Recibiendo un tardío homenaje de la Academia |
El madrileño provenía de una familia de actores y aunque junto a sus hermanos, los geniales Jose Luis y Antonio, se dedicó en un principio a la interpretación, pronto se centra a la dirección cinematográfica de la mano del mítico Benito Perojo.
El origen del éxito
Sus primeras obras orbitaron entre un cine más "serio" y con "mensaje" (dicho sin tono peyorativo) aunque ya con el toque cómico que siempre le acompañaría. Así tenemos "Las 2 1/2 y veneno", "Salto mortal" o la ahora prestigiosa "La hora incógnita". La presencia de sus hermanos (y cuñada, Elisa Montes) y un gran elenco donde destacan Fernando Rey o Enma Penella, Ozores mezcla la comedia negra, el drama sentimental y el suspense, además mostrando un buen uso de técnicas de montaje que las hacen parecer más lujosas de lo que sus modestos presupuestos hacían prever. Empero, el fracaso de la última película nombrada, que hace que se arruine económicamente, provoca un giro en su carrera: desde entonces hasta el final (con alguna excepción, que se puede dar) la comedia, especialmente al servicio de cómicos - estrella, fue su especialidad.
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"La llamaban la Madrina" |
El actor es la estrella
Primero fue el dúo Gracita Morales - José Luis López Vázquez, con los que colabora por primera vez en "Chica para todo" (1963), pero su trilogía "de espías ": Operación secretaria, Objetivo bi-ki-ni y Operación mata-hari, es la que ha perdurado en la memoria. Gracita, eterna sirvienta, encarna aquí a típica mujer española, decente, de fuerte carácter, con desparpajo para desenvolverse en cualquier situación y, finalmente, salirse con la suya. López Vázquez es el hombre atrapado en una situación que le supera, un pelín sinvergüenza, cobarde pero bonachón. Como curiosidad decir que López Vázquez imita a Groucho Marx en "Operación Mata-hari" y eso le gustó tanto a Berlanga que lo volvió a hacer en la magistral "Patrimonio nacional" (1982).
Agotada ya la fama de Gracita y con López Vázquez decidido a demostrar que era un estupendo actor dramático, Ozores se une durante los siguientes años a Lina Morgan, "Dos chicas de revista", "La llamaban la Madrina"; Alfredo Landa, "Jenaro el de los 14", "Manolo la nuit" o Paco Martínez Soria, "El calzonazos", "Es peligroso casarse a los 60", con lo que mantiene el favor del público hasta finales de los años 70.
«Objetivo Bi-ki-ni» |
Ozores, "autor total"
Un pequeño alto en el repaso de su obra para destacar el que casi siempre Ozores es el único guionista o bien adapta exitosas obras de teatro de actores como Alfonso Paso o Carlos Arniches. Incluso cuando la obra es un vehículo para el lucimiento de un cantante (Peret, "Si fulano fuera mengano"; Manolo Escobar "En un lugar de la Manga"; Andrés do Barro "La red de mi canción") el realizador madrileño se adapta bien a guiones ajenos, obras teatrales ajenas o guiones propios con los que ofrecer un producto que guste a los fans no sólo del artista sino de la comedia. De esta manera nos encontramos con Concha Velasco, Manolo Gómez Bur e incluso el dúo Gracita - José Luis, para arropar al protagonista y tapar sus carencias interpretativas.
Al contrario de lo que les pasó a algunos directores que vivieron el cambio político de régimen como algo traumático que terminó (o relanzó) sus carreras, Ozores continuó su idílica relación con el público, merced al auténtico hallazgo que supone la pareja Pajares- Esteso, con la que realizará ocho colaboraciones más varias por separado, de enorme éxito. Un caso singular éste pues los actores no eran pareja cómica ni en teatro, ni TV, todo es creación del realizador madrileño, el cual les acompaña siempre de Antonio Ozores como definitivo secundario de lujo. Desgraciadamente, éste éxito fue tan fulgurante como fugaz.
Con la aprobación de la llamada "Ley Miró" y el consiguiente perjuicio al cine "popular" que representaba, Ozores pierde la posibilidad de llegar al gran público y, con ello, pierde el contacto con sus gustos y costumbres. En una palabra, el cine de Ozores se queda anticuado. No obstante, el realizador insiste en buscar salidas: hace "No va más", remake de "Los bingueros"; "Capullito de alhelí", sobre una pareja madura de homosexuales; un film de artes marciales, "Veredicto implacable"... Nada funciona. Tampoco le fue bien con las series para TVE "Taller mecánico" y "El sexólogo", ésta última cancelada por una absurda polémica.
Sus dos últimas películas fueron dos incomprendidas sátiras sobre la sociedad, la política y el periodismo patrio: " Disparate nacional" (1989) y "Pelotazo nacional" (1992), con su hermano Antonio pero también con actores de la nueva generación como Resines o Ladoire que siempre mostraron su apoyo al maestro aunque fuera inútil.
La carrera de Mariano Ozores es inabarcable, contiene documentales adaptaciones literarias y teatrales, películas de acción, musicales, comedias sofisticadas... haría falta un libro (su autobiografía, por ejemplo) para comprender y valorar sus incuestionables valores industriales, cinematográficos y hasta de reflejo de una época, pues su cine fue siempre eso, el reflejo de la España de cada época pero no visto tanto por él mismo como por las gentes que llenaron cines para ver sus películas. No se me ocurre mejor homenaje a un artista del entretenimiento como él.
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