13 may 2020

Pandemia

Quizás no sea el momento de hablar del traumático trance que pasa el país, y mucho menos el lugar, pero siento que debo dejar aquí al menos mi impresión. No le importará a casi nadie... ¿o sí?
Lo primero que tengo que decir es que no me parece que esta pandemia tan letal deba ser tomada como una excusa para cambiar nuestra "forma de vida". Es algo ya instalado en occidente el autoculparnos de todo (siempre a título "general" nunca individualmente, los que se comportan mal son siempre los otros), occidente ha creado un mundo imperfecto y con injusticias pero que es a día de hoy, el mejor donde vivir. Hay algunos que no quiero nombrar (ecologistas) que carecen de escrúpulos y aporvechan la máxima de "crisis=oportunidad", no creo que debamos darles pábulo.
De ahí que sean comprensibles las quejas de algunos ciudadanos, no sólo en España, contra unas medidas que atacan la libertad de circulación y, en el caso de nuestro país, de expresión de manera, a mi modo de ver, clara.
Otra cuestión es el tema sanitario, ¿el error fue no tomarnos la amenaza en serio o no tener un servicio sanitario en condiciones? Países como Grecia o Portugal desmienten lo segundo, aunque luego está el tema económico, con el que terminaré. ¿Podemos permitirnos pensiones, subsidios y una sanidad mastodóntica? lo digo porque tener hospitales preparados para pandemias implica un nivel de inversión y de costes de mantenimiento que asusta.
El tercer tema, y no poco grave, es el de los medios de comunicación y las RR.SS. Los primeros han ofrecido, salvo excepciones, una visión adulterada y edulcorada de la realidad, ¿por qué para concienciarnos se ponen fotos horribles de las consecuencias del tabaco en las cajetillas y del coronavirus no vemos ni gente en la UCI ni morgues? ¿por qué vemos cadáveres desparramados en accidentes de tráfico, tren o avión y aquí no? Ya de la manipulación informativa y las luchas entre partidos ni hablo. A Ayuso en Madrid la critican hasta por dar mascarillas "demasiado buenas" (?) y se está ensalzando a responsables (el doctor Simón) que hace dos meses minimizaban los efectos de la pandemia. No se tapan ni un poquito.
Mención aparte para los actores, estrellas televisivas, humoristas, periodistas deportivos etc, metidos ahora a hablar del virus porque no tienen trabajo: se han puesto del lado del poderoso o directamente han hecho el ridículo por minimizar o dar datos falsos sobre la pandemia. Llamarles sectarios es quedase corto.
Las RR.SS. por un lado han servido para contar lo que los medios no se atrevían, han sido una fuente mayor de realidades que de "bulos" mas hay que reconocer que, más que para esparcir mentiras, a veces son máquinas de odio que ya son armas politicas de destrucción masiva con soldados-twiteros en cada bando y sus propios generales.
Si por una vez tiene razón, se dice y no pasa nada.
El último punto es el para mí más grave: la economía. Y digo más grave porque la catástrofe sanitaria terminará tarde o temprano (incluso si hay repunte) pero de un drama con millones de parados y un país dependiente del turismo sin turistas no hay quien nos levante fácilmente. Para mí la llamada renta mínima vital y un nuevo impuesto a los "ricos" no es que sean solo demagógicos, es que no funciona. Lo primero ya se probó en países como Finlandia y lo único que hace es desincentivar la búsqueda de empleo y generar economía sumergida; lo segundo ya existe, se llama impuesto patrimonial pero no vende tanto hacer una subida, más aún si puede afectar a gente que no es rica sino simplemente trabajadora que en su vejez puede disfrutar de un cómodo nivel de vida. Porque hay que ser muy ingenuo para creer que los ricos van a ser los que paguen el pato.
En fin, mi más sentido pésame para todos aquellos que perdieron a un ser querido, mis deseos a los que lo están pasando mal económicamente de que esto pase pronto y salud para todos. Ah, y la próxima semana...hablaremos del Gobierno.

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