Menos mal que de ganar uno nunca se cansa pero podría resultar cansino tener otra temporada triunfal en el Real Madrid. Puede, pero no.
Un año más, el fútbol nos dio las mayores alegrías con tres títulos, que no fueron cuatro porque nos dejamos ir y el Metropolitano es una ratonera para Carletto: única alegría para la peor afición de España y una de las dos únicas derrotas (una en la prórroga).
Pero todo lo demás fue perfecto.
La afición entregada a Vinicius. |
Empezando por una liga en la que no tuvimos rival y ganamos a segundo y tercero los dos duelos directos. Cuando se quiere, se puede, dan igual las lesiones de jugadores importantes (Militao, Courtois) da igual la corrupción arbitral y las ayudas a un Farselona más débil que nunca.
En Champions la trayectoria fue inmaculada. Perfecta fase de grupos, sufrimiento con el Leipzig (exceso de confianza) y aún más con el City. Una eliminatoria histórica, ganada por lo que mejor sabe hacer el Madrí: competir. Las semis contra el Bayern tuvieron susto en el Bernabéu pero también héroe inesperado: Joselu.
Una historia 'bigger than life' la de Joselu, de descender con el Español, a campeón de todo con el Madrid, con 34 años. En Hollywood harían una película con un protagonista femenino y/o de color.
La final fue puro estilo Real Madrid: primera parte de sufrimiento, segunda de héroes inesperados como Carvajal (temporada destacadísima) y un Vinicius estelar.
El brasileño es ya una estrella mundial, un jugador diferencial y mediático además de alguien inmune mentalmente a cualquier crítica. Vinicius Jr tiene carácter.
Tres leyendas, un equipo. |
En la pelota que salta y bota, la cosa fue casi perfecta. Se falló en la Euroliga porque allí diez minutos malos se pagan carísimos. Panathinaikos me parece un equipo peor, con mucho talento y mejores individualidades, eso sí, que es lo que decide. Mario Hezonja, gran temporada la suya, no estuvo fino, y Chusma nos sentenció con una zona suicida. Qué se le va a hacer.
En Copa y Supercopa dimos de mamar al eterno rival y en Liga también pero en semis. UCAM Murcia, sorpresa de la competición, no fue rival en la final. Su zona, tumba del Unicaja, no le dió resultado.