6 jun 2019

Temporada para olvidar

Bale, en el centro, Balón de Oro del Mundialito. Cuando él desapareció, el equipo también. 
La verdad es que en fútbol (y en la vida, pues el deporte es una metáfora casi perfecta de ésta) todo pasa muy deprisa. Que se lo pregunten al bueno de Julen Lopetegui, que en junio preparaba a la selección para un Mundial al que finalmente no pudo acudir y antes de octubre estaba destituido como entrenador del Real Madrid.
No pretendo aquí repetirme pero la sensación a déjà vù que nos impregna a todos los madridistas empieza a ser bastante cansina. Otra vez un proyecto fallido por la falta de paciencia de la directiva, más pendiente de la prensa y la afición más cateta que de la planificación a largo plazo. Está claro que el bueno de Julen no es inocente y sus errores tácticos y de preparación (el estado físico de los futbolistas era lamentable) le hacen acreedor de muchas críticas mas su cese no sirvió de casi nada. Tras él vino Solari y todo parecían vino y rosas. Se ganó el exótico Mundialito de Clubes, se le renovó, llegando a la semana decisiva lejos del liderato pero sin Liga, Copa ni Champions perdida. Hasta que dicha semana se convirtió la semana negra del madridismo. Eliminados por el Farsa en Copa, derrotados dos días después en Liga por el equipo de los tramposos y prepotentes, como colofón, fuimos arrasados como Desembarco del Rey por el Ajax en un partido dantesco (al que llegamos sin descanso gracias a Roures y a la alineación de Solari) que nos dejó fuera de Europa.
Luego, como dije, Floren se puso nervioso, tiró de Zidane y pretendió acabar la temporada con una dignidad que no ha existido: jugadores en un estado de forma y motivación penoso (Modric, Kroos, Bale); otros a los que quiso recuperar y le fallaron (Asensio, Isco, Marcelo); "ausentes" sospechosos (Ramos) y jugadores condenados sin saber por qué (Ceballos, Llorente, Reguilón, Keylor).
Lo peor, aguantar a la prenda con sus "fichajes" (aunque nunca dan una) el gasto desmedido, cambio del modelo (de jovenazos españoles, a consagrados extranjeros) y la sensación de que el año que viene volveremos a caminar sobre el alambre, pendientes de la suerte, de los errores ajenos, los destellos de nuestras estrellas, algunas de las cuales ya vieron pasar sus mejores años, etc. Que Dios nos pille confesados.
Dimitidos de la la liga, el Farsa ganó sin proponérselo porque le bastó jugar mal pero ordenado y algún favor del VAR para reeditar título, mas como quiera que Dios aprieta pero no ahoga, el Farsa, como decíamos vencedor de la Liga más fraudulenta de la década, se encontró con que en Europa sin fútbol no hay nada que hacer y después de dos engañosas victorias fáciles sobre Lyon y United, se estrelló en Liverpool. Encima pretendían celebrar el título en Cibeles, no hay mala intención que no reciba castigo. Para completar la decepción blaugrana el Valencia, del tan repelente como gran entrenador Marcelino García Toral, logró arrebatarle la Copa del Rey. Algunos jugadores Farsasntes quedaron retratados pero la culpa se la llevó su entrenador, el siempre eficiente Ernesto Valverde al que, por el bien del Madrid, ojalá lo pongan en la calle: ha sacado muchísimo partido de unos futbolistas en declive.
¿Y Europa? Pues para los ingleses que, parece, volverán a dominar el fútbol continental como hicieron desde finales de los 70 hasta la tragedia de Heysel. No me cae bien Klopp pero me alegro del triunfo inglés porque la prepotencia culerda y del Ajax (su entrenador ya dio por hecha una final entre ambos "por el bien del fúbol") es inaguantable; el fútbol rápido y físico es el futuro. Como guinda Hazard ganó con el Chelsea la Uropa Lí, ojalá con nosotros logre más títulos.
Esperemos que los fichajes y la baraka de ZZ nos den más títulos, me acostumbré a lo bueno y ya los necesito para vivir. 

Coda: que lo del amaño quede en nada, por favor, nada le hace más daño a un club que el oprobio de un delito.

No hay comentarios: