La verdad es que no soy un gran aficionado a la lectura, lo confieso, y menos aún a la actual. No es por snobismo sino por pura vagancia/ignorancia. Ya he dicho aquí (ver entradas libros) lo que pienso de algunos escritores, así que no me voy a repetir. También he mencionado en alguna ocasión mi interés por clásicos de la literatura juvenil, que cuando era adolescente me daban alergia (tal vez porque entonces "tenía que leerlos") pero que este año me han entretenido en este movidito 2010:-"La isla del tesoro", del escocés Robert Louis Stevenson, clásico del género aventura y piratas, mil veces versionada en cine, es el que más me ha gustado. En ella aparece uno de los personajes más interesantes (por ambiguo) de la literatura aventurera: Long John Silver, cocinero del barco protagonista, ¨La Hispaniola¨. Una obra que habla, entre otras cosas, de las decepciones que uno se lleva con algunas personas a las que admira.
-"Los viajes de Gulliver", de Jonathan Swift, libro que ha conocido diferentes adaptaciones, entre ellas uno de los primeros largometrajes de dibujos animados (1930). El protagonista, el capitán Lemuel Gulliver, se encuentra en situaciones increíbles: es un gigante entre enanos, un enano entre gigantes y un ser humano en una tierra poblada por caballos sabios que son más humanos que los propios hombres (llamados yahoos por los caballos ¿os suena?).
-"Viaje al Centro de la Tierra" del archifamoso Julio Verne (ahora los modernos lo llaman Jules), otra de aventuras donde se incluye una forma un tanto bestia para eliminar el miedo a las alturas, seres prehistóricos y anticipa lo peligrosos y activos que son los volcanes Islandeses (a que también os suena).
En fin, no trato de hacerme el listillo, al fin y al cabo se trata de que, como dice la madre de Almodóvar en "Mujeres al borde de un ataque de nervios" (1989) hay que leer más. Es sólo una sugerencia. ¡Féliz 2011!
Edwards comenzó como actor pero al no triunfar provó como guionista y ahí sí se le dio bien. Con su amigo Richard Quine firmó un contrato con Columbia Pictures y juntos escribieron 7 guiones de los cuales Quine rodaría cinco y Edwards dos. Al llegar los años 60 ya era un director reputado y consiguió rodar entre 1961 y 1965 sus mejores films: "Desayuno con diamantes", la película que coronó a Audrey Hepbur como un icono de moda y estilo. "Días de vino y rosas" probablemente la mejor película sobre el alcoholismo de la historia. "La patera rosa" hablando de iconos, supuso el feliz encuentro con Peter Sellers, con el que terminó fatal tras una larguísima relación forzada por los fracasos comerciales de ambos fuera de la serie. "La carrera del Siglo", divertidísima comedia de época con unos geniales Tony Curtis, Jack Lemmon, Natalie Wood y Peter Falk.
Con los años llegó un lento declive, no exento de grandes películas como "El guateque" (1967) "10: la mujer perfecta" (1979), "Victor o Victoria" (1982) ...el resto de películas eran muy irregulares: la primera hora de "Cita a ciegas" (1987) y "Una rubia muy dudosa" (1991) son estupendas pero luego decaen. Pero incluso las peores dejaban grandes momentos como la memorable escena de los condones fluorescentes de "Echar una cana al aire" (1989).

