Repasemos lo que ha dado este año 2018 que ya se acaba (esto lo escribo en marzo, la magia de internet) comentando las películas vistas en este año de mundial. Aviso que me parece uno de los más flojos en mucho tiempo pero será como el vino: depende de la añada.
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50 sombras liberadas (James Foley)
Como las dos anteriores, un producto que no engaña a nadie y aunque no parezca mucho para mí es bastante. Menos interesante (es un decir lo de
interesante) que la segunda pero más entretenida que la primera, pone colofón al romance entre un señor posesivo y traumatizado con una chica mona que no ha roto un plato hasta que saca el carácter. El desenlace con sorpresa final (spoiler: el malo fue
hermano del
prota) no es lo mejor sino el descaro y la desfachatez de mostrarnos a una mujer colada por un tipo que la consigue un puesto de trabajo excelente, todos los lujos del mundo, no le gusta que enseñe las tetas en la playa y encima logra enviar un mensaje en contra del aborto. En estos tiempos, un film tan conservador se agradece y no lo digo con ironía: se la han colado a las feministas porque nadie dice ni mú. Glorioso.
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La forma del agua (Guillermo del Toro)
Que la Academia de Hollywood está muy al día en cuanto a lo que está de moda lo demuestra que un film tan mediocre y vacío como este haya logrado nada menos que cuatro premios incluidos los dos más importantes. No falta de nada: heroína pobre y con minusvalía, homosexual simpático, amiga de color no menos "chistosa", malo malísmo blanco heterosexual con hijos perfectos, americanos tontos, rusos malos, Guerra Fría, impresionante diseño de producción, Alexander Desplat componiendo la música, efectos visuales, normalización del sexo "anormal" (como ya nadie se escandaliza en pleno S. XXI pues nada, sexo con un bicho)... en fin, un film
de Guillermo del Toro, un cineasta sobrevalorado y del que sólo me gusta su única película no-personal: Mimic (1997). Un montón de talento desperdiciado.
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Ready Player One (Steven Spielberg)
Había perdido casi totalmente la confianza en el director de Ohio, probablemente el cineasta más influyente en Hollywood (y en el planeta) en los últimos cuarenta años pero quien tuvo retuvo y, partiendo de una novela de éxito, ha vuelto a la senda del triunfo y, lo que es mejor, al cine de entretenimiento por la puerta grande. Film que atiborra al espectador, lo zarandea y no lo suelta en más de dos horas de acción, reflexión y homenajes a la cultura pop: una película de
emociones, que es lo que se echaba de menos en sus últimas propuestas de
blockbuster (Tintín, BFG, Indiana Jones). Tendrá sus defectos, mas incluso ahí (un malo caricaturesco, un héroe sin carisma, tópicos por doquier) la película logra ser un homenaje a un tipo de cine que ya no se hace, el de buenos y malos, el de finales felices con chico y chica besándose al final. Spielberg, tan crítico con el cine y la TV actual, acaba dándonos su propia visión de estos tiempos: ¿un film personal? no lo duden.
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Han Solo: una historia de Star Wars (Ron Howard)
Sin entrar a si esta película es o no un film que respeta el estilo de la ya muy exprimida saga Star Wars y pasando olímpicamente de sus flojos resultados económicos o la ¿polémica? por el cambio de director a última hora (ni que fuera un film de
autor), centrándonos en el resultado final queda un film más que entretenido, muy bien realizada (mérito de Howard) y simpático. A favor sus escenas de acción, impecables y vistosas, el solvente trabajo actoral y el buceo en el universo Star Wars a través de extraños paisajes, ciudades imposibles, campos de batalla, planetas-minas y brillantes escenas espaciales. En su contra van la ausencia de incertidumbre (todos sabemos que Han Solo no muere...todavía), el
buenismo con la ya cansina lucha contra el Imperio y, sobre todo, la sensación de producto que apunta en diversas direcciones pero no profundiza en casi ninguna. Resumiendo, menos arriesgada que la interesante Rouge One (2016, Gareth Edwards) aunque digna y respetable. No es poco.
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Borg McEnroe, La película (Januz Metz Petersen)
Partiendo de que en
dacosica somos muy fans del deporte, esta película tenía todas las papeletas para gustar. Sorprendentemente cumple con todas las expectativas, pues trata un suceso real (la final de Wimbeldon 80' entre Bjorn Borg y John McEnroe) de forma muy sugestiva, entretenida (da igual que sepas quién ganó), con una gran dirección artística y sustentada en unas prodigiosas interpretaciones: Gudnason y Lebeouf SON Borg y McEnroe. Venciendo toda tentación de caer en el tópico, el debutante Petersen ofrece un producto muy equilibrado, evitando el amarillismo, mostrando cómo realmente no había tanta diferencia de carácter entre uno y otro jugador, lo cual hace creíble que terminaran siendo amigos íntimos. Para ello se vale de un guion excelente y que usa el
flashback sin abusar, siempre ofreciendo una puesta en escena atractiva para el espectador. Sólo un pero: la final luce mucho más en la televisión que en el cine, sólo ahí sale perdiendo con otra película sobre tenis, la muy inferior "
La batalla de los sexos" (2017, Jonathan Dayton).
