El arte de Azpiri

Aprovechando la celebración en San Diego (California) del mayor salón del cómic del mundo, el COMICCON, voy a dedicar esta entrada a uno de los mejores ilustradores vivos de este país.

Alfonso Azpiri (Madrid, 1947) nacido en una familia muy ligada a la música comenzó desde joven a dedicarse a esto de las historietas. Especialista en género fantástico y cartelista reputado, fue ya llegados los años 80 cuando logra alcanzar la fama gracias a los dos personajes más importantes de su carrera: Mot y Lorna.
Mot (o Movimientos Orgánicos Telúricos) es un monstruo bastante feo y de aspecto inquietante que habita en el armario de Leo, un chico tímido con gafas de abuelete. Pero realmente Mot es un cachondo mental, un glotón come hamburguesas (o lo que haya en la nevera de Leo), brutote pero raramente agresivo. Especialmente dotado para meter en problemas a su joven amigo, Mot surgio de la mente de Azpiri y con guión de Nacho, apareció por vez primera en el memorable suplemeto del diario EL PAÍS llamado El pequeño País durante el ya lejano 1988.

Lorna es un poco anterior. Azpiri siempre había tenido cadencia por las historias eróticas desde sus inicios en la revista Trinca, añadido a su predilección por la ciencia-ficción dio lugar a esta voluptuosa aventurera espacial, casi siempre metida en situaciones comprometidísimas y ligera de ropa. Dio lugar a un videojuego de gran éxito lo que me lleva a recordar aquí las famosas portadas de los videojuegos diseñadas por el autor para DINAMIC, Opera Soft y Topo Soft durante la primera era dorada (ver entradas antiguas videojuegos).

Su trazo inconfundible, su excelnete uso del color y el dinamismo que otorga a sus dibujos hacen de él todo un artista, que casualmente consiguió sus mayor prestigio (que aún mantiene en toda Europa) en la época de la movida. No sólo de música se fraguó la leyenda, los nombres de Patricia Gadea (pintura), Alberto García-Alix (fotografía) o Agatha Ruiz de la Prada (moda) también merecen ser recordados, pero es otra historia.