Con la SG 800, emulador de la añorada consola Sega Mega Drive, he podido echarle un ojo a algunos juegos basados en exitosas (o no) películas de los primeros 90, que coincide con la edad de oro de las videoconsolas de 16 bits. Así que, en vez de hablar de un Gobierno que suelta violadores y malversadores de fondos públicos paso a comentar un poco estos divertidos entretenimientos, de peor a mejor para el que esto escribe:
El último gran héroe (Psygnosis, 1993)
Alien 3, (Probe software, 1992)
Hook, (Sony Imagesoft, 1991)
Drácula, de Bram Stoker (Psygnosis, 1993)
Si mal no recuerdo, la versión en PC usaba la primera persona para el jugador, lo cual dotaba a la aventura de una atmósfera más aterradora, sobre todo con una buena tarjeta de sonido. No obstante, esta mezcla de arcade de plataformas y aventura que nos ofrece la creadora británica (que ese mismo año es adquirida por SONY) combina perfectamente jugabilidad y entretenimiento. El protagonista, Jonhatan Harker (difícil encontrar parecido a Keanu) se va encontrando en las diferentes pantallas con retos, objetos que ha de encontrar y armas que puede usar hasta llegar al final y enfrentarse a un malvado cada vez más complicado que el anterior. Fiel a la estética de la película, tiene la posibilidad de ajustar la dificultad y es tremendamente adictivo. Un juegazo en el que el sonido y la música no son demasiado destacables aunque cumplen.
Aladdin (Virgin, 1992)
Estamos, sin lugar a dudas, con un clásico no ya de las adaptaciones cinematográficas, sino uno de los mejores juegos de la década. Divertido, visualmente delicioso, con un enorme acierto a la hora de lograr unas animaciones semejantes a las de la película y con unos efectos sonoros y música de diez, Aladdin es un videojuego único, entretenido y que reta al jugador pues no es fácil. Mas, si otros juegos se olvidan y dejan por imposible, el trabajo de los chicos de Virgin fue impecable y se gana el interés del jugador , que progresa de manera lenta pero segura, aprendiendo trucos, uso de las armas (manzanas explosivas, cómo no te puede gustar un juego con manzanas explosivas) y buscando soluciones a puzzles de dificultad asequible. Con distintas fases, Aladdin no decae pues es un juego variado, de un acabado irreprochable, en aspectos técnicos a la altura de lo que exige Disney.
Nota: las imágenes pertenecen a SONY ® y sus respectivos dueños de ©
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