10 abr 2016

El cine costumbrista de Payne

Por Doyle
Mi apuesta para este mes es el cineasta Alexander Payne. por el cual empecé a sentir especial simpatía y curiosidad después de ver, la que es para mi hasta el momento su mejor película
Entre copas (2004), que además le sirvió para ganar el Oscar al mejor guion adaptado y estar nominado en otras tres categorías (entre ellas mejor director).
Como curiosidades decir que la actriz Sandra Oh (que tiene un papel secundario en esta película), era su mujer por aquel entonces. George Clooney quiso además, trabajar en esta cinta, pero Payne lo rechazó alegando que quería a alguien menos conocido, como compensación lo contrató en su siguiente film que llegaría, muy a nuestro pesar, 7 años más tarde. Este parón en el tiempo, según se dice en los mentideros de Hollywood, fue debido a una crisis creativa por la presión autoimpuesta tras recibir la estatuilla, por eso tardó tanto tiempo en volver a dirigir (ciertamente no suena nada descabellado).
"Los descendientes"
Tuve la fortuna de ver Los descendientes (2011) (adaptación de la novela homónima del escritor  Kaui Hart Hemmings) en la gran pantalla y me pareció muy diferente a "Entre Copas" pero no me defraudó, recuerdo salir del cine con esa extraña sensación agridulce y melancólica que siempre dejan las peliculas de Payne. Con este film Payne ganó su segundo Oscar también al mejor guion adaptado.
Nacido en Omaha, Nebraska, casi todas sus películas están ambientadas allí, hijo de emigrantes griegos, estudió (ojito) Historia y Filología Española en la Universidad de Stanford y cursó una parte de sus estudios en Salamanca (por lo visto conoce a Almodóvar desde mediados de los 80), posteriormente hizo un master en cine por la Universidad de California (la famosa UCLA).
"Election"
Alexander debutó en el cine con Ruth, una chica sorprendente (1996) film que pasó desapercibido en general para crítica y público, pero con su segunda película Election (1999) logró llamar la atención de la prensa especializada de su país. En ambas utiliza la sátira para realizar sendas críticas de la sociedad estadounidense; en la primera de ellas utiliza el siempre polémico tema del aborto para burlarse de los fanatismos y la intolerancia. En la segunda, con grandes dosis de sarcasmo, denuncia el sistema educativo y de valores norteamericano. Tras ellas cambia de tercio y decide abordar el género del drama desde una temática casi siempre centrada en la familia.
"A propósito de Schmidt"
Recientemente pude ver A propósito de Schmidt (2002)que tenía todavía en asuntos pendientes, y me ha parecido uno de los mejores retratos sobre la soledad y el vacio existencial que se ha rodado en el cine en muchos años. Quedé gratamente sorprendido al enterarme de que este fue el primer guión que escribió Alexander tras graduarse en la UCLA, al que tituló "El Cobarde" pero no llegó a interesar en su momento, a ninguna productora.  
Con Nebraska (2013) pienso que Payne quiso contarnos una historia sobre el perdón y las segundas oportunidades con como no, la familia como denominador común. Vanagloriada por la crítica de la que según dicen es su mejor obra, me gustó pero he de admitir que me costó un poco seguir el ritmo tan sosegado del film (algún defectillo había que sacarle al chaval), tampoco me gustó el hecho de que esta sea la primera película en la que Payne no firma el guión.
"El cine debe ser consciente del absurdo de la vida"
De su próximo proyecto sabemos ya que se llamará Downsizing (2017) y dicho por el propio Payne, ha dedicado años a escribir lo que él considera su “épica obra maestra”, en ella cambiará de registro y abordará el género de la ciencia ficción (con lo cual para mi desgracia el título de este artículo dejará de ser efectivo), como no soy muy amigo de hacer "spoilers" ni siquiera de su argumento, solo diré que estará protagonizada por Matt Damon y Reese Witherspoon (con la que ya trabajaría en Election).
Recomiendo encarecidamente toda la obra de este gran director y aún mejor guionista, porque nunca defrauda y siempre sorprende. No se avergüenza en retratar sin tapujos una américa profunda y solitaria de paisajes tristes y gélidos, ni tiene reparos en tocar de manera siempre perspicaz, temas espinosos como las crisis personales o las familias disfuncionales; pero siempre de una manera irónica y nunca aburrida. 
Y es que así es el cine de Payne: cómico y amargo a la vez, pero siempre cruelmente real, como lo es la vida ¿verdad?

1 comentario:

Dacosica dijo...

Me gustan las películas de Payne, especialmente "A propósito de Schmidt" porque, al contrario que Election, tiene un final algo más esperanzador. A veces muestra a sus personajes en sus peores momentos, mezquinos, ruines a incluso como cuando en "Entre copas" el prota le manga pasta a sus padres. Muy reales, esa es la verdad, además le gusta sacar a sus actores muy feos. Se ha suavizado con el tiempo, "Los descendientes" no es tan dura. Tiene un sentido del humor más que ácido, casi sangrante. A ver qué más nos da el bueno de Alexander.