Cuando escribo estas líneas, la policía francesa acaba de asaltar tanto la nave industrial en Dammartin-en-Goële, al noreste de París, como el supermercado kosher (que vende alimentos que se consideran puros para la fe judía). El resultado ya lo conoce todo el mundo, no hace falta decir más.
La realidad es muy dura y por eso (creo) no caben paños calientes: estamos en guerra. Nos la han declarado unos tipos en el nombre de una religión como un austriaco de pelo moreno la declaró en nombre de la supremacía aria y otros quisieron imponer su "paraíso comunista".
La gran diferencia entre los que acabo de comentar y los actuales es que habitan entre nosotros, algunos incluso parece que se han "integrado" e incluso han logrado que poco a poco aceptemos sus costumbres.
El nazismo y el comunismo fueron calando por el descontento social, las consecuencias de la guerra y la situación económica pero esto es diferente. Aquí no media provocación alguna, salvo que pensar diferente y pedir que se respete la ley sea una provocación; aquí no hay una sociedad represora, pues nunca hubo más libertad en occidente; aquí no hay una crisis económica comparable a aquella o que sólo afecte a los de su calaña.
No sé cómo terminará todo esto, tampoco sé qué es lo que hacer para dejen de matar, todo parece una locura sin sentido...lo que es seguro es que o les hacemos frente o es el fin de la sociedad occidental tal y como la conocemos. Y por hacer frente me refiero a dejarnos de chorradas políticamente correctas, imponer la ley rigurosamente y aplicarla hasta el final. No es venganza, es instinto de supervivencia.
Se lo debemos a los que han muerto y a los que, por desgracia, morirán.
Coda: Buen film "No habrá paz para los malvados" (2011) de Enrique Urbizu, no se puede decir más con menos sobre el tema.
1 comentario:
Je suis Charlie aussi!!
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