3 abr 2017

Triple axel

A la izquierda Margot Robbie, a la derecha la auténtica Tonya Harding
Tonya Harding (Portland, EE.UU. 1970) vuelve a estar de moda por el próximo estreno de una película sobre su vida. "I, Tonya" , protagonizada por la bella Margot Robbie contará su azaroso affair con la también patinadora Nancy Kerrigan en el enero de 1994. La historia está muy bien contada en un documental de la cadena deportiva ESPN en la que, entre otros, aparecen los entrenadores de ambas, patinadores, periodistas, la psicóloga de Kerrigan, la mejor amiga de Harding y la propia Tonya. Nancy prefirió no aparecer aunque sí lo hace su marido y manager. Con lo que el gran público se quedó es que la pobre Nancy Kerrigan sufrió una alevosa agresión por parte de un tipo que luego resultó ser un matón contratado por el guardaespaldas de nuestra heroína, todo por orden de su ya por entonces ex-esposo Jeff Gillooly. Todo se debía, aparentemente, a que Tonya no podía en la pista de hielo con Nancy y llevó su rivalidad más allá de lo deportivo. Hasta aquí (parte de) la verdad. 
A casi nadie le interesa el antes, el porqué de las cosas, nos es más fácil reducirlo todo a un blanco/negro que todo lo simplifica y lo hace más digerible. Con Tonya, les aseguro, eso no vale. Tonya Harding es fruto de una familia desestructurada, de una madre con problemas psicológicos a la que, años después, acusó de abusar de ella. Una chica que encaja en el perfecto cliché de "basura blanca", con unos padres con empleos precarios, sin dinero ni vivienda fijos, sin un horizonte. Pero a Tonya le gustaba patinar, más que eso, se le daba bien patinar. Hasta tal punto que una entrenadora (Sylvia Harpolscheimer) se fijó en ella y la dio una oportunidad. Las chicas como ella no suelen encontrarse con esas circunstancias en la vida, saben que no podrán ir a la Universidad, vivirán en su ciudad para siempre y eso será todo.
Tonya y Nancy
Pero decíamos que Nancy tenía talento, con sólo 12 años logró hacer un triple lutz y fue la segunda patinadora y la primera norteamericana en lograr un triple giro (axel) en le aire. En 1991 logra hacerse con el campeonato de EE.UU. su momento mágico, su gran logro... hasta que aparece Nancy Kerrigan.
Nancy proviene también de una familia modesta pero no problemática. Como Harding es una gran patinadora mas tiene una ventaja: su esbelta figura. Su entrenador la moldea, de un chicazo de pelo corto la transforma en una Grace Kelly morena sobre el hielo. A los jueces les encanta su elegancia en el vestir y sus movimientos gráciles. Tonya cuenta amargamente como un día una jueza le recriminó el espantoso vestido que llevaba en una competición y ella le respondió que no tenía dinero para comprarse otro, que encima se había hecho ella misma, "entonces no ganarás" le espetó.
Eso, como no podía ser de otra forma, genera una enorme frustración en ella; además ve como los sponsors patrocinan a Nancy (sopas Campbell, Reebok) mientras ella, que ya es subcampeona del mundo, no tiene más ayuda que la del Comité Olímpico americano. Su vida personal tampoco va bien, con sólo 19 años se casó con Gillooly un tipo del que, se dice, la medía el lomo y estaba con ella por la pasta mas fue el primero en decirla que era guapa y la quería. Bajísima autoestima.
En los JJ.OO. de 1992 en Alberville, Tonya es cuarta y Harding plata, por detrás de la también norteamericana Kristi Yamaguchi. Su rivalidad es alentada por los medios de comunicación, ellas dicen que no hay problema sin embargo el morbo vende y consigue que un deporte minoritaro como el patinaje artístico logre enormes audiencias en TV.
Y volvemos al momento clave en la vida de nuestra heroína: a siete meses del comienzo de los JJ.OO. de Lillehammer se celebra en Detroit la selección de las tres patinadoras que irán a defender a su país a Noruega. Cuando Kerrigan termina de entrenar y se dirige a los vestuarios es agredida por un desconocido que la golpea en la rodilla con una barra de hierro (como al Sr. Burns, Los Simpson siempre alerta) y se da a la fuga. Pese a los gestos de dolor y a que no puede ponerse en pie, Nancy sólo sufre una fuerte contusión pero no puede disputar el torneo. Sorprendentemente, la federación de patinaje decide que vaya a los Juegos junto a Harding y Yamaguchi, segunda y primera respectivamente, del torneo.
En los Juegos Harding no puede con la presión, ella habla de que se le estropeó además un patín en el calentamiento y no lo pudo cambiar además de moverse en un ambiente abiertamente hostil pues todos la veían como "la mala". 
Total, termina octava mas Kerrigan tampoco logra la victoria y tiene que conformarse con la plata. En el documental de la ESPN se puede ver a una Nancy Kerrigan bastante cabreada por ello, con no muy buen perder tras la victoria de la adolescente ucraniana Oksana Bayu, quien no podía contener las lágrimas tras ganar el oro. 
Pero a Harding la estaban esperando de regreso a casa. Tras una investigación del F.B.I. y un juicio que ni el de O.J. Simpson se declara culpable de obstrucción a la justicia para evitar la cárcel, pagando 100.000 dólares de multa (su ex-marido y su guardaespaldas son condenados y acabaron en Villa Paquita, ambos tenían antecedentes) sin embargo es suspendida por la asociación de patinaje. 
Tonya Harding en el documental de la ESPN "El precio del oro" (2014)
Harding comienza entonces un delirante periplo que incluye un vídeo (y fotos) íntimo(s) de su noche de bodas, una fugaz carrera en el boxeo, un todavía más fugaz regreso al patinaje terminada su sanción, una aparición en el reality de la FOX, Celebrity Boxing y... por fin la calma. En 2010 se casa con Joseph Jens Price y tiene su primer hijo en 2011. Ahora es una tranquila ama de casa que ya no quiere saber nada de la celebridad y el espectáculo pero que aún echa de menos el patinaje.
No voy a tratar de convertirla en una santa porque seguramente no lo sea (es difícil creer que no supiera nada), no obstante siento una enorme piedad y simpatía por las personas linchadas por la "opinión pública" que rehacen su vida, pues me parece que no son más que hombres y mujeres que mostraron su lado oscuro en un momento y (siempre que no hicieran un daño irreparable a nadie) se equivocaron, lo pagaron y punto. En el fondo, creo, todos tenemos un poco de Tonya, soportamos nuestras frustraciones y podemos acabar teniendo un momento de flaqueza, no somos perfectos, no todo son Nancys en esta vida. Además, mucha gente en los medios de comunicación y en el elitista painaje artístico sacó provecho de todo esto, quizás ellos también deberían pagar un poco por lo que hiceron.
Referencias:

http://www.today.com/id/24645352#.WNLBeRSDPIU
Documental: "El precio del oro" de ESPN Movies

1 comentario:

Mr. X dijo...

Sí, da la sensación de que la Harding perdió un poco el norte...

Y pienso yo una cosa, ¿no estará la Robbie buscando desesperadamente su primera candidatura al Oscar con este papel dado que este año (dicen algunos) ha estado tan cerca de lograrlo por Escuadrón suicida? Por favor, Dacosica, continúe informando...