Leigh en su época juvenil |
Se introduce en la sci-fi leyendo historias de Edgar Rice Burroughs y H. Rider Haggard, lo que la lleva, muy joven, a escribir sus propias aventuras fantásticas. Varios de estos primeros trabajos fueron leídos por Henry Kuttner, quien hizo reseñas de sus historias y la presentó a las personalidades del mundo editorial de San Francisco, incluyendo a otro (entonces desconocido) aspirante a escritor, Ray Bradbury.
No es hasta los años 40 cuando logra vender sus primeras historias a revistas pulp,siendo la mayoría romances interplanetarios, lo cual no la dio demasiado éxito. Su familia la animaba a escribir historias "para mujeres" mas ella respondía que no era capaz y que lo lamentaba, pues estaban mejor pagadas que las de ciencia-ficción.
Howard Hawks, Martha Vickers, Brackett, Bacall, Bogart y Louis Jean Heydt repasan el guion de "El sueño eterno" |
Tanto al director como al protagonista (Bogart) les sorprendió que el autor de los brillantes y ácidos diálogos fuera una mujer, de hecho Bogart le pidió a Brackett que reescribiera algunos diálogos de Faulkner por "blandos". Se había ganado su confianza y admiración. La escritora californiana volvería a colaborar con Hawks en Rio Bravo (1959), ¡Hatari! (1962), El Dorado (1966) y Rio Lobo (1970). Además adaptaría nuevamente a Chandler en El largo adiós (Robert Altman, 1973).
Pero a Brackett lo que le interesa de verdad es la ciencia-ficción y sobre todo una ciencia ficción más parecida a la fantasía heroica que a la científica. Su estilo es más cercano a su admirado Burroughs o al Conan de Robert E. Howard que a Asimov o Arthur C. Clark. Esto se ve en la que se puede considerar su obra mayor, la trilogía "El libro de Skaith" (1973-74), protagonizada por el aventurero John Stark, la cual es más una obra del género fantasía heroica o espada y brujería que scifi. La revista Planet Stories será durante 19 años su "centro operaciones", publicando montones de historias en ella, incluida una junto a Ray Bradbury (Lorelei of the Red Mist), escritor con el que entabla una gran amistad y con el que comparte un estilo poco preocupado por el "realismo" científico.
Los 50 es la época más feliz para ella: "Todos en el género me recibieron con los brazos abiertos. Todos, escritores y editores y todos fueron geniales porque éramos un club pequeño en esos días, era como encontrar a otro loco con el que pudieras hablar de ello, fue genial ". En esa época se casa con el también escritor de ciencia-ficción Edmond Hamilton, siendo Bradbury el padrino de la ceremonia. Hamilton encontró trabajo escribiendo para DC Comics, además de relatos cortos aunque nunca colaboró con su esposa, tenían estilos de escritura muy distintos. Y así llegamos a los años 70 con una nueva edad de oro del género gracias a "La guerra de las galaxias" (1977).
Contratada por el director de la primera película, George Lucas, parecía ser la opción perfecta: Brackett y su difunto esposo (Hamilton falleció en 1977) habían escrito en el subgénero de la space opera, lo cual fue una gran influencia en Star Wars. Brackett, encantada con la invitación, fue la responsable del primer borrador del guion, completándolo en 1978, poco antes de morir de cáncer, sin poder ver su último trabajo en la gran pantalla. Si no hubiera fallecido, estaba previsto que escribiera una de las primeras novelas derivadas de Star Wars sobre Leia Organa. Aunque el guion final es responsabilidad de Lawrence Kasdan y el propio Lucas, ambos destacan que las más importantes ideas del film las tuvo Brackett, especialmente la Ciudad de las Nubes donde sucede el clímax final y, por supuesto, el famoso duelo entre Darth Vader y Luke Skywalker con sorprendentes revelaciones.
Leigh Brackett y su esposo Edmond Hamilton |
Referencias:
https://www.goodreads.com/author/show/22648.Leigh_Brackett
https://io9.gizmodo.com/happy-100th-birthday-to-leigh-brackett-the-queen-of-sp-1746714014