Como decía hay películas que sólo le dedican una pequeña parte del metraje a la boda pero pocas escenas hay tan memorables como los casi treinta minutos de la boda de Connie Corleone para definir unos personajes, una familia y una sociedad en un momento determinado. Francis Ford Coppola comienza su film con "Yo creo en Ámerica" de manera memorable y de ahí para arriba. La foto de familia en la que Michael coloca a su entonces novia Kay Adams sirve para enmarcar la épica tragedia que sólo acaba de comenzar.
Buscando solteras en la boda...teniendo a una al lado |
Dentro de las películas cuyo metraje es casi exclusivamente la ceremonia y celebración en sí, lo interesante ocurre cuando surgen conflictos: "El banquete de boda", (1993, Ang Lee) en la que el novio es homosexual, "Un día de boda" (Clare Kilner, 2005) en la que una chica contrata a un gigoló para dar celos al novio, "Planes de boda" (Adam Shankman, 2001) en la que una organizadora de bodas se enamora del novio de una de ellas. Aunque mis favoritas son "La boda de mi mejor amigo" (1998, P. J. Hogan) y "Cuatro bodas y un funeral" (1994, Mike Newell).
Fiestas pre-boda cantarinas |
"Cuatro bodas y un funeral" condensa lo mejor del humor británico, tan hilarante como sangrante y con momentos dramáticos que la hacen más realista. Aquí la pareja protagonista es la única que no se casa al final. Personalmente, la guapa Andie MacDowell es una auténtica revienta bodas nada simpática, ¡pobre Cara de pato! Los mejores momentos acurren en las ceremonias religiosas (Rowan Atkinson) y los discursos de los padrinos. Con el punto justo de romanticismo, comedia y drama, exaltación de la amistad, amores secretos y respeto a los demás (pareja de amigos homosexuales tratada con normalidad, como debe ser) es una película estupenda.
Pero cuando más lucen las bodas son en los filmes corales, el maestro Robert Altman lo borda en "Un día de boda" (1978) diseccionando la familia americana como antes hizo con el mundo de la música country en "Nashville" (1977) y luego haría con la moda en "Pret a porter" (1994).
Y hablando de gays, también hay bodas homosexuales, claro, como en la española "Reinas"(2005, Manuel Gómez Pereira) o "Sexo en Nueva York 2"(2010, Michael Patrick King). Los nuevos tiempos mandan. Otro día si eso hablo de bodas exóticas como "La boda del monzón" (Mira Nair, 2001), pero sólo si eso.