JJ.OO. : momentos poco ejemplares

Aunque generalmente los Juegos Olímpicos son motivo de admiración y alborozo hacia los deportistas, a veces estos son cualquier cosa menos limpios y ejemplares y hacen que el bueno de Pierre de Coubertin se revuelva en su tumba.
"Yo me bajo aquí"
Fred Lorz es para muchos es el primer tramposo del olimpismo moderno, el tipo ganó la maratón de San Louis 1904 fácilmente ya que hizo gran parte del recorrido en el coche de su manager. Con todo, en la anterior olimpiada (París 1900) hubo dudas sobre la victoria de el luxemburgués Michel Théato, quien trabajaba como repartidor de pan y se conocía París como la palma de su mano y, se cree, usó algún "atajo". Nunca se pudo probar pero el caso es que ganó representado a Francia y los franceses no se cansan de decir que es luxemburgués.

Los tres segundos más largos de la historia del baloncesto
Los juegos de Munich 72´ serán recordados por la tragedia de los deportistas israelíes asesinados por terroristas pero también por la increíble final URSS-USA de baloncesto que acabó por primera vez con los americanos derrotados por 51-50. ¡Y de qué forma! tras ir todo el partido por detrás, EE.UU. se pone 49-50 tras anotar dos tiros libres. La URSS saca de fondo y falla, pero dicen que han pedido tiempo muerto y se repite la jugada...y vuelven a fallar. Los americanos se abrazan y lo festejan pero...¡los árbitros dicen que hay que repetirlo una vez más! Finalmente Alexander Belov anota la canasta de la victoria. A día de hoy, EE.UU. sigue negándose a recoger la medalla de plata.
No me voy a extender más, sólo recomendar este gran artículo.
Boris el Tramposo
Boris Onischenko, un oficial de ejército soviético, participó en los JJOO de Montreal de 1976 en la modalidad de pentatlón moderno. No era un desconocido, se trataba de un deportista respetado que ya había ganado una medalla de plata en Munich cuatro años antes.
El pentatlón moderno es un deporte compuesto por cinco disciplinas que incluye la esgrima. Onischenko ideó un sistema que iluminaba la luz que registraba los aciertos en el marcador, incluso cuando había fallado. Mediante un cable dispuesto en su espada y un pulsador colocado en su mano era capaz de registrar un golpe a voluntad. Fue explusado de los juegos.

Montar el numerito
Bela Karolyi, entrenador de la mítica Nadia Comaneci, se fugó a EE.UU. con su familia pidiendo asilo político en 1981. En los Juegos de Los Ángeles 84´ Karolyi era el entrenador de la selección estadounidense. La campeona es esas olimpiadas fue Mary Lou Retton  pero en un final polémico: Ecaterina Szabo, gimnasta rumana iba primera antes del último salto y a la Retton sólo le vale un 10 para ganar. Hace un buen salto y Karolyi salta de las gradas para abrazarla al grito "¡Ha sido un 10!" pero los jueces le reclaman que vuelva a su sitio. Si se aplicara la norma, este gesto le habría costado una penalización a la gimnasta y perder el oro pero todo el pabellón de la universidad de UCLA es un clamor: "¡10, 10, 10!" y los jueces ceden a la presión. Abrazos y llantos al más puro estilo cinematográfico...pero es que este tío repitió idéntica treta en Atlanta 1996, con el toque dramático de que la americana Kerri Strug tenía un tobillo dañado. Más comedia.
El accidente de moto
Los velocistas griegos Kostas Kenteris y Katerina Thanou eran la gran esperanza local en Atenas 2004. Justo antes de la ceremonia de inaguración fueron llamados a pasar un control antidoping al que no se presentaron alegando un accidente de moto...que nunca se produjo. Ambos fueron expulsados de los juegos y condenados a cuatro años por perjurio pero no fueron a la cárcel.