Fin de temporada

La Copa del Rey, única alegría del año

Se acabó la larguísima (¿para qué?) temporada de baloncesto con vencedores y vencidos como en la película de Staley Kramer. Cada cual puede tener su opinión y es muy respetable pero cada día estoy más seguro de que el baloncesto nacional y europeo se están haciendo el hara-kiri con su política televisiva y de fechas, una pena para los que amamos este bello deporte. Allá ellos.
Empezando por el primer torneo del año, la Copa del Rey, decir que el Madrid venció en territorio donde nos quieren mucho (Vitoria) de manera un tanto agónica y no exenta de polémica. Más rico supo, aunque sería la demostración de que el Llull-sistema "ideado" por Laso nos llevaría a la ruina a poco que los rivales espabilaran.
En la FINAL FOUR universitaria americana ganó un histórico, North Carolina, consiguiendo su sexto entorchado y logrando derrotar en la final a la modesta pero correosa Gonzaga. Su máxima estrella y MVP del torneo fue Luke Maye, autor del "tiro milagroso" ante Kentucky en la final de conferencia apunta a futura estrella.

Obradovic, fichar

En la Euroliga, el Madrid se proclamó líder en la temporada regular para luego hacer el ridículo en al Final Four. Mala gestión para dar descanso a jugadores fundamentales y perder la batalla táctica ante Obradovic fueron los errores de Losa, otra vez superado por las circunstancias en un momento decisivo. Pero por desgracia esto se alargó a la Liga y tras volver a sufrir ante Andorra en cuartos de final, se perdió 3-1 con total justicia contra Valencia. Que si estaban cansados, que si la abuela fuma... La verdad es que el proyecto apesta a fin de ciclo, con jugadores muy por debajo de lo esperado (Rudy, Draper, Maciulis) y otros que fueron de más a menos (Doncic, Randolph, Llull) se perdió un título que jamás volveremos a tener más fácil dado el bajísimo nivel de la liga en un año desastroso del Farsa.
Para terminar la NBA, que apenas sigo, dio como campeón a los Warriors muy superiores a unos voluntariosos Cavs. El fichaje de Durant fue clave, un jugador determinante y con hambre de títulos. Como noticia esperanzadora, el regreso de los Celtics a una final de conferencia, reconstruidos y con  Isaiah Thomas como estrella y jugadores aún poco conocidos pero de calidad como Marcus Smart y Avery Bradley el futuro ya está aquí.



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