Fashion Beast (2012)
Originariamente un guión de Alan Moore para el cine como encargo del mánager de (entre otros) los Sex Pistols, Malcolm McLaren, no ha visto la luz hasta hace bien poco. Aunque el guión del tebeo no sea enteramente de Alan Moore (Anthony Johnston es el responsable final), éste ha supervisado todo el proceso y, al parecer, casi todos sus diálogos han sido transcritos tal cual. Lo dejo aquí para que si alguien se siente decepcionado no le eche la culpa a los coaboradores, ya que Moore parece intocable y el bueno de McLaren falleció antes de que el cómic viera la luz.
No es que la trama no sea interesante, ni que incluya detalles llamativos (la ambigüedad sexual de sus dos protagonistas, la moda como negocio, la manipulación del creativo) pero es que, no sé si por culpa mía, me acaba importando poco el asunto pese a que el autor crea un futuro de esos que tanto le gusta, con una pizca de steampunk y futuro postguerra nuclear (nucelar). Quizás, como la moda, acabe pareciendo superficial sin quererlo.
La saga de los Bojeffries (reedición, 2015)
Jobremus Bojeffries es un padre de familia normal, pero salvo su hijo nadie de los que vive en la residencia Bojeffries, sita en un barrio obrero de la insdustriosa ciudad inglesa de Northampton, es lo que entenderíamos por "normal": su hija es una histérica inmortal que no soporta a ningún ser humano; el tío Raoul Zlüdotny es un hombrelobo; el tío Festus, un vampiro y el abuelo y el bebé...no sabría cómo describirlos porque tampoco tienen una forma física "normal". Ellos viven en una vivienda de ayuda social, no han
sido capaces de pagar el alquiler desde la época Victoriana y se encuentran con distintos problemas en su quehacer cotidiano. Asistimos a la absurda (y divertida) visita del cobrador del ayuntamiento, a la cena de Navidad de la empresa del tío Raoul, a sus vacaciones en un cutre cámping... A primera vista parecen una familia tipo Monster o Adams, pero su condición de británicos y su pertenencia a las clases bajas les hace especiales.
Muy destacable y esperada reedición de este clásico que apareció en los años 80 en la desaparecida revista Warrior, quizá el trabajo más personal de Alan Moore, con Steve Parkhouse al lápiz y tinta, por lo que tiene de autobiográfico (es natural de Northampton) y por el cariño con el que mira a los personajes tanto principales como secundarios. Una pequeña genialidad, tan sencilla como brillante, que imagino no ha sido fácil de traducir al castellano, pues he intentado leer en inglés alguna historia y el argot que usan los personajes, añadido al negrísimo (y a los dobles sentidos) humor british. Una obra que quizás parezca menor en la monumental carrera del autor de "Watchmen", pero no que debería perderse ningún amante del buen cómic.
Menos interesante me parece el último capítulo, escrito ya en el S XXI y ambientado en la actualidad, en el que Moore nos cuenta qué ha sido de los personajes. La sonrisa se queda congelada, el humor se vuelve cruel y brutal. Quizás es Moore, al que los años han vuelto más escéptico y mire, como hacemos todos cuando cumplimos años, con peores ojos los tiempos actuales comparados con los pasados.