En no pocas ocasiones una obra (no sólo comics) acaba por dejar al lector con ganas de más, ahí entra interés económico de editores y autores con la intención de estirar el chicle (¡Hola Disney!) con secuelas y precuelas. Pero como los personajes dan para lo que dan se inventaron los llamados
spin-offs, relatos normalmente protagonizadas por personajes de la historia original en el mismo o distinto arco argumental.
Moore no es de piedra, ABC Comics ha debido aparcar un camión lleno de dinero ante su casa y ha cogido sus dos más afortunadas y exitosas obras recientes:
The League of Extraordinary Gentlemen y
Top Ten (de la que
hablé aquí hace muuuuchos años), para sacar todo el jugo y ofrecer, de paso, unas obras realmente curiosas.
En la continuación de
The League... titulada
The League of Extraordinary Gentlemen: 1910, a su vez primera de tres partes en las que dividía el tercer y último volumen (de momento) de los caballeros extraordinarios, aparecía el personaje de la hija de Nemo, Janni. Mujer de exótica belleza, escapa de la tutela de su moribundo padre para conocer la civilización... con desastrosos resultados para su integridad física (sí, otra violación en una obra de Moore). Tras tomarse cumplida venganza, Janni ocupa el lugar de su padre como capitana del
Nautilus y vive hasta tres aventuras que, como es habitual en Moore, están relacionadas (¿homenaje o plagio?) con clásicos de la literatura y el cine fantástico y de aventuras dibujadas por el habitual Kevin O'Neill. Empezamos:
-Nemo: corazón de hielo.
Ambientada en 1925, tiene dos claras referencias: "
En las montañas de la locura" de H.P. Lovecraft y las historias de
H. Rider Haggard (que ya parecían en "
Dossier negro" también de Moore y
La Liga) volvemos a la clásica historia de "
personajes perfectamente encajados en lugares y situaciones de la ficción literaria" algo que puede ser tan divertido (si te gusta o se conoce la obra) como frustrante (si ocurre lo contrario). No obstante el dibujo de O'Neil es excelso, en especial en las criaturas y la narración tiene un curioso desarrollo temporal que hace que resulte, como mínimo, admirable.
-Nemo: las rosas de Berlín.
Cambiamos el escenario de las aventuras de nuestra heroína. Han pasado los años, estamos en 1941 y Tomania están en guerra con el mundo...¿Tomania? en realidad un trasunto de Alemania, tomada de "
El Gran dictador" (1940, Charles Chaplin) cuya capital es nada menos que
Metrópolis, la del maravilloso film de Fritz Lang. Allí Janni se encuentra con el Dr. Mabuse (otra película de Lang) y el Dr Caligari (película de Robert Wiene) en medio de la búsqueda de su hija. Todo un festín para el cinéfilo clásico es esta obra, igual de violenta y dramática que las otras pero con gotas de humor negro y unos escenarios y diseño de personajes (y de artefactos tecnológicos) realmente impresionantes. Para mí la mejor de las tres porque sus referentes me son más familiares, queda demostrado que Janni con los años no pierde su pasión por la violencia y la venganza. Más aún cuando de por medio está su familia.
-Nemo: rio de fantasmas.
Colofón a las aventuras de Janni, ahora en 1975, en busca de su archienemiga, la reina egipcia
Ayesha, con nuevos personajes como Úrsula (hija del Dr. Mabuse) o Hugo Coghlan
prehistórico héroe del cómic (lo de prehistórico es porque se creó en 1901). La protagonista, vieja y enferma, encara su última misión, la de acabar con los nazis que se ocultan en el Amazonas donde planean dominar el mundo. Con delirante trama como siempre, la historia recorre aquí "
El mundo perdido" de Doyle, las películas de Jack Arnold sobre monstruos y el siempre excitante cómic
Stalag. Una entretenida historieta que no va más allá de querer ofrecer un rato divertido. Se agradece.
Smax, el bárbaro es también un spin-off de
Top Ten y los sucesos que narra comienzan justo donde terminan esta y nos lleva a conocer los orígenes del gigantón Smax, claramente el personaje más interesante de la serie. El resultado no decepcionará los fans del barbudo de Northampton, es Moore en estado puro pero lo suficientemente entretenido como para ser accesible a los neófitos.
La lista de estos referentes presentados en
Smax El Bárbaro es muy larga, la más evidente es el personaje
Conan creado por el escritor Robert E. Howard, además se me pueden escapar algunas pero están, entre otros: sagas de fantasía como el
Harry Potter de
J.K.Rowling y la trilogía de
El Señor de los Anillos de
J.R.R.Tolkien; cuentos como
Alicia en el País de las Maravillas de
Lewis Carroll,
La Princesa y el Guisante o
La Cenicienta; cómics como
The Sandman de (su "querido")
Neil Gaiman, o el propio
Watchmen de
Alan Moore y
Dave Gibbons; canciones de
ABBA y
Pink Floyd; películas como por ejemplo, la saga de
La Guerra de las Galaxias de
George Lucas,
Los Caballeros de la Mesa Cuadrada de los
Monty Python o
El Séptimo Sello de
Ingmar Bergman.
Con este batiburrillo la verdad es que es lógico que el resultado sea, en mi opinión, algo irregular: el arranque pretende ser gracioso y resulta pesado, sobre todo si se conoce el universo de
Top Ten, la acción del tramo final termina dando menos de lo prometido (como ocurría en la famosa
Watchmen) y su mezcla de tonos (ambiente bizarro, humor negro y también infantil,
freaks, canciones...) no termina de encajar.
Pero esto no quiere decir que
Smax, el bárbaro, sea un mal cómic. El personaje central, al volverse más vulnerable es todavía más interesante, el dar la vuelta a los tópicos de la espada y brujería lo hace divertido y tiene un dibujo y color (Zander Cannon) cuidadísimos.
No es una obra mayor ni lo pretende, sólo quiere entretener y hacer reír, (muy bueno todo lo relacionado con la Muerte) consiguiendo dejarnos con ganas de más. Pero a los que llevamos décadas con Moore ya parece habernos contado todo: su defensa de las opciones sexuales "diferentes", de las minorías, de la mujer como protagonista; su denuncia de la corrupción, su búsqueda de ir más allá de las apariencias; el cariño por el tebeo "de antaño" a la vez que lo desmitifica... ¿Nos lo has contado ya todo Alan? Esperemos que no.