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Ha nacido una estrella, (Bradley Cooper)
Tercer
remake del clásico de
Willam Wellman, está basada más en la versión de 1976, protagonizada por Barbra Streisand y, creo, por ahí empiezan las muchas virtudes del debut en la dirección del actor Bradley Cooper. Digo que es un acierto porque, primero, adapta la versión más floja con lo que es más fácil destacar y, segundo, elige la que tiene una actriz más parecida a Lady Gaga, la cual hace un excelente interpretación, además de lucir su gran voz en varias canciones, aunque sea la parte musical la que queda más relegada en beneficio del drama. Pese a que la historia ya la podamos conocer o sin conocerla la podemos intuir, Cooper consigue transmitir emoción a todo lo que cuenta, darle calor a un historia de amor tan trágica como esta y todo ello sin descuidar la parte de espectáculo, logrando canalizar muy bien lo que debe sentir el actor/cantante cuando se sube a un escenario. Si a ello le añades una pléyade de secundarios de lujo
(Sam Elliott,
Rafi Gavron,
Andrew Dice
Clay) queda un film moderno con aroma de clásico.
- El Grinch, (Yarrow Cheney, Scott Mosier)
La adaptación del cuento de Dr Seuss, un clásico de la literatura infantil anglosajona que, poco a poco, va haciéndose famoso en todo el mundo, resulta ser un film "menor" en lo que se refiere a calidad pues no es una obra maestra del género animado ni una adaptación que mejore el, ese sí , magistral cortometraje de Chuck Jones "
How the Grinch Stole Christmas!" (1966). Si lo comparamos con la versión de Jones, palidece, pues aquí el Grinch es menos malvado y uno no puede evitar simpatizar con él, pues es más un ser solitario que alguien amargado. No obstante, este Grinch tiene múltiples virtudes, empezando por una animación primorosa, unas escenas de acción realmente trepidantes y colorido diseño que roza lo barroco. Todo es tan amable, tan dulce que no tiene el suficiente contrapeso en la figura del Grinch para que exista conflicto. Un detalle: El Grinch original maltrataba a su perro, hoy día eso se ha cambiado, cosas de los tiempos. Una película, por otro lado, que por motivos personales nunca olvidaré.
Películas Netflix
Los tiempos cambian y la forma de ver el cine, también. La plataforma Netflix se ha lanzado a la producción de películas que están
en tierra de nadie, entre el telefilm (nombre casi siempre peyorativo) y los estrenos cinematográficos. Este año he visto tres, dos pertenecientes a una especie de saga de esas que no entiendo (me hago viejo) llamado "
universo Cloverfield" aunque la verdad se pueden ver como films independientes. Luego descubrí que
Monstruoso fue la primera de la saga pero ya digo que tanto da conocerla o no. La tercera es una película de esas que tienen muy buenas críticas y la mayoría de los espectadores la acaban odiando.
El final de todo se une a la cada vez más cansina serie de películas sobre el fin del mundo desde un punto de vista "intimista", es decir, sin gran presupuesto. Con un buen arranque, la historia se desinfla poco a poco y logra que la suerte de sus excelentes protagonistas te importe una higa. Una decepción.
The Cloverfield Paradox es un poco mejor, pero no mucho. Refrito de "Alien" (1979), "Horizonte final" (1997) o "Life" (2017) es una especie de
precuela de las anteriores películas de la saga. Entretenida, bastante espectacular y con personajes interesantes. El problema es el tono: a veces frívolo, a veces de pesadilla, otras casi paródico... se queda a medias en todo.
Aniquilación un poco mejor que las anteriores. Esta adaptación de la novela de Jeff Vandermeer, inspirada a su vez en el excelente relato de H.P. Lovecraff "
El color que cayó del cielo". Un film irregular, pretencioso hasta la naúsea, que juega la tramposa baza del
final abierto para esconder sus limitaciones narrativas. Mas me parece el mejor porque no parece una serie B, tiene momentos que realmente atrapan al espectador y una indescriptible imaginería visual. Aviso: ojo a los estómagos sensibles, tiene alguna escena
gore.