turístico, usuarios...

Nota final: cuando gobernaba el del bigote bastó una llamada para que EE.UU. intermediara en lo de la isla de Pergil. Muchas risas de los Wyoming y cía. pero ahora los americanos no han movido ni un dedo por nosotros. Ellos consideran Marruecos su aliado. España ya no pinta nada en el mundo, que no nos pase ná.