31 oct 2017

Un libro lleva a otro libro

Quienes siguen este blog (pocos pero fieles) saben que el cine es ley en dacosica. Por ello también las lecturas suelen ir orientadas al 7º arte, así que no es raro que aquí comente el libro del también director, guionista y productor José Luís Garci, "Las 7 maravillas del cine" (ed. Notorious, Madrid, 2015) en las que el realizador de "Volver a empezar" (1982) elige, con ayuda de muchos amigos, las siete maravillas del título, las analiza según su personalísimo criterio y, con una elegante y amena prosa escrita "a mano", nos hable de clásicos sobre los que aún hay cosas que contar.
Las siete películas son: Casablanca (Curtiz), Perdición (Wilder), La palabra (Dreyer), Vértigo (Hitchcock), El hombre que mató a Liberty Balance (Ford), 2001 una odisea del espacio (Kubrick) y El Padrino (Coppola). Y aunque, como ya he dicho, resulte muy amena su lectura es la parte final, con las listas personales sobre géneros y "placeres culpables" (no sólo de cine, también de televisión y libros) del autor y las votaciones de sus colaboradores, donde más me he divertido. Como ya nos comentó aquí mismo Doyle, Garci es una enamorado casi enfermizo del cine clásico y pese a que sigue viendo cine actual está claro que para él, el cine se terminó con la película de Coppola sobre la familia Corleone.
Pero, decía, también pregunta a amigos y estos le responden con largas listas de 30 filmes de todas las épocas. Hay mucho tópico, ganas de pelotear (¡alguno incluye hasta dos películas de Garci!) mas es un ejercicio divertido y clarificador de que hay veces en las que gusto y calidad no congenian mucho. Gistau tiene el listado que más se parece al mío con películas como "En busca del arca perdida" o "Granujas a todo ritmo". Otras dicen mucho del personaje, como Arturo Pérez-Reverte, muy de cine bélico y aventurero. Colaboran Torres-Dulce, Giménez-Rico, Luis Alberto de Cuenca, el difunto Lamet (todos colaboradores de sus programas televisivos), pero también hay personajes anómalos como Alfredo Relaño (!), la señora de Garci (!!) o Petón (!!!). Por el medio Garci cuenta anécdotas jugosas, como su entrevista con Samuel Bronston para dirigir una biografía de Isabel la Católica con Glenda Jackson o Meryl Streep de protagonistas; o el encentro con Javier Rioyo en el descanso de la finalísima de Champions en Lisboa: mala suerte para los dos colchoneros.
Sin embargo el título de esta entrada es "Un libro lleva a otro libro" y aquí es donde aparece Juan José Plans. Su cara me sonaba de "¡Qué grande es el cine!", concretamente del coloquio de "2001: odisea en el espacio" y, aparte de sus interesantes apuntes sobre el comentadísimo film, descubrí que era un escritor de género fantástico y ciencia-ficción de lo más interesante.
Juan José Plans
No volví a acordarme de él hasta que vi que aparecía en el libro de Garci dando sus 30 películas de todos los tiempos. Entonces me animé a leer "Paraíso final" (1975) y "Babel Dos" (1979). Ambas son novelas cortas que comparte en común su pesimismo acerca del futuro del planeta Tierra pero mientras en la primera hay un halo de esperanza en la segunda queda resulta bastante desesperanzadora.
En "Paraíso final" nos encontramos con un hombre que vive su propia utopía, su sueño alejado de las tecnologías, cerca de la naturaleza, solitario porque el protagonista no logra convencer a los demás de que fuera de las urbes protegidas hay un mundo digno de explorar y vivir. Hay algo de mesiánico en él, es un Adán en el Paraíso. Y como todo Adán, pronto aparece una Eva, con la que al principio no congenia y de la que desconfía pero que cambiará su vida. Premeditadamente ingenua, sencilla, resulta de muy fácil lectura, con un mensaje ecologista para mí algo cansino. Más válido y actual resulta su desconfianza en la tecnología y en la forma en que acabamos dependiendo de ella.
 "Babel Dos" encaja más con la moda de la sci-fi de la época: el holocausto nuclear. Ahora dan la tabarra con los zombies pero en los 60 y 70 la paranoia nuclear afectaba a todos. Aquí el protagonista, afectado por la radiación de un ataque nuclear es confinado en una base lunar donde le espera pasar el resto de sus días. Pero el protagonista se revela y trata de huir de nuevo a la Tierra, aunque no le será fácil pues unos robots implacables le perseguirán. Temas como la manipulación de los medios de comunicación, el peligro de la tecnología y la inconsciencia del hombre ante la amenaza atómica se ven apuntados sin aburrir, todo ello contado con gran dinamismo. El final es bastante menos esperanzador que en el libro anterior pero no por ello es menos interesante.
Plans, además de ser el autor de un clásico del fantástico español titulado "El juego de los niños" (1976) que Ibáñez Serrador adaptó de manera magistral al cine, llevó durante años el terror a las casas de todos los oyentes de RNE con sus "Historias", narraciones de terror y ciencia ficción. Además, escribió ensayos sobre su paisano Alejandro Casona y en numerosas publicaciones sobre todo de ciencia ficción y género fantástico. Murió repentinamente en febrero de 2014.
Coda: me llama la atención que en la lista de mejores películas de Plans del libro de Garci no incluya 2001 ni Blade Runner. En cambio, prefiere fantásticos clásicos como "Fantasía" (1940), "La novia de Frankenstein" (James Whale, 1935) o "El enigma de otro mundo" (1951, Christian Niby)

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