El vicepresidente, general Manuel Gutierrez Mellado, salió indignado de su escaño; era un hombre de casi setenta años, enfermo y delgado, al que un par de Guardias Civiles intentaron zarandear y tirar al suelo, pero no lo lograron. Luego, cuando estos desistieron, se quedó brazos en jarras mientras un energúmeno tiroteaba el techo del hemiciclo, pero se mantuvo de pie y sólo volvió a su escaño cuando él quiso.
Luego pasó lo que pasó: los tanques en las calles de Valencia, la gente pegada al transistor, Iñaqui Gabilondo por la TV, el Rey que si la democracia, bla, bla, bla... Bueno, al final tan amigos. Manifestación al día siguiente, Calvo-Sotelo presidente y...ya saben el resto.
"Guti", como era conocido por sus amigos, se retiró de la política pero siguió en la vida pública. La muerte del hijo de una amigo a causa de la droga le lleva a crear la FAD (Fundación de Ayuda contra la Drogadicción), con la que colabora hasta el día de su muerte, en accidente de tráfico en 1995.
En "El Hormiguero" el otro día hicieron un musical sobre el 23-F, haciéndose unas risas con el incidente que he relatado. Luego salió Carlos Jean a pedir que la gente tocara el tambor y le hicieran una canción. Qué guay.