Tras el necesario parón estival y ahora que se aproxima el
melancólico otoño, quisiera recomendaros una serie muy divertida e inteligente,
poseedora de un humor hilarante como en pocas ocasiones he disfrutado en la
pequeña pantalla estos últimos años.
Desde su estreno en 2014, Silicon
Valley ha contraído la maldición de estar siempre
a la sombra de sus innegables predecesoras: Freaks and Geeks (Serie de TV)
(1999), Big
Bang (Serie de TV) (2007) o Entourage:
El séquito (Serie de TV) (2004) esta última además, con su correspondiente
adaptación cinematográfica en 2015.
Pero lo que ha hecho desmarcarse a Silicon Valley de las anteriormente citadas y tener su
propio sello distintivo es en primer lugar, un buen guión bien definido e estructurado. Y luego está la
genial construcción de sus personajes, que no se desgastan en continuas
repeticiones de estereotipos como creo que le ha ocurrido tras 9 temporadas a
su inevitable rival The Big Bang Theory (pero ese es ya otro tema a
tratar).
Como curiosidades decir que está creada por el polifacético Mike
Judge, que además de ser un director, productor y animador (creador de los dibujos animados Beavis and
Butthead), es también licenciado en Física. Su primer trabajo fue como programador en el avión F-18
de combate (casi nada). Aunque aquí ejerce de productor ejecutivo y guionista
de algunos episodios, sobre todo los
primeros, también a dirigido 3 películas bastante originales y algo gamberras que
merecen la pena verse: Trabajo
basura (1999), Idiocracia
(2006) y Extract
(2009).
Su protagonista el actor Thomas
Middleditch, ha protagonizado hace poco, la infumable Sunspring
(2016) primer cortometraje escrito por una "inteligencia
artificial": nada menos que una red neuronal recurrente creada por
miembros de la New York University (NYU) llamada Long Short-Term Memory
(LSTM), aunque la propia red neuronal acabó
rebautizándose a sí misma con el nombre de Benjamin.
Pero volviendo a nuestra
singular sitcom de la HBO, Silicon Valley posee la peculiaridad de hacer llegar al
vulgar espectador de a pie, los
entresijos del mundillo empresarial de internet y las nuevas tecnologías,
siempre eso si, con altas dosis de ironía y sarcasmo.
Tiene también el atrevimiento y el gran acierto
de satirizar a las grandes figuras de la informática como el ya mitificado
Steve Jobs, protagonista de la que llamo coloquialmente "La Trilogía
Jobs": Piratas
de Silicon Valley (TV) (1999), jOBS
(2013) y la muy reciente Steve
Jobs (2015) todas ellas muy recomendables.
Y otros que siguen vivitos y coleando pero que podemos reconocerlos fácilmente
en personajes como el de Gavin Belson al que han tenido a bien cambiarle
el nombre y el de su compañía rebautizada aquí como "Hooli", supongo
que para evitar demandas multimillonarias (momentazo épico en el capítulo 5 con
la teleconferencia holográfica en 3D donde el que suscribe se desternilló de
risa como hacía tiempo que no lo hacía podéis creerme).
Parodia e imita, con
una precisión casi quirúrgica, la hipocresía de las grandes corporaciones y sus
guerras comerciales, el espionaje industrial y la violación de derechos
intelectuales (con sus consabidos pleitos). Pero detrás de todo ello, se oculta
una reflexión tremendamente romántica sobre el valor de las ideas y de los
propios sueños. Desdeñando el
codiciado dinero que, en el fondo,
carece totalmente de valor.
Posee además, una
inclasificable banda sonora que va desde el punk de Green Day, pasando por el
funky, rancheras mejicanas o distintos temas electrónicos de los que me
reconozco total desconocedor, hasta llegar incluso al rap hispánico de la Mala
Rodriguez (si, habéis leído bien).
Para concluir, quisiera aclarar que el título de esta reseña
no es un craso error, sino un irónico homenaje a nuestros insignes dobladores
patrios que a finales de los 80 y primeros 90, decidieron sin pudor ni
probablemente conocimiento alguno, rebautizar la zona empresarial del Valle de Santa Clara de esta singular manera. En
fin... "Spain
is different!".
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