Alemania y curiosos paralelismos

Algún día hablaré de las causas de la pertinaz crisis que nos azota. Será una modestísima y humilde opinión pero razonada y moderada. Ya digo que será más adelante si el tiempo lo permite, pero me comprometo a ello.

Esto viene a cuento por la noticia de la semana que para mi es el espaldarazo por parte de la UE a las durísimas (no nos hacemos una idea laque se nos viene encima) medidas anti-crisis del gobierno. Sinembargo lo que realmente llama la atención es el que desde Alemania se halla insinuado que España no es un país solvente para luego desmentirlo. Es una realidad que los países ricos de la UE (Gran Bretaña, Francia y sobretodo los teutones) no tienen demasiada simpatía por los piojosos y vagos países mediterráneos (Grecia, Portugal y nosotros). Nos han dado dinero durante años, hemos hecho carreteras e infraestructuras y todo eso y ahora les estamos jodiendo con nuestro despilfarro. Bueno, esta es una opinión y las opiniones son como los culos, todo el mundo tiene una.

Lo que no dicen es lo que han conseguido a cambio: España compra mayoritariamente maquinaria de estos países, los únicos bancos que entraron en nuestro país durante años son alemanes (Deutche Bank) y franceses (Credit Lyonais, BNP), la industria española que competía en los mismos mercados de estos países casi ha desaparecido y encima las ayudas al campo son cada vez menores.

Y ahora un sorprendente paralelismo con algo que sucede en nuestro país. Cambiemos Alemania por Cataluña. Resulta que algunos nacionalistas parecen cansados de aportar más de lo que reciben, bien, eso era cierto (ahora ya gestionan casi todos los impuestos) pero hablo en pasado, los motores del país son Madrid, Valencia y Baleares. Y se olvidan de lo más importante, el 80% de los productos catalanes se venden en el resto de España. No pueden vivir sin nosotros. Todavía recuerdo el no rotundo de los empresario catalanes a la propuesta de los paletos de ERC de que los productos hechos en cataluña tengan un distintivo llamativo indicándolo. Alguien les dio un toque y recularon.

Así que, queridos amiguitos, cuando veais a Durán i Lleida decir aquello de que apoya al gobierno por el bien del país pensad en lo anterior, nadie da nada a cambio de nada.