Como otras compañías españolas dedicadas al videojuego (DINAMIC Multimedia), Opera Soft nació de los "restos" de la quiebra de otra compañía llamada Indescomp que produjo el arcade La Pulga y la videoaventura Fred.
Opera Soft se fundó en 1986 y logró un gran éxito con el arcade "Livingstone Supongo" programado por uno de los dos programadores de referencia de la empresa: Juan Antonio Morales Ortega. Él fue también el responsable de "MOT" (1989), adaptación del cómic de Azpiri y Nacho o de la segunda parte de Livingstone.
"Ángel Nieto" |
El otro gran programador de la casa fue Paco Menéndez (q.e.p.d.) que creó el famoso "La abadía del crimen" inspirado en la obra de Umberto Eco "El nombre de la rosa". Éste juego está considerado uno de los mejores, si no el mejor, de la historia del software español. La verdad es que para un ordenador de 8 bits no se podía pedir más por menos: gran ambientación, buena trama, detalles sonoros y resolución. A mi no me acabó de convencer, pero creo que no disponía de la máquina (Sinclair ZX Spectrum, MSX, Amstrad CPC, Amstrad PCW, Commodore 64, Atari ST) en la que disfrurtarlo.
"Goody" |
El que sí me tuvo enganchado (la capacidad adictiva de estos juegos es altísima) fue "Goody" (1987), genial mezcla de arcade y aventura, con un larguísimo mapeado añadido a una ajustada dificultad lo hacen hoy un pasatiempo a la altura de cualquier juego actual.
Como otras empresas dedicadas a los videojuegos, Opera hizo varios productos dedicados al deporte, algunos muy logrados como "Ángel Nieto" (motociclismo) o "Jai Alai" (frontón) pero también algún bluff como "Golden Basket" o el dedicado al Mundial de fútbol 1990. Aquí se buscaba atraer la atención con algún nombre de deportista de moda y hasta Poli Díaz tuvo su propio juego de boxeo en 1990.
Comentaba el propio J.A. Morales en una entrevista para la revista Retrogame que desde el nombre de la empresa ("estábamos en la parada de metro de Ópera y dijimos...pues la llamamos así") hasta para el diseños de los juegos ("hacía los juegos con la dificultad que a mi me gustaba") no había un línea a seguir a largo plazo. Como a todas las empresas españolas del software de entretenimiento, a Opera le pilló el toro con el paso a los 16 bits y ni un juego sobre las olimpiadas (Olimpic Games 92) ni otro mezcla de juego de mesa que se jugaba por parejas y era "picante" (La colmena) salvaron a la empresa del cierre. Fin a un bonito proyecto tan exitoso como fugaz.
1 comentario:
No conseguí terminarme el Goody ni p'atrás.... Pero era ameno, oye ;)
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