Está formada por tres cataratas, la más pequeña es conocida como "Velo de Novia" y siendo como es un lugar habitual para parejas en su luna de miel, es obligado su visita...previo pago, claro. Las otras dos son las llamadas "estadounidenses" y "canadienses", en referencia al lado de la frontera en el que están.
Hotel "Príncipe de Gales" en Niagara on the lake (Canadá) |
Del lado estadounidense hay buenas vistas y un parque para pasear o recorrerlo en un trenecito turístico junto al río, muy cuidado pero con mosquitos como camiones. Hay también un mirador pero está claro que las mejores vistas de las cataratas está en el lado canadiense.
Tras cruzar un puente de aproximadamente un kilómetro uno se encuentra con que hay que pagar uno dólar canadiense (o así) en moneda y enseñar el pasaporte. Es más pesado volver, en EE.UU. hay controles más serios tanto a pie como en vehículo pero no suele haber problemas.
Una vez en Canadá lo normal es quedarse alucinado viendo el espectáculo, que por la noche es aún más vistoso gracias a las luces. Es obligatorio tomar el Maid of the Myst, un barco que realiza un paseo por las tres cataratas, la verdad es que tragas espuma y te mojas pese al chubasquero pero merece la pena, eso sí, cuanto más cerca de los falls peor porque con la myst no se ve una shit.
Como en el Springfield de Los Simpson existe un restaurante giratorio, la Torre Skylon, con una espectacular vista no sólo de las cataratas sino de toda la región si el día es claro. Además hay una noria, atracciones y restaurantes (más caros que los americanos, ojo) y mucho ambiente. Ya fuera del pueblo, se puede uno acercar a lugares tan curiosos como El reloj floral más grande del mundo o la Capilla más pequeña del mundo.
Cable-carril sobre el río Niágara |
A dos horas en coche está la ciudad de Toronto pero esa ya es otra historia.
2 comentarios:
Un sitio precioso y alucinante!! Habrá q volver no??
Yo criqui qui sí.
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