Romero, como Corman, Carpenter y tantos otros maestros del género hizo de la necesidad virtud y de los presupuestos escasos obtuvo obras de gran ingenio, divertidas, inquietantes y hasta reflexivas. De su mejor época es esta "Creepshow" (1982), que probablemente cuente con el mayor presupuesto de su carrera (8 millones de $) y en la que dispuso de medios, colaboradores y actores de primera línea lo que dio como resultado un film excelente, divertido, macabro, un perfecto homenaje a los comics que leía en su adolescencia.
Dividida en cinco historias, cuenta con una introducción y desenlace que están conectados, pues es la historia de un niño (Joe King) al que su padre castiga sin leer los tebeos de terror por considerarlos "indecentes". El tono del film ya queda marcado aquí pues el niño no duda en echar en cara al padre las "revistas" pornográficas que tiene guardadas, lo cual le enfurece aún más. No es de extrañar que el personaje de progenitor quede tan mal parado: el guionista es nada menos que Stephen King, hijo de madre soltera y habituado a destrozar la figura paterna.
El día del Padre: Probablemente la más autoparódica de las cinco, es la típica historia de "muerto que vuelve de la tumba para vengarse" aunque con algunos toques de auténtica mala leche tan típicos de King como del director de "Zombie" (1978). Una familia millonaria y pija queda todos los años para celebrar el día del Padre y esperan la llegada de la tía Bedellia (Viveca Lindfors) asesina de su desagradable padre, la cual vive alcoholizada debido a los remordimientos. Éste, como no podía ser de otra forma, vuelve de la tumba con resultados tan cómicos como sangrientos. Muy lograda la atmósfera decadente de la casa y del siniestro jardín, destacar la presencia de un joven Ed Harris cuya muerte se produce en una escena que mezcla, como toda la película, lo cómico y lo siniestro.
La solitaria muerte de Jordy Verrill: cuenta la historia de un paleto granjero que cree encontrar en un meteorito caído junto a su casa la salvación a sus penurias económicas. Desgraciadamente la roca y su torpeza le llevarán a un final fatal. Protagonizada casi totalmente por el propio King que hace una memorable composición demostrando que ganamos un gran escritor pero perdimos un actor sensacional y (me temo) un cómico de primera. La graduación de la siniestra amenaza (magníficos decorados y maquillaje) demuestra la maestría del director para dosificar la tensión. En mi opinión es el mejor relato pues además tiene, pese a su tono jocoso, el final más inquietante. Está ambientada cerca de sus queridas Portland y Castlerock.
Puedes aguantar la respiración: La idea de hacer de Leslie Nielsen un sádico asesino ya hace interesante este desigual cortometraje, que va claramente de más a menos. Nielsen localiza al amante de su esposa y decide vengarse de ambos con una terrible tortura: los entierra en la arena de la playa hasta la cabeza a la espera de que suba la marea y a él (Ted Danson) le pone un monitor para que vea en directo la muerte de su esposa. De un sadismo tremendo, la sonrisa cínica y las buenas formas de Nielsen hacen de su personaje un malvado tan simpático como diabólico que se gana nuestro favor. De ahí que su final, por otro lado previsible, nos resulte algo decepcionante. Nuevamente buen acabado formal, destacando el chalet de Nielsen en la playa y el inquietante plano de Danson bajo el agua aguantando la respiración.
La caja: para mí el más decepcionante pues lo tenía todo para ser el más inquietante de todos. Comienza muy bien, en la fiesta en una universidad donde el grotesco personaje de la mujer del catedrático interpretado por (Hal Holbrook) es "asesinada" en la imaginación de éste. La mala baba y el desprecio a lo vulgar aquí se dan la mano de manera brillante. Luego todo se desliza hacia lo previsible con el hallazgo de una caja que, cómo no, contiene una terrible amenaza y, cómo no, es abierta por gente demasiado curiosa. Muy sangrienta pero poco inquietante (salvo el tramo final) sólo vuelve a despegar con la reaparición de la insufrible esposa (memorable Adrienne Barbeau). El final no me gusta pues vuelve a dejar esa amenaza libre, demasiado tópico.
Se arrastran hacia ti: confieso que la primera vez que vi el film este skech me impactó mas hoy debo ser menos impresionable y ahora no me parece para tanto. Está protagonizada por un despreciable millonario (un magnífico E.G. Marshall) obsesionado por la limpieza que da muestras de un infinito desprecio por sus empleados. El protagonista pagará por su mezquindad, siendo asediado por un ejército de cucarachas que poco a poco lo llevan a la locura. Aquí quien se luce más es el director pues la historia no es gran cosa y Romero demuestra su capacidad para el suspense, repitiendo el tema del "asedio", tan típico en sus films de temática zombie. Contiene, además, el momento más terrorífico de la película: aquel en el que el protagonista se ve rodeado de los insectos y de repente se produce un apagón.
El film se cierra volviendo a la historia introductoria, donde se produce la venganza del niño sobre su padre gracias a un siniestro juguete que se vendía en la revista Creepshow. En la última escena unos basureros recogen del cubo la revista que el padre tiró y comentan que leían esas historias siendo niños... y les gustaban. Así es el autor, admite que lo que hace tal vez no sea arte sinembargo pone todo su esfuerzo y talento para entretener, otorgándole dignidad a un género poco valorado. George A. Romero no sólo era un gran director, también un tipo modesto y honesto, algo raro de ver en el cine actual.
FICHA TÉCNICA
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