Como todo español (y algún alemán) aficionado a los tebeos, la reciente noticia del fallecimiento de Francisco Ibañez (1936-2023) nos ha sumido en una profunda tristeza. Como si de un familiar al que no solemos ver pero del que guardamos un grato recuerdo de la infancia se hubiera ido. Con Ibañez se va una parte de la historia de nuestro país, de la que el autor barcelonés fue un certero cronista y un digno heredero de nuestra más que respetable tradición literaria ligada al humor y la picaresca pues sus personajes y sus aventuras son reflejo de la actualidad vivida. También escapismo, no cabe duda, pues si Mortadelo, Filemón, Rompetechos, Pepe Gotera, Otilio, Sacarino o toda la vecindad del n° 13 de la Rue del Percebe no se hicieron famosos por representar la sociedad de su tiempo sino por divertirnos.
Juro que llevaba meses pensando una entrada sobre Mortadelo y Filemón, los mejores álbumes y tal pero la luctuosa noticia me ha pillado y me obliga no sólo ha destacar sus mejores obras. Es verdad que el dúo de detectives (primero), agentes de la T.I.A. (después) son su obra magna y más prolífica empero, otros personajes fueron claves para el éxito del autor de la casa Bruguera.
- Rompetechos: de una larga presencia editorial (1964-1978) Rompetechos era el personaje más querido por Ibañez. Con historias cortas, de no más de seis páginas, el principal leitmotiv es la mala vista del pequeño protagonista leyendo letreros lo que lleva a acabar siempre mal o alguien a su alrededor. Tan sencillo como efectivo, Rompetechos terminó siendo un personaje secundario en algunas obras de Mortadelo como la reciente "Misión por España"(2021). Lamentablemente tuvo una penosa aparición en la deplorable película de Javier Fesser "La gran aventura de Mortadelo y Filemón" (2003) donde el personaje era franquista (???) para cabreo de Ibáñez. Fesser corrigió el error en la siguiente película, ya animada, pero hay gente que tiene en la cabeza la política para todo.
- 13 Rue del Percebe: aunque Ibañez no inventa la trama de una fachada de un edificio seccionada donde vemos a todos sus habitantes, es el primero en lograr una continuidad (1961-1970) que hace de sus personajes un crisol de la sociedad de entonces, añadido unas gotas de humor absurdo y golpe y porrazo. Hubo, con el tiempo, algún cambio en los personajes como la desaparición del científico loco, sustituido por una portera que realquila las habitaciones pero el resto siempre mantuvo la misma línea siendo, el más famoso, el vecino moroso de la azotea. Durante los años 80 y debido al conflicto de Ibañez con Bruguera, crea 7, Rebolling Street, para la revista Guay! aunque con menor éxito, lo que propició su corta andadura editorial.
- Chicha, Tato y Clodoveo: Chicha es la típica punki juerguista de los 80, Clodoveo es melenudo y maestro del disfraz (como Mortadelo) y Tato un Rompetechos "moderno". Tres pobres diablos en paro, pedigüeños del Snack Joro Bar, que fracasan en los negocios y que se burlan del poder en forma de Felipe González y sus "800.000 puestos de trabajo". Un trabajo breve (1986-1989) y muy personal (Ibáñez estaba en el ya comentado conflicto con Bruguera y no podía dibujar a sus personajes habituales), para mí memorable y cuyo argot ochentero lejos de resultar ridículo le da el toque justo de parodia. Porque eso es lo mejor del tebeo español, reírse de nosotros mismos.
-Mortadelo y Filemón: no sé qué decir de los más famosos personajes del cómic español, al menos algo que no sea repetir lo geniales y graciosos que son. Tampoco puedo explicar la razón por la que me gusta, pese a irregularidad de su obra (claramente más floja en los últimos años) y la progresiva pérdida de detalles en el dibujo (por propia iniciativa del autor, según él nadie se fija en los fondos) así que me limitaré a destacar algunos álbumes que se encuentran entre mis favoritos.
Safari callejero (1969-70), para un servidor, la más graciosa de las obras de Ibáñez. Con dos tramas que convergen (Mortadelo y Filemón buscando los animales del profesor Bacterio y el desafortunado gendarme) recoge los mejores gags visuales del autor. Tronchante. Como curiosidad, el personaje de Bacterio empieza a ser recurrente desde entonces.
Valor...y al toro (1970) publicada (que no dibujada) a continuación de la anterior, es considerada por los fans de Ibañez su mejor obra con El sulfato atómico. No iba a estar protagonizada por los agentes de la TIA pero se cambiaron a última hora, con la obra terminada, borrando a los personajes y sustituyéndolos por la pareja habitual, de ahí la inusual americana roja que luce Filemón: sólo cambiaron la cabeza. El dibujo es de un detalle y elegancia extraordinarios, estilo cómic belga (Ibañez era muy fan) y la trama, sin ser perfecta, es más elavorada de lo habitual. La memorable corrida de toros final está entre lo mejor de la larga saga.
El circo (1973), pese que se realiza en el mejor momento del autor, esta obra rara vez aparece entre las mejores para los entendidos, cosa que me sorprende. Magnífico dibujo, desarrollado en un entorno muy agradecido donde las meteduras de pata de los agentes provocan tremendos desastres. Es uno de los más "brutos" por los golpes y caídas, algunas mortales... o casi. Ningún respeto por los animales, sobre todo un pobre león. Un trabajo a reivindicar.
¡Pesadillaaa! (1994), conforme pasaban los años Ibañez tenía que recurrir a ideas del cine o la televisión para sus obras y aquí eligió al asesino de Pesadilla en Elm Street (1984, Wes Craven), el icónico Freddy Krueger. La libertad que permite el tema de los sueños y el protagonismo que toma la secretaria Ofelia hace de este, uno de los más tronchantes e imagitanivo álbumes del autor en los últimos años.
Corrupción a mogollón (1995), como acabamos de decir, Ibañez empieza a tomar ideas de la actualidad para sus historias y aquí lo hace que la corrupción del PSOE, en concreto del "caso Roldán" (aquí, caso Rufián). Hay cosas que con el tiempo no cambian pero con humor, antes y ahora, la cosa entra mejor. El final, con Felipe González en persona, es de lo más "pólitico" que le he leído nunca al autor. Los mejores gags están centrados en la pobreza de medios de la "Guardia Viril" por culpa del latrocinio político. Por desgracia tuvo que reincidir en el tema porque esto no acaba nunca.
Seguiría pero para qué, el peor "Mortadelo" le da mil vueltas a muchos comics de ahora. Incluso sus obras apócrifas, durante su divorcio con Bruguera están bastante bien... y eso que él no tuvo nada que ver y mandó destruir los originales. Aunque esa es otra historia.