9 oct 2015

Distopías y el cine independiente

Como suelo hacer de vez en cuando paso a comentar unas lecturas realizadas por un servidor en los últimos meses. Leer es bueno, decían en la "Bola de cristal", aunque yo sí aprecie a Thatcher y Reagan. Primero de todo un breve comentario sobre un libro de cine, luego sobre dos novelas que nos auguran un futuro no muy halagüeño, pero mientras una tiene visos de cumplirse la otra no deja de ser un tochazo sobre el futuro postapocalíptico (que si hay un apocalipsis, no debería haber nada más, también lo digo) de la civilización.
-Sexo, mentiras y Hollywood (Peter Biskind, ed. Anagrama) 
El autor del trepidante libro "Moteros tranquilos, toros salvajes" que contaba la fascinante y excesiva vida de los directores que revolucionaron el cine americano en los años 70 (Coppola, Scorsese, Lucas, Spielberg, ...), repite argumentación y libro-reportaje sobre la generación "indie" de los 90, contada por ellos mismos y encabezada por Steven Soderbergh ("Sexo, mentiras y cintas de vídeo"), Quentin Tarantino ("Reservoir dogs"), Gus Van Sant ("Mi Idaho privado") o David O. Russell ("Flirteando con el desastre") y los que se quedaron por el camino como Alexandre Rockwell o Allison Anders, no por casualidad autores de los dos peores capítulos de la infame "Four rooms" (1995). Lo más interesante del libro es, como ocurre con el anterior, las anécdotas y cotilleos: Tarantino dejó tirado a sus amigos de toda la vida, David O. Russell es un ogro, Robert Redford es un acomplejado porque no fue a la universidad...pero lo más valioso es la historia de MIRAMAX y la de sus dos fundadores, los terribles Bob y Harvey Weinstein. Una pareja de productores que revolucionó el cine independiente y de los que sólo habla bien Tarantino (a quien han producido todos sus filmes) y nadie más. Películas como "Scream", "Shakespeare in love" o "El paciente inglés" les dieron millones y fama... antes de llegar los malos tiempos. Mucho cotilleo de patio pero queda claro que la generación de los 70 es más interesante que esta de los 90.
-Sumisión (Michel Houellebeqc, ed. Anagrama)
"Sumisión" llegó a las librerías francesas el mismo día del trágico atentado contra la revista Charlie Hebdo y Houellebecq, acusado de islamofobia y de dar alas a la extrema derecha, afirmó: «No tomo partido, no defiendo ningún régimen. Deniego toda responsabilidad. He acelerado la historia, pero no puedo decir que sea una provocación, porque no digo cosas que considere falsas sólo para poner nerviosos a los demás.» Más allá de la polémica, el libro es una distopía que retrata de una manera verosímil la ascensión al poder de un partido Islámico, contado desde el punto de vista de un profesor (bastante vago por cierto) universitario.
Lo mejor de este magnífico libro no es esto, sino la elegancia y sutilidad con la que se nos cuenta como una persona de valores occidentales (y con una amante judía) va poco a poco sucumbiendo al nuevo régimen pero sin violencia, poco a poco, casi de manera "razonada" y dejando un poso de amargura y pesimismo en el lector. Sensacionales esas descripciones de las muchachas parisinas y su progresiva forma de cambiar en el vestir que nos dice más que cualquier crónica política.
Houellebeqc perdió varios amigos en el atentado a Charlie Hebdo, por eso esta historia alcanza aún más intensidad. Se le pueden permitir excesos pedantes, tan propios de los escritores franceses, porque su prosa es directa cuando debe y certera en la descripción de esa hipocresía y ese buenismo occidental que está llevando a una lenta decadencia a Europa. La sumisión del título.
-Kïmera (César Pérez Gellida, ed. Suma de letras)
Y de una novela magistral a otra que no lo es tanto pese a que ambas pretenden algo parecido: ofrecernos un relato sobre un futuro imperfecto. Pero mientras Houellebeqc es hábil, sutil y con muy poco hace pensar mucho, el autor vallisoletano ofrece una novela "aparatosa", ambiciosa, que toca muchos palos pero que fracasa porque no logra lo básico: ofrecer una historia que conmueva. Los personajes de esta distopía sobre un mundo post Tercera Guerra Mundial no transmiten nada, nos importan poco sus motivaciones, menos aún su "causa", todo ello mostrando una ideología ciertamente inquietante, pues para el autor la mejor forma de acabar con un gobierno totalitario es que una elite de rebeldes "salven" a la humanidad. Ellos tienen claro hacia dónde debe ir el mundo (el capitalismo y la codicia es el mal de todo, como no) y eso es así porque sí. Una novela que flaquea no tanto en su estructura (compleja pero bien resuelta) como en su mensaje, mil veces visto en otras historias del mismo género y sin ser tan tendenciosa. Ah, se me olvidaba, aquí los yankees son malos y tontos, los rusos buenos e inteligentes...¡Cuánta originalidad!

4 comentarios:

Mr. X dijo...

Pues he de decir que el único libro que comentas que he leído es el primero. Y me gustó. A diferencia del de los Moteros..., sí que he visto muchas de las películas que mencionan, así que sabía más o menos de qué hablaban cuando hablaban de ellas (homenaje a R. Carver). Pero estoy de acuerdo en que lo más valioso de ese libro es el retrato de los hermanos Weinstein, que -haciendo honor a tu blog- dan cosica

El de Houellebecq tiene muy buena pinta, y por lo que dices sobre el libro del Sr. Vallisoletano, si por ti hubiera sido, Dacosica, la Revolución Francesa nunca hubiera sucedido... ¡¡Seda para todos, Daco, y no solo para la aristocracia!! :P

Unknown dijo...

No he leído los dos primeros y empecé a leer Khimera y para mi pesar y desilusion lo tuve q dejar xq no conseguía meterme en la historia.. Una pena...pero lo volveré a intentar!!

Unknown dijo...

No he leído los dos primeros y empecé a leer Khimera y para mi pesar y desilusion lo tuve q dejar xq no conseguía meterme en la historia.. Una pena...pero lo volveré a intentar!!

Unknown dijo...

No he leído los dos primeros y empecé a leer Khimera y para mi pesar y desilusion lo tuve q dejar xq no conseguía meterme en la historia.. Una pena...pero lo volveré a intentar!!