De joven ya apuntaba maneras, casi no acaba el instituto por una discusión con su profesor de matemáticas que terminó por hacerle repetir curso. Estudió Educación Física y comenzó desde joven a entrenar. Sus triunfos no tardaron en llegar y Oporto, Chelsea y finalmente mi querido Inter de Milán se han beneficiado de su buen hacer. Porque lograr un triplete con jugadores como don "vito" Materazzi, Tiago Motta (leñero rompe piernas ex del Barsa), Zanetti (¡36 años!), Chivu (jugó con casco y recién operado de la cabeza), Cambiasso (no convenció en el Madrid), Diego Milito (siempre en equipos de medio pelo) Sneider (habitual de la noche madrileña) o Samuel Etto (tío malos humos) tiene un mérito increíble.
La trayectoria de Mourinho recuerda a la de Helenio Herrera o H.H. (1910-1997) mítico entrenador de origen argentino y nacionalidad francesa. Debutó en los banquillos dirigiendo al Puteaux (?) de Francia para emigrar a España y entrenar...¡Al Pucela!, luego vino el Sevilla al que hizo subcampeón de liga (campeón el Madrid de Di Stefano, mayor mérito si cabe) y al Farsa. Pero sale a tiros con Kubala, estrella del equipo, y recae en el Inter de los Mazzola, Facchetti, Corso... se lleva a Italia a Luis Suárez, el mejor jugador del mundo en aquel tiempo. Dos Copas de Europa, tres ligas, dos intercontinentales y una Copa de Italia engalanan su palmarés. Como Mou, H.H. se hizo famoso por sus declaraciones polémicas como "Ganaremos sin bajarnos del autobús" (y perdieron) o "Se juega mejor con 10 que con 11" (y ganaron). Genio y figura